
Cada bocado «sabe a Asturias» por los «cuatro costados». Esta propuesta ha sido reconocida como la mejor de todo el territorio nacional en el Salón de Gourmets de Madrid
20 abr 2025 . Actualizado a las 11:13 h.Un cachopo muy asturiano, elaborado con ternera de la tierra, jamón de Tineo, queso de Los Oscos, crema de queso de Vidiago, nueces y crujientes de maíz y trigo, se ha posicionado, con sus 750 gramos de peso, en lo alto de la gastronomía nacional al ser galardonado como el Mejor de España en el Salón de Gourmets de Madrid.
Acompañado por pimientos rojos rellenos de crema de queso y nueces, con su infaltable ración de patatas fritas y emplatado en una bandeja que simula un bebedero de vacas, el cachopo que Casa Repinaldo presentó con la denominación PCH (Patrimonio Culinario de la Humanidad) se impuso a otros 13 finalistas de Asturias, Albacete, Barcelona y Málaga en la octava edición del concurso En busca del mejor cachopo, elaborado con ternera asturiana con Indicación de Origen Protegida (IGP).

Regentado desde hace más de una década por el matrimonio de Ángel Manual Martínez y María Felisa Espinosa, el restaurante de la villa marinera de Candás, en la costa del Cantábrico, ha ganado fama de ser uno de los mejores de la zona, especialmente por los platos de pescados y mariscos.
Por segunda vez se ha presentado este año al concurso Gourmet de cachopo, tras haber quedado finalista en la edición anterior, y haber experimentado con distintos tipos de rellenos como picadillo, champiñones Portovello, chosco y una amplia variedad de quesos, hasta encontrar el «equilibrio» entre jugoso y crujiente que conquistó al jurado.

De los fogones se ocupa María Felisa, conocida como la Guisandera de Carreño, que atribuye el éxito de este plato, a la «calidad de sus ingredientes», todos productos asturianos, incluidos los huevos de corral del rebozado.
El cachopo de Casa Repinaldo es una especie de milhoja, con dos capas de filetes de ternera de la parte baja de la pierna, y entremedio dos lonchas de jamón curado en la alta sierra de Tineo, que cubren una capa de queso de vaca de Oscos y otra de crema de queso de Vidiago con nueces partidas.

El plato incorpora «lo mejor» del oriente y del occidente de Asturias, como el embutido de Tineo que, siendo bajo en sal, tiene un sabor y una textura «excepcional», probablemente por la temperatura y la humedad de las brisas de aire con el que se cura, y la crema de queso de Vidiago, cercano a la frontera con Cantabria.
El sabor un poco fuerte del queso de Oscos, producto de las pasturas con las que se alimentan las vacas en los valles de la zona de Asturias próxima al noroeste de León y el sureste de Lugo, se siente en el paladar aunque en menor grado de lo que se puede suponer debido a la crema de queso, que lo suaviza y le da jugosidad. María Felisa ha destacado el aporte de las nueces entre los quesos y de los crujientes de cereales en el rebozado como «la puntilla» de un bocado que «sabe a Asturias» por los «cuatro costados».

Su cachopo, fue el elegido por un jurado compuesto por los periodistas Juanma Castaño, Goyo González. Beatriz Tormo y Raquel Castillos, el asesor gastronómico italiano Roberto Capone, y el representante de Ternera Asturiana Sergio Rama, que han destacado la calidad del empanado, el relleno, la elaboración de la carne, su punto y el sabor del conjunto.
La guisandera de Carreño ha reconocido a EFE que al ver las presentaciones que hicieron el resto de finalistas pensó que no tenía posibilidad alguna de ganar el premio, porque «había algunas espectaculares» como la de Albacete que simulaba un paisaje como una maqueta de grandes dimensiones.

María Felisa dice que el cachopo, que en su origen fue un recurso culinario para aprovechar los filetes que estaban un poco pasados, se puso «de moda» y los clientes lo piden cada vez más, pero ella prefiere otro tipo elaboraciones, más sofisticadas. Una de sus especialidades es una caldereta que lleva tres pescados -rape, rodaballo y lubina- con bogavante, nécoras, langostinos y vieiras, que se cuece sin agua en una mezcla de vino, sidra, brandi y cava.
También quiere incorporar a la carta pucheros en olla ferroviaria, un artilugio que funciona con carbón y fue creado a principios del siglo XX por los trabajadores del ferrocarril de La Robla para comer caliente durante las travesías entre las minas de León y las factorías del País Vasco, aunque está pendiente de la correspondiente licencia del Ayuntamiento de Carreño.