El grupo de países formado por Brasil, Rusia, India, Sudáfrica y China, que catalizó buena parte del crecimiento global entre el arranque de este siglo y el 2012, ha dado paso de un tiempo a esta parte a otro club de emergentes, con el gigante asiático a la cabeza, que fundamentan sus progresos en la tecnología y no tanto en el control de las materias primas. La evolución de estas economías tiene el potencial para rediseñar el mapa geopolítico internacional y amenazar la hegemonía de Estados Unidos
Fernando González Laxe