Entrevista con Jesús Martinez: «Santi Cazorla es mi ídolo, es el dueño de todo»

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Martín Peláez y Jesús Martínez, en El Requexón
Martín Peláez y Jesús Martínez, en El Requexón Ana Vázquez

El presidente del Grupo Pachuca y máximo accionista del Real Oviedo analiza para La Voz de Asturias la actualidad del club carbayón. Este miércoles, Pachuca se enfrenta al Real Madrid en la final de la Intercontinental

18 dic 2024 . Actualizado a las 11:48 h.

No son ni las 10:00 horas en México cuando Jesús Martínez Patiño (Papantla, México, 1957) descuelga el teléfono a LA VOZ DE ASTURIAS. El presidente del Grupo Pachuca, máximo accionista del Real Oviedo, tiene la agenda repleta. Es martes y, al día siguiente, su Pachuca disputa ante el Real Madrid la final de la Copa Intercontinental, un hito para el fútbol mexicano. Eso sí, antes, su Real Oviedo juega en Zaragoza y Jesús Martínez está impaciente por ambas citas. Antes de la locura vivida en La Romareda, el líder del proyecto oviedista habla de la primera vuelta del equipo de Javi Calleja, del juego desplegado, de varios nombres propios y deja una pista importante de cara al mercado de invierno. 

—¿El de mañana contra el Real Madrid es el partido más importante de la historia de Pachuca o solo el más mediático?

—Buena pregunta. Nuestra institución, el Grupo Pachuca, siempre ha soñado con esta final. Y más contra un equipo que es el número uno del mundo. Respeto y quiero mucho a Florentino Pérez y a Emilio Butragueño, que es como un hermano para nosotros. Es un honor jugar contra ellos esta final. Sí, el partido de este miércoles es el partido más importante de la historia del Club Pachuca. Tengo una frase que llevo repitiendo muchos años: los sueños de los grandes soñadores nunca llegan a realizarse, siempre son superados. Y así ha sido nuestra vida en el grupo, tanto en Pachuca, León, Everton y el Real Oviedo, con el que la temporada pasada estuvimos a punto de cumplir el sueño del ascenso.

—¿Qué pensó cuando Rondón y Bastón fallaron su penalti y el Al Ahly marcó sus dos primeros lanzamientos?

—Estaba rezando, porque soy un hombre de mucha fe. Si me hubiesen grabado hubiese sido un gran tiktok [risas]. Tuve fe siempre, incluso cuando fallamos los dos primeros penales. Las tandas siempre son cardiacas, y más la que vimos el otro día. Nuestro portero, que lleva de los diez años en los Tuzos, fue fundamental. Y el jugador que marcó el tercer penal, Elías Montiel, también es canterano, tiene 19 años y es un jugadorazo. Fue un milagro de Dios, pero nuestros jugadores y el cuerpo técnico han sido inquebrantables.

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—¿Le parece un formato justo? Pachuca ha tenido que eliminar a dos equipos y el Real Madrid ya estaba clasificado para la final.

—Todo el mundo se sabe el reglamento y hay que aceptarlo, por eso le tengo mucha esperanza al Mundial de Clubes de 2025. Ahí todo ya estará parejo, porque los equipos jugaremos los mismos partidos y a igualdad de condiciones. Creo que será un éxito el nuevo formato, estilo Copa Mundial. La Intercontinental actual sí que es un poco injusta, porque nosotros jugaremos tres partidos en siete días.

—¿Cómo se está viviendo en México la final?

—Hay muchísima repercusión, aunque el rival importa mucho. Lo que sí me ha sorprendido es la repercusión que hemos tenido tanto en Sudamérica como Estados Unidos. Cuando jugamos contra Botafogo, por ejemplo, todos sus enemigos como Fluminese, Flamengo o Sao Paulo iban con nosotros. Y luego en Argentina lo mismo, porque iban con el equipo que jugase contra el brasileño. Me escribió Juan Román Riquelme, por ejemplo, ahora presidente de Boca Juniors. Tenemos una gran amistad.

—¿Irá a Doha?

—Yo no, mi señora ya fue ayer. También está mi hermano y mis hermanas. Yo ayer tuve una cena con el Toto Berizzo, entrenador de León. Luego tengo el partido del Oviedo y ya este miércoles varias citas de trabajo. Me era imposible ir a Doha.

—¿Cómo verá el partido?

—Solo, solo. Sin duda. Soy un manojo de nervios y de pasión, mucho. Soy apasionado con todos los equipos del grupo y lo vivo con locura.

—¿Qué significa para el Grupo Pachuca ganar este título?

—No, no… Olvídate, lo veo como otro milagro [risas]. Hay que ser realistas, el Real Madrid es un equipo poderosísimo, un equipo que tiene individualidades que en cualquier momento te ganan un partido. Así pasó en la Champions y en la Liga, tienen gente de mucho peso, al margen de esa bravura que siempre tienen. La única ventaja es que no jugaremos en el Bernabeu, que es una caldera tremenda cuando se conecta con el equipo.

—Vayamos con el Real Oviedo. ¿Qué valoración hace de esta primera vuelta que está a punto de finalizar?

—Empezamos flojos, por así decirlo. O irregulares, bueno. He visto al equipo irregular, pero creo que Javi Calleja lo ha conducido de forma correcta. También Santi Cazorla, como líder, lo ha hecho genial. Ha habido mucha autocrítica por parte de todos, también de Martín Peláez, Agustín Lleida y Roberto Suárez. Hablo a diario con ellos y con el profe (Calleja) hablo cada ocho días. Me gusta mucho que haya autocrítica y en los dos últimos partidos, después de esa dolorosa derrota ante el Huesca, se ha cumplido. Ante una afición como la nuestra, a la que amo, hay que tener como mínimo el orgullo de entregar todo en cada uno de los partidos. Eso se lo recalco siempre, a los que están dentro del campo y a los que dirigen.

—¿Le gusta cómo está jugando el Real Oviedo?

—Me gustó mucho la intensidad mostrada ante el Granada y el juego del equipo en Ferrol también me gustó. Me gusta jugar con extremos y se están viendo estas semanas. Hassan, Ilyas, Sebas Moyano y Paulino, los cuatro son muy buenos. Los cambios de Javi Calleja ante el Granada fueron extraordinarios y todos sumaron en esos partidos. Tenemos cuatro extremos alucinantes y, como siempre les digo, Alemao, Fede Viñas y Paraschiv son tres delanteros que ya quisiera tener en los otros equipos del Grupo Pachuca. Desde aquí, por cierto, mando un abrazo a Fede Viñas, que acaba de ser papá.

—Daniel Paraschiv fue apuesta suya.

—Estoy muy contento con él, porque es muy difícil entrar desde la banca y ha sabido aguantar y aprovechar su oportunidad. Tengo un amigo desde hace mucho tiempo que es ojeador y en su momento me enseñó un vídeo de Paraschiv. Me pareció muy interesante desde el principio, es muy diferente a otros delanteros como Alemao o Viñas, que tienen mucha fuerza. Paraschiv es más técnico, se perfila muy bien siempre y es buen cabeceador. Tiene muchas virtudes de delantero puro, más completo. Los delanteros de ahora son más especialistas, destacan en algo y ya, pero Daniel Paraschiv tiene muchas virtudes. Javi Calleja lo está llevando muy bien, aunque ahora tiene un problema porque no puede jugar con tres delanteros [risas].

—¿Le gustó la pareja Alemao-Fede Viñas?

—Me gustó mucho. Ya me los imaginaba juntos, por eso llevamos a Viñas para Oviedo. Es un complemento perfecto. Imagina ser central y tener que enfrentarte a esos dos toros de miura. Me está encantando también el desarrollo de Alemao, cada día está con más confianza y está madurando como jugador. Y lo está haciendo en una Segunda División que, como siempre he dicho, para mí es el campeonato más igualado del mundo.

—¿El partido que más disfrutó? ¿El de Ferrol?

—Te diría que no, que ha habido otros en el que me ha gustado el equipo. El de Ferrol me gustó porque veníamos de una mala racha, con partidos muy irregulares. El que menos me gustó fue el de Elche, sin duda. En España casi todos los marcadores son muy igualados y recuperarnos con un 1-5 fue importante.

—Agustín Lleida, su director general en el Oviedo, dijo que a Jesús Martínez le gustaba mucho el Castellón.

—Me encanta el Castellón, desde el primer partido. Y se lo dije a los que están en Oviedo y ellos me decían que jugando así podrían bajar. Yo les decía que no, que ya verán como quedan arriba. Y míralos, ahí están, peleando por el playoff. Me encanta su técnico (Dick Schreuder) y su forma de jugar, es un equipo técnicamente muy dotado y con una intensidad alucinante. Es impresionante todas las ocasiones que generan.

—Llevan al límite su modelo, basado en el Big Data.

—Es increíble, tanto el modelo como el dueño (Bod Voulgaris), que va con su perro a todas partes. Yo soy completamente al revés, más clásico. Soy de ir a la cancha, ver al jugador y después verlo otra vez en vídeo dos o tres veces más. Y después hablo con sus familiares, con sus compañeros, me intereso por cómo es como persona. Eso el big data no te lo da, claro. Para mi filosofía, esto que te digo creo que es más importante.

—Santi Cazorla está mejor que el año pasado.

—Santi Cazorla es mi ídolo, es el dueño de todo. El amo. La próxima vez que vaya a Oviedo haremos una fiesta para inaugurar el palco del Tartiere que llevará su nombre, quiero que disfrute Santi y quiero que disfrute su familia. Se lo merecen todo. Solo tengo palabras de elogio para mi capitán y para mi ídolo.

—¿Se esperaba este nivel?

—Qué va, es un animal. Se lo digo mucho. Y cómo le pega con las dos piernas. Ayer hablando con Berizzo (entrenador de Club León) me hablaba de un jugador ambidiestro y yo le decía que viese a Santi Cazorla, que eso sí que es ser ambidiestro. Berizzo me daba la razón, porque jugó contra él cuando estuvo en el Celta. Es un deleite ver a este señor jugar. Solo le pido a Calleja, Martín, Agustín y Roberto que me lo cuiden, que no juegue los 90 minutos y que lo administren. Hay que cuidarlo. Además, lo veo disfrutar como nunca y eso es muy bonito, es hermoso. Santi no viene a cobrar, viene a disfrutar y a pagar esa deuda que tiene con su afición. Este tío podría estar de cualquier cosa y está ayudando en el césped, dándolo todo y queriendo dar ese gran regalo a la afición.

—¿Celebró mucho su primer gol en Ferrol?

—Dos semanas antes le dije que le veía muy desesperado por meter gol, que tranquilo, que estaba a punto de llegar. Y llegó. Luego le dije que de penalti no contaba mucho, que tenía que meter uno de tiro libre (de falta). O uno de jugada, bueno [risas]. De todos modos, los penaltis hay que meterlos.

—Hablábamos de Paraschiv, pero Hassan fue otro fichaje avalado por usted.

—A mí me encantan los extremos. Ilyas Chaira era una obsesión para mí y Hassan era otra. Está madurando poco a poco. Cuando sepa cuándo hay que apoyarse en el compañero, ir más hacia la portería con su habilidad y empiece a tener ese olfato de gol, Hassan es un jugador impresionante. Tiene una técnica alucinante. Está trabajando muy duro y hay que darle a Javi Calleja el reconocimiento que merece por cómo lo está gestionando y por cómo está trabajando con él.

—¿Qué debe reforzar el Real Oviedo en el mercado de invierno?

—Necesitamos un central, ahí estamos justos. Vamos a enfocarnos en ver qué centrales hay. Ojalá hubiese uno como Luengo, que también puede jugar de lateral. Luengo ha sido muy importante y Dani Calvo y David Costas son dos líderes de esta plantilla. Seguimos trabajando las 24 horas para conseguir lo mejor con el Real Oviedo y con su hermosa afición.

—La última: ¿vendrá a Oviedo para el derbi asturiano?

—Va a ser difícil, porque tengo unos compromisos familiares. Pronto estaré por allá, eso seguro.