La tragedia venezolana sigue acaparando la atención de medio mundo. Los acontecimientos que se han sucedido en el país desde el pasado 30 de abril, alimentaban inicialmente la idea de que el desenlace era inminente. No fue así. Pasan las semanas, los meses y el drama se eterniza. ¿Por qué?¿Hasta cuándo?
María Lourdes Afiuni Mora acaba de ser sentenciada a cinco años de cárcel por un delito que no existe en el ordenamiento jurídico venezolano ni de ningún país. En prisión fue torturada, vejada y violada
La pasada semana se supo que las autoridades ugandesas localizaron en una refinería de ese país africano 3,6 toneladas de oro de un total de 7,4 que habían entrado de contrabando en el país en la primera semana de marzo, procedentes de Venezuela. ¿Dónde estará el resto?
A lo largo de las dos últimas décadas el chavismo ha venido jugando un papel determinante en el sostenimiento del régimen cubano. Con el paso de los años los cubanos se han convertido en la gran pesadilla de la inmensa mayoría de los venezolanos y en la actualidad son el principal sostén de la tiranía de Maduro.
La última gran movilización desplegada hace una semana por Juan Guaidó y los suyos para hacer realidad su promesa de introducir en el país la ayuda humanitaria se quedó en poco más que un intento. No obstante, todo apunta a que el desenlace de la crisis que vive el país sigue estando próximo pero no parece ser inminente
El pasado sábado no ocurrió lo que están demandando cada día con más fuerza millones de venezolanos: Maduro, de momento, no se ha ido. De los cientos de toneladas de ayuda humanitaria que se acumulan en las fronteras, de momento, solo entró una mínima parte.
El tema de la ayuda humanitaria está tensando la cuerda en ese pulso que Guaidó y Maduro vienen sosteniendo en las últimas semanas. Una cuerda que está a punto de romper. ¿Por qué lado? Eso es lo que falta por ver.
Mientras Guiadó sigue sumando apoyos, Maduro está cada vez más acorralado pero, de momento, resiste. Si quiere acabar en Cuba, pero no en Guantánamo, lo mejor que puede hacer es dimitir
Aunque a más de uno no se lo parezca, el año empieza bien para los venezolanos. La farsa montada el pasado día 10 por Maduro y su cohorte de cleptócratas ha contribuido decisivamente a la emergencia de Juan Guaidó que, si no se malogra o no lo malogran, puede ser el comienzo del futuro del maltrecho país.
La farsa montada el pasado jueves en Caracas por Maduro Moros y su séquito de cleptócratas no pilló a nadie por sorpresa pero sirvió para decantar el perfil de los apoyos que sostienen a este siniestro personaje en su empeño por amargarle la existencia a la ciudadanía del país
La Amazonía, también llamada el pulmón del mundo, que ya estaba seriamente amenazada por la minería ilegal, tolerada y/o auspiciada fundamentalmente por el gobierno de Maduro, puede tener los días contados si la comunidad internacional no frena los planes de Bolsonaro y Maduro sigue en el poder.
En Venezuela ni los delincuentes se libran de la crisis galopante que padece el país más inseguro del subcontinente americano. En el último año ha vuelto a descender ligeramente el número de homicidios, pero sigue subiendo la cifra de los cometidos por policías y militares -un tercio del total- que oficialmente se clasifican como resistencia a la autoridad. También se registra un alarmante avance de la violencia en las zonas rurales.
Más de una década de intensa terapia judicial, reforzada con la participación de expertos internacionales de Naciones Unidas, no ha logrado controlar el cáncer de la corrupción que invade Guatemala, el país más grande y desigual de Centroamérica.