Miguel Ángel Buitrago adquirió en Cataluña una unidad matriculada en Córdoba del Seat 124 Sport, que ahora rueda por las carreteras ourensanas. Fue el coche familiar de su infancia.
La publicidad de la época anunciaba un coche confortable y silencioso que alcanzaba los 160 kilómetros por hora con comodidad y presumía de un mantenimiento reducido con gran equipamiento. Fue de los últimos Talbot antes de la desaparición de la marca de origen inglés
Para muchos, El Dodge Dart ha quedado unido para siempre a la ostentación y riqueza. En 1965, el empresario ourensano Eduardo Barreiros introducía en el mercado español, tras el acuerdo con Chrysler, este diseño americano. Era grande, suave, lujoso, pero su precio era casi desorbitado. Icono de prestigio y sofisticación en aquel momento, todavía hoy sigue despertando admiración por donde pasa.