Los rojiblancos avanzan en la reestructuración de la plantilla
29 ene 2020 . Actualizado a las 17:17 h.*El sistema de comentarios se encuentra más abajo de lo habitual, disculpen las molestias.
La hoja de ruta del Real Sporting de Gijón en el mercado de fichajes invernal comienza a atisbar sus primeros frutos. La dirección deportiva rojiblanca ha estirado los plazos de la ventana de transferencias, hasta convertir al club en el único sin movimientos de la categoría, y ahora encara el sprint final dispuesta dar una vuelta de tuerca al vestuario.
Con la operación salida encaminada. Isma Cerro, que ya se ha despedido de sus compañeros, a la espera de la confirmación oficial de su cesión al CD Badajoz o Neftali Manzambi, ausente en el último entrenamiento, deshojando la margarita entre las propuestas a su disposición, con la posibilidad de ser traspasado, el vestuario comienza a aligerarse. Las reticencias de Hernán Santana a abandonar la disciplina rojiblanca provocan que la puerta siga abierta. Con los agentes en busca de ofertas y las consultas sobre la situación de alguno de los componentes del equipo de mayor peso específico en la plantilla, desde conjuntos de superior categoría, la recta final del mercado aún podría deparar alguna despedida inesperada.
Mientras tanto, en el capítulo de entradas, Álex Gallar espera en Girona y cuenta las horas para vestir de rojiblanco, mientras se le van abriendo otras opciones que trata de mantener aparcadas. El acuerdo del extremo con el conjunto gijonés existe y su llegada se mantendría pendiente únicamente de cuadrar el margen salarial en función de las salidas. Del remanente económico que logren reunir los rojiblancos depende no sólo la llegada del ansiado extremo, sino que se apuran las negociaciones para unir mayor potencial a la zona de ataque, con un delantero que eleve la competencia de cara a gol entre los objetivos. En este sentido, los movimientos de piezas de última hora se antojan como decisivos.
Miguel Torrecilla, que tiene experiencia en exprimir hasta la bocina las operaciones, con el recuerdo del último día del pasado invernal en la memoria, espera su momento, al tiempo que en la planta noble de Mareo se aprecia una sensación contenida de alivio, gracias a la incipiente reacción del equipo bajo el mando de Miroslav Djukic. Sin perder la consciencia de estar lejos del objetivo, existe el convencimiento y la disposición de hacer un último esfuerzo para tratar de aprovechar la igualdad reinante en la categoría y engancharse en la lucha por las posiciones que den opción a pelear el ascenso. Restan 72 horas para terminar de colocar las piezas.