El arte textil se convierte en terapia en la senda del Nora: «Es una forma de expresarme»

Cristina Centeno
Cristina Centeno REDACCIÓN

SIERO

Una de las piezas de ganchillo instaladas por 6P en la senda del Nora.
Una de las piezas de ganchillo instaladas por 6P en la senda del Nora.

La artista anónima 6P suma unas 70 obras en este espacio al que ha bautizado como «Galería de los sueños». Su idea fue colocar piezas que despejaran los «sentimientos negativos» de las mentes pospandemia a través del color y los mensajes que invitan a la reflexión

28 oct 2023 . Actualizado a las 09:41 h.

Una muñeca que invitaba a sonreír, un gesto a priori simple del que mucha gente se olvidó cuando la pandemia del coronavirus nos cambió la vida. Así comenzó la artista polesa 6P a intervenir en la senda del Nora, un espacio que ha bautizado como Galería de los sueños y en el que ya suma más de 70 piezas de arte textil. Empezó hace dos años, cuando retomó el ganchillo «con más ganas» y la sencilla intención de hacer una figura de Batman. Pero en medio de aquella situación, vio en sus paseos que «las expresiones de la gente no eran relajadas», por lo que pensó en sacar sus costuras a la calle. «Pensé que si ponía alguna cosina por ahí de ganchillo, podía cortar esos pensamientos negativos por un momento, porque la mente es muy machacona», recuerda.

Aquella muñeca colgó del mobiliario urbano de la popular senda fluvial de Siero, un recorrido que muchos vecinos realizan en su paseo diario. Tenía un mensaje simple: «Sonríe». Pero logró su objetivo, que las personas desconectaran de sus preocupaciones por unos segundos. Por eso 6P, que prefiere mantenerse en el anonimato porque coloca sus obras sin permiso, se animó a ir haciendo más. Lleva unas 70 piezas, aunque reconoce que «quedan la mitad porque a algunos les ofende y las quitan y a otros les gusta y marchan con ellas». 

Todas y cada una de ellas tienen un mensaje, la mayoría relacionados con la salud mental. «Hablo de la ansiedad o de la depresión, porque cada vez hay más casos y es algo de lo que no se habla, al menos quien lo sufre. Quienes pasamos por ello quizá no hablamos porque muchas veces las reacciones no son lo que esperas», confiesa. Por eso todas sus obras de arte textil «no tratan temas amables precisamente. Tienen color, son grandes y llaman la atención, pero no son temas amables. Tampoco quiero convertirlo en una película de Disney, porque la vida no es un musical ni nada de eso», explica la artista polesa.

Algunas de las obras han sido arrancadas y otras pierden color con el paso del tiempo, ante lo que la artista arregla las piezas o las cambia por otras.
Algunas de las obras han sido arrancadas y otras pierden color con el paso del tiempo, ante lo que la artista arregla las piezas o las cambia por otras.

Sin embargo, la intención es que las personas que se sientan identificadas con alguna de sus piezas vean que hay alguien que entiende por lo que están pasando y que «no están solos». «Vamos muy rápido, no nos paramos a valorar, juzgamos antes, hay una carencia de empatía horrorosa», denuncia en este punto 6P. Para ella también ha sido una forma de terapia: «Yo soy una persona que habla poco, sobre todo de mis sentimientos y de lo que me pasa, entonces es una forma de expresarme. Hay obras que expresan cómo me siento en ese momento», detalla.

Esos sentimientos negativos son algo común en una vida «complicada y dura, en la que todos vamos a pasar en alguna ocasión por una tristeza, una pérdida o un corazón herido, pero hay que seguir, no te queda otra», subraya la artista polesa, quien trata de servir de aliento y mostrar empatía a quienes atraviesan por una de esas situaciones. Entre las piezas, tiene un colorido corazón con tiritas que trata de reponerse pese a estar «roto y pisoteado», su favorita. También habla del planeta o de problemas de actualidad como la guerra de Ucrania. 

El corazón herido es una de las obras favoritas de 6P.
El corazón herido es una de las obras favoritas de 6P.

Se inspira en canciones, en libros, en noticias o en experiencias personales. «Todo tiene un mensaje y pretende llamar la atención a través de los colores o de las formas, que pretenden transmitir buen rollo», indica la artista. A través de su perfil en Instagram y durante la instalación de sus piezas, ha creado «una pequeña familia» y ha descubierto los sentimientos que provocan sus actuaciones.

Pintar con lana

Además, defiende su técnica y sigue experimentando con nuevas fórmulas. «Quiero que la gente vea que con lana se puede pintar y que puede ser arte, para romper un poco con la jerarquía, porque las labores de ganchillo se asocian a una labor doméstica de mujeres, pero pueden ser arte e incluso arte urbano», apoya. Además del ganchillo, utiliza el telar o macramé y está adentrándose en el mundo del bordado tradicional. «Dentro del arte textil puedes hacer maravillas», asegura, aunque huye de la perfección y prefiere quedarse con el mensaje.

Arte efímero

Sus piezas, al igual que buena parte del arte urbano, son víctimas del paso del tiempo y de las inclemencias meteorológicas. También de quienes no están de acuerdo y optan por arrancarlas. Esta última circunstancia es inevitable, pero para conservar cada pieza en buen estado, la artista lleva a cabo incluso labores de mantenimiento. Principalmente cuando baja el color de la lana, descolgando la obra y llevándola a casa para lavarla o arreglarla. «Cuando ya están demasiado hechos polvo, los quito yo misma y los sustituyo por otros, porque no me gusta verlos así», admite. Para comprobar su estado pasea a diario por la senda del Nora, el lugar en el que se siente «segura» y donde seguirá actuando. «Siempre vas con la duda de si seguirán allí o no», subraya.

Los trabajos pretenden alegrar el paseo de quienes transitan la senda del Nora, entre otros lugares, e invitar a la reflexión.
Los trabajos pretenden alegrar el paseo de quienes transitan la senda del Nora, entre otros lugares, e invitar a la reflexión.

En estos dos años, el proyecto de arte textil ha servido también para conocer personas y realidades hasta entonces desconocidas para ella. Por eso el balance es de lo más «gratificante», asegura. Incluso hay quien ha sumado sus piezas de ganchillo a la senda. «Una señora que no salía de casa empezó a ir a la senda cada día para ver si había algo nuevo, como ella sabía hacer ganchillo puso un corazón para 6P y alguna cosina más por ahí… me prestó mucho», recuerda, animando a quien quiera a que sume sus piezas a la Galería de los sueños.

Para finalizar, 6P hace un llamamiento: «A veces estamos rodeado de gris y nos cuesta muchísimo ver el color, pero en la Pola la senda está llena de color, que la gente vaya por allí y se anime poquitín», concluye.