El misterioso artista de Pola de Siero que actúa por las noches para no ser visto

Cristina Centeno
Cristina Centeno REDACCIÓN

SIERO

Sentydo Art es el nombre tras el que se esconde el responsable de una veintena de sorprendentes actos cargados de simbología y reflexión

06 jun 2023 . Actualizado a las 10:42 h.

Supongan que levantan la persiana de casa, a primera hora de la mañana, y el muro de enfrente ha cambiado. Ahora tiene estampada una reconocida obra de arte, ha recuperado el color o sujeta un mensaje que hace reflexionar. Recordarán ese momento, pero no sabrán nada de su autor, por lo que en su cabeza quedará guardado el qué en lugar del quién. Eso es lo que sucede desde finales de 2019 en Pola de Siero, donde un artista anónimo que firma como Sentydo Art quiere sacar de la rutina a sus vecinos poniendo «el foco en la obra». Al estilo de Banksy, el seudónimo con el que se conoce al cotizado y misterioso creador inglés, este poleso actúa sin ser visto y ya ha dejado sus actos tanto en la capital del concejo como en otras localidades del mismo, en Oviedo e incluso en Madrid.

Todo empezó hace más de tres años con la primera intervención, una esquela que anunciaba la defunción de «Doña Urbana Monotonía Rutinaria», toda una declaración de intenciones. Sentydo explica a La Voz a través de correo electrónico, por conservar su identidad oculta, que surgió a raíz de su «inquietud» por «mantener un diálogo, de una forma diferente, con un peatón, muchas veces de rostro serio y preso de esa monotonía rutinaria». El objetivo es «conectar» con ellos y «transmitir algo», aunque ese algo fluctúe en función de la interpretación de cada una de las personas que se encuentran con su trabajo. 

Desde entonces, Sentydo Art suma una veintena de «actos» en muros, señales, calles o mobiliario urbano. Así llama a cada una de sus intervenciones: desde un pequeño cuadro con Salvador Dalí como protagonista y un mensaje que induce a la reflexión, a un montaje de gran tamaño protagonizado por jóvenes y en el que se puede leer «Da "seguir" a tus ideas». A ellos hay que añadir un relato que ha bautizado como «El Vuelo» y que incluye desde dos imágenes del arte clásico convertidos en turistas por las calles de Pola de Siero —la Venus de Botticelli y el David de Miguel Ángel—, a un gran mural en El Berrón, personajes que «viajan» en aviones de papel entre obras y callejones o un columpio que invita a volar sobre su particular historia. «El futuro está en la imaginación de quien una vez soñó volar», dice una de las frases que conforman sus pinturas. 

Sentydo Art

Quizás esta actuación haya sido la que mayor repercusión ha tenido hasta el momento. Incluso en informativos nacionales se pudo ver el David de Miguel Ángel haciendo turismo en Pola de Siero hace pocas semanas. «Impacta que te avisen por mensaje privado para decirte que lo que hiciste el otro día de noche a escondidas está saliendo en las noticias de la mañana en televisión a nivel nacional y con una aplaudida acogida, impacta mucho», confiesa Sentydo Art. Eso sí, dice no recrearse en ese reconocimiento, que tampoco cambia «la idea de los actos», aunque lo percibe como «una señal de que todo va bien y de hacer llegar mi "qué" a otros puntos a los que me sería imposible de otra manera». Por eso agradece la repercusión mediática que está generando su enigmática obra.

La acogida a nivel local es también satisfactoria para el artista poleso: «Es algo que no deja de sorprenderme para bien, es mucha la gente que a través de las redes sociales me felicita por el trabajo o comparte sus instantáneas con él. Es gratificante cuando recibes mensajes en los que se evidencia que tu mensaje ha transmitido y, aún más, cuando la interpretación de quien lo ve conecta con mi enfoque personal». Sus intervenciones y las de otros artistas de todo género están creando un ecosistema con el que Pola de Siero quiere convertirse en referente del arte urbano, un objetivo para el que se creó la asociación PolArte, a la que Sentydo Art apoya.

La inspiración que le lleva a crear cada una de sus obras brota, cuenta, de sus «vivencias, aprendizaje y curiosidad», por eso asegura que la ha encontrado «en lugares muy diferentes: tras una conversación en torno a un café, tras una lectura, tras un sentimiento personal, un viaje, un adiós o simplemente un silencio». Sobre los métodos, explica que no existe un «proceso determinado» para la realización de cada trabajo y cada acto «tiene sus singularidades», aunque sí hay un denominador común: «La dedicación en el estudio de planificar cómo voy a colocar o realizar cada acción en la calle, para evitar pérdidas de tiempo». Además, celebra que no tiene «plazos, limitaciones, exigencias o condicionantes más allá de los autoimpuestos» y piensa que crear así «es la única manera con la que realmente puedes disfrutar del proceso». 

¿Mantenerse en el anonimato?

Sentydo Art decidió actuar desde el anonimato para «otorgar el foco a la obra y no al artista, el qué por encima del quién, que los actos sean los que definan», explica. Huyendo de las «etiquetas», el artista poleso reflexiona: «Si cualquier persona oye el nombre de Salvador Dalí o de Frida Kahlo lo primero que proyectará en su mente, inevitablemente, será el rostro de ambos. Si por el contrario ese rostro no existe, serán sus obras las que vivan en la mente de esa persona». 

Su idea es, por tanto, seguir sin revelar su identidad, lo que también califica como «reto». Por eso, tiene que cuidar los momentos de instalación de cada obra. «La noche siempre es el mejor escenario para evitar ser visto, aunque ni ella me lo garantiza», confirma Sentydo Art. Para pasar el menor tiempo posible expuesto, detrás de cada trabajo hay una planificación importante dentro del estudio.

Lleva más de tres años y aunque todos los actos tienen sus singularidades, el artista confiesa que el «más especial siempre es el próximo por hacer». Eso «mantiene la llama, me quita el sueño y a la vez me hace dormir mejor, siempre tengo un próximo acto en ruta», asevera. El próximo será el número 21, «un acto de largo desarrollo» que inició a mediados del año pasado y en el que colaboran 20 artistas, lo que ha exigido desplazamientos «por diversos puntos del territorio nacional para completarlo».

«Es algo que se saldrá totalmente de la línea de todo lo anterior y que en estos tiempos se podrá considerar como un contenido de primera necesidad», explica Sentydo Art dando una pista: «Estoy creando un botiquín, pero en este caso muy diferente, porque será para curar las heridas que no son físicas y cada vez afectan a más población y más joven». De forma paralela, piensa ya en el 22 y cree que cada vez irán adquiriendo un mayor peso social. 

Un momento del Vuelo de Sentydo Art en Pola de Siero
Un momento del Vuelo de Sentydo Art en Pola de Siero PolArte

El Vuelo, «algo diferente»

Pero entre acto y acto ha abierto hueco a «algo diferente» como los relatos, a los que considera «pequeños cuentos». El primero ha sido El Vuelo, compuesto por varias intervenciones y que acaba de presentar en Pola de Siero con una performance y un montaje audiovisual realizado por Adrián Rojo. «Este cortometraje une a través de una historia cada una de las fichas —las últimas intervenciones— para junto con una última inédita, poder ver y entender el puzzle completo», explica Sentydo Art.

«Lejos de exponerlo en una pantalla de una sala sin más, voy a crear un escenario especial, envuelto en una performance para que el espectador pueda no ver, sino vivir en plenitud El Vuelo», detalla. Simulando un avión con plaza para 40 espectadores, con su cola para embarcar, su arco de seguridad y sus billetes, el evento no dejó ningún detalle al azar. El artista contó con la colaboración de la asociación PolArte, que se encargó de los accesos y del desarrollo con el objetivo de mantener el anonimato de Sentydo Art. Fueron necesarios cuatro pases y 160 espectadores disfrutaron de su primer relato.