La pizza es la «estrella» del restaurante Salvatore, uno de los italianos más famosos de Oviedo
![Cristina Centeno](https://img.lavdg.com/sc/PW2F2rdorRvnnqJtNyaSnN0LYxQ=/75x75/perfiles/1675240680712/1675245316640_thumb.jpg)
LA VOZ DE OVIEDO
![La pizza Pino (izquierda) y la Donatello (derecha) son las más aclamadas entre su clientela.](https://img.lavdg.com/sc/dwiw7-47kDHivS5e5mzEBsohNaM=/480x/2023/02/08/00121675859363935173315/Foto/salvatore3.jpg)
Salvatore Bellavista, su dueño, llegó a Asturias desde Italia por amor en 1994 y abrió un local hostelero de cero, con la cocina típica de su país como gran atractivo
09 feb 2023 . Actualizado a las 10:58 h.Este jueves, 9 de febrero, se celebra el Día Mundial de la Pizza, un símbolo de la gastronomía italiana que se ha convertido en uno de los platos más consumidos de todo el mundo. En Oviedo, son muchos los hosteleros que reservan un importante espacio de sus cartas a este producto, que admite infinitas combinaciones de ingredientes. De entre todos ellos, destaca la fama del Restaurante Pizzería Salvatore, por su vinculación a Italia y su asentada trayectoria en la ciudad.
El italiano Salvatore Bellavista está detrás de este proyecto, que puso en marcha de la nada hace casi tres décadas. Llegó a Asturias por amor y por casualidad. Su mujer es madrileña, pero tenía una hermana casada en Oviedo. «Yo venía de París de hacer una entrevista, porque trabajaba de director de hotel, y me dijo que me pasara por aquí, porque estaba en casa de su hermana de visita», recuerda.
«Vine, mi cuñado se interesó y me dijo que tenía que hacer algo aquí, abrir un restaurante», cuenta. Y eso fue lo que le empujó a la hostelería. «Empezamos a mirar hasta que encontramos este local, que era un concesionario de coches de Peugeot y lo convertimos en restaurante en el año 1994», rememora.
![Salvatore Bellavista en la cocina de su restaurante italiano, en el que la pizza es la estrella.](https://img.lavdg.com/sc/Zt7NP63CYM2yc5uleu9hyheq3y4=/480x/2023/02/08/00121675859477915601559/Foto/salvatore4.jpg)
El camino hasta ser una de las pizzerías más reconocidas de Oviedo no fue fácil. Cuenta que «el inicio fue un poco duro, la verdad. Tuvimos que pelear mucho porque hicimos el restaurante entero, de cero. No tenía nada que ver con lo que ves ahora, esto era un garaje con coches aparcados y tuvimos que hacerlo restaurante, entonces la inversión era muy alta y esta zona todavía no estaba tan desarrollada como ahora que hay muchos comercios, algunos edificios ni estaban».
Pero «poco a poco la gente nos fue conociendo» y la clientela empezó a aumentar. Hasta ahora, que «estamos encantados y la gente, también», celebra Salvatore. El secreto del éxito es la «cocina típica italiana», asegura explicando que todos los productos de la carta «los hacemos nosotros, plato a plato, todo aquí y al momento. Yo preparo el tiramisú, la lasaña es casera, tenemos pasta fresca…».
La «estrella» es la pizza
Pero sin duda la «estrella» del restaurante, ubicado en la calle Gloria Fuertes de Oviedo, es la pizza, que elaboran en un horno de leña separado de la cocina y a la vista de los comensales. Para él este horno es «el secreto verdadero» de sus pizzas. Lo trajo desde la ciudad italiana de Módena y la instalación tampoco fue fácil, pero le ha dado muchas alegrías. Pesa 1.200 kilos y ponerlo en funcionamiento «nos costó mucho trabajo», tanto por los requisitos que hay que cumplir para que pueda funcionar dentro de un restaurante y conviva con la cocina, como por sus dimensiones, que hicieron necesaria la construcción de una gran base para que no se hundiese el suelo. Pero ahora, el roble con el que cada mañana prende el horno da a sus pizzas «un sabor especial». Para Salvatore, incomparable con cualquier otra forma de cocinar este producto y «lo que más le presta a la gente».
![Gabriel, cocinero de la Pizzería Salvatore, prepara el horno y las masas a diario.](https://img.lavdg.com/sc/Dq1QnwbQzmcyRVNerRi-gR4vhoU=/480x/2023/02/08/00121675859084994630380/Foto/salvatore1.jpg)
El otro secreto está en la masa, cuya receta no ha variado desde que abrió el restaurante y que heredó de sus abuelos. «Amasamos todos los días. Es una masa fresca que hacemos todos los días, que lleva masa madre y con la que llevo trabajando toda la vida, sin cambiarla», confirma.
En la carta del Restaurante Salvatore las pizzas son las grandes protagonistas. Tiene más de 25 diferentes: de recetas básicas como la Margarita a otras que incluyen cecina, jamón, gulas, langostinos y hasta almejas. Salvatore Bellavista asegura que las favoritas entre sus clientes son la Pino y la Donatello. La primera fue finalista del campeonato que buscaba a la mejor pizza de Asturias en el 2019 y sus ingredientes son tomate, mozzarella, langostinos, setas, queso de cabra y orégano, una mezcla «muy sabrosa y muy rica». Pero la que «más se pide y se vende muchísimo» es la Donatello, su estrella. En este caso, sobre la masa hay mozzarella, bacon, boletus, paletilla ibérica, escamas de parmesano, rúcula y orégano.
Adaptarse a los nuevos tiempos
En el Restaurante Salvatore siguen fieles a su esencia, la de la cocina típica italiana elaborada de forma casera, pero también han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Así, cuentan con servicio a domicilio para los que prefieran degustar sus pizzas o su pasta en casa. Además, recientemente han incorporado la opción sin gluten, para que la celiaquía o la intolerancia a esta proteína no impidan disfrutar de sus pizzas.
![La masa, con una receta antigua heredada de sus abuelos, es uno de los secretos de las pizzas de Salvatore.](https://img.lavdg.com/sc/2iqaVpVd0CaSYz2_bq-ky6l_q9A=/480x/2023/02/08/00121675859216970812904/Foto/salvatore2.jpg)
Entre este colectivo se ha corrido la voz y «hay una venta increíble», asegura Salvatore. «Tenemos unos platos especiales para meterlas dentro del horno y que no se contaminen, hay un proceso un poco particular de hacerlas pero evidentemente, lo que me da más alegría es que cada vez hay una venta más alta de pizzas sin gluten», celebra.
Su modo de hacer, elaborando los productos de forma «casera» y a diario, supone «un trabajo un poco más duro, porque hay que dedicarle muchísimas horas», explica Salvatore poniendo algunos ejemplos: cortan «al momento» ingredientes como los champiñones o la cebolla y hacen sus propias salsas. Pero, al final, esas tareas han dado su recompensa. «Viene gente hasta de Italia que nos dice que no hay comparación incluso con lo que se hace allí», presume.