Entrevista con el delantero carbayón, uno de los hombres claves del equipo de Anquela
11 oct 2018 . Actualizado a las 13:14 h.Joselu Moreno (Cartaya, Huelva, 1991) llegó al Real Oviedo en verano tras unas duras negociaciones y con la responsabilidad de ser el 'hombre gol' del cuadro carbayón. Ocho jornadas después, y a pesar de sumar dos goles, se ha ganado a la afición oviedista gracias a su incansable trabajo en el césped.
La Voz de Asturias charla con el delantero onubense sobre su aclimatación al club, el juego del equipo en estas primeras jornadas y lo que se puede esperar de esta temporada tan difícil como apasionante.
-Pregunta: Ya llevas dos meses en Oviedo, ¿qué tal la adaptación a la ciudad, al club y al vestuario?
-Respuesta: Pues muy contento, la verdad. La ciudad es muy tranquila, la afición me muestra mucho cariño y encima el tiempo está acompañando, que es algo que me iba a costar un poco.
El vestuario muy bien, somos pocos pero muy buena gente. No hay ningún mal rollo ni ningún “especialito” que vaya de estrella, somos todos muy humildes.
-¿Te ha dado tiempo de conocer algo de Asturias o de Oviedo?
-No me ha dado tiempo todavía. Hemos jugado bastantes partidos fuera de casa y en los días libres estaba un poco cansado. En cada equipo que estoy siempre me gusta conocer el lugar, pero de momento he visto poco.
-Carlos Hernández coincidió contigo en Lugo y fue una de las personas que más insistió en que vinieses a Oviedo. Saul Berjón también, ¿lo conocías?
-No, a Saúl no. Carlos sabía de la oferta e intentaba convencerme y Saúl me llamó en función de capitán, además de ser muy amigo de Carlos, supongo que le diría algo.
Me enviaban fotos de cuando estaban en el gimnasio o calentando, me abrieron las puertas de su casa y es de agradecer que te acojan así en un vestuario.
-Tu fichaje fue una de las operaciones más largas y costosas del verano. ¿Es un halago y a la vez una gran responsabilidad?
-Tuve bastantes propuestas, sí. Cada día era una cosa diferente, hablaba con mi representante casi más que con mis padres. Durante el verano estuve muy agobiado. Estaba en Granada pero sabía que tenía que salir y mi cabeza no estaba donde tenía que estar.
Cuando hablé con Ángel Martín yo le di mi palabra, hubo varios equipos que insistieron pero no podíamos decir que no. Y no me arrepiento para nada de haber venido.
-El domingo, ante el Albacete, el Oviedo jugó con tres centrales y carrileros. ¿Habías jugado con ese esquema alguna vez? ¿Cómo te encontraste?
-Sí había jugado con ese sistema pero siempre con dos delanteros, nunca yo solo. Mi miedo era no llegar tanto al área y verme muy solo por ahí, pero me sorprendió para bien. Este esquema es muy engañoso, somos cinco atrás pero si los carrileros suben como lo hicieron el otro día acumulas mucha gente arriba.
-¿Cuál crees que fue el problema de los anteriores partidos en casa? Ante el Extremadura sí se vio un buen Oviedo, pero en los siguientes al equipo le costaba mucho tener fluidez con balón.
-Ante el Extremadura al final empatamos, contra el Zaragoza nos salió todo horroroso y el Elche estuvo mejor que nosotros. No encuentro una explicación pero cuando no ganas puede faltar confianza y cuesta más pedirla.
En el fútbol se puede jugar bien de muchas maneras, ahí está el ejemplo del Atlético de Madrid. Pienso que todos los que juegan “bonito” en Segunda están abajo, lo vimos el año pasado con varios equipos. Yo prefiero ganar aun jugando mal, la verdad.
-¿Crees que el aficionado medio infravalora al jugador de Segunda en general y al delantero en particular?
-Si te das cuenta en Primera hay grandes delanteros que han pasado por Segunda y que ahora están dando muy buen rendimiento. Ahí están Molina, Sergi Enrich, Ángel, Roger, Raúl de Tomás…
La diferencia entre Primera y Segunda es que arriba hay mucho dinero, pero en el caso de los jugadores nacionales no veo tanta. Seguramente el delantero de Segunda tiene que trabajar y correr más que en Primera.
-Se ha hablado mucho del potencial de la Segunda de este año. Tú cumples tu octava temporada en la categoría, ¿es para tanto? ¿Te ha sorprendido algo?
-Lo veo un poco como siempre, pero sí es verdad que este año para el aficionado la Segunda igual es más competitiva y más bonita de ver que la Primera. Hay 15 equipos que quieren y pueden subir y cada partido es de mucho nivel.
Tenemos que ser conscientes de que será un año difícil y complicado, pero esperemos que en la ultima jornada el equipo esté en disposición de luchar por algo bonito.
-¿A partir de qué mes el vestuario comienza a mirar la clasificación?
-Es que yo tengo muchos ejemplos de todo lo que puede pasar en Segunda. En mi primer año en el Recreativo, en Navidades le llegamos a sacar 13 puntos al tercero y al final no nos metimos ni en playoff. Estuvimos tres meses sin ganar.
El curso pasado el Sporting perdió en Granada en el último partido de 2017 y estaba a ocho puntos del playoff, despés no se metieron segundos porque en los tres últimos partidos fallaron y luego mira qué pasó en el playoff.
A partir de marzo o abril es cuando hay que estar bien posicionado en el pelotón, apretar los dientes e intentar acabar arriba en la clasificación.
-En el Villarreal B coincidiste con Trigueros, Mariño, Jaume Costa, Kiko Olivas, Lejeune, Iriome, Gerard Moreno…
-Era un gran equipo, sí. Y un gran vestuario. Tenemos el típico grupo de WhatsApp y todos los veranos nos vamos de vacaciones, somos amigos. Mariño por ejemplo, que ahora es el enemigo por así decirlo, es mi amigo desde pequeño. Cuando nos enfrentemos no habrá amistad, claro.
-Hablando de filiales, ¿te están sorprendiendo los chavales del Vetusta? ¿Los ves preparados para aportar desde ya?
-Lo están haciendo muy bien. En su Liga van arriba en la tabla y cuando vienen con nosotros demuestran muy buen nivel. Tienen capacidad de sobra para jugar en Segunda y se ha visto este último fin de semana con Javi Hernández, que lo hizo perfecto. Al igual que Cortina o Steven.
-Comentaste alguna vez que te gustaría ser entrenador. ¿De los que has tenido durante tu carrera quién te ha marcado o de quién vas a coger cosas para el futuro?
-Tengo una libreta y siempre me gusta apuntar lo bueno y lo malo de cada entrenador que tengo. Lo que no me ha gustado intentaré no hacerlo y lo que sí pues me lo guardo. Creo que seré un entrenador parecido a lo que soy como jugador: intenso y apasionado.
-Aquí en Oviedo tienes un buen ejemplo.
-Sí, la verdad es que me siento muy identificado con el míster. Es un hombre que le pone mucha pasión y que te dice las cosas a la cara. Si te parece bien mejor y si no pues agachas la cabeza y a seguir.
-Creo que eres un gran aficionado a los juegos tipo mánager, ¿tenéis Comunio en el vestuario?
-No, estoy jugando con mis excompañeros del Granada. Quise hacerlo aquí pero solo se apuntaron dos o tres.
-¿Jugáis al Comunio de Segunda? ¿Tienes alguna anécdota con compañeros o rivales?
-Sí, sí. Sobre todo intentaba fichar a los compañeros porque sabía si iban a jugar o no {risas}. Y una norma era que cada jugador siempre se tenía que tener en su equipo.