El que fuera jugador y entrenador del Oviedo dirigió al delantero senegalés en el filial del Atlético
24 jul 2018 . Actualizado a las 12:25 h.El interés del Real Oviedo en Ibrahima Baldé ha pillado por sorpresa a mucha gente dado que su etapa en España parece ya muy lejana. El senegalés se marchó de Osasuna en 2012 y desde entonces pasó por el fútbol ruso, francés y rumano.
Ibrahima llegó a España de la mano del Atlético de Madrid, que lo fichó en el verano de 2008 cuando estaba en el filial del Vélez Sarsfield argentino. Tras un primer año de adaptación en el filial colchonero, la 09/10 es su primera gran temporada en el fútbol español.
A los mandos de aquel filial del Atlético de Madrid estaba Antonio Rivas, histórico jugador del Real Oviedo en los 90 e histórico entrenador también en los años más duros del club carbayón, cuando dirigió al equipo en el último año del Oviedo en Segunda y en las primeras temporadas en Tercera, consiguiendo el ascenso a 2ªB en 2005.
«Siempre es difícil opinar de estos jugadores, hace mucho tiempo que no le veo», nos dice el técnico. Como en todo, es necesario contextualizar: Rivas le tuvo hace ocho años, cuando el jugador todavía no había superado la veintena, así que no sería extraño que algunas de estas características hayan cambiado a lo largo del tiempo.
«Ibrahima es una referencia, pero tiene bastante movilidad aun siendo un chaval de gran estatura. Tiene un buen físico», lo define el técnico ciudadrealeño. «Era un chico muy generoso en el esfuerzo, sobre todo a la hora de presionar arriba. Molestaba muchísimo la salida del contrario», señala.
Cuando le preguntamos por sus cualidades más reseñables, el exentrenador del Real Oviedo no tiene dudas: «Lo recuerdo como un delantero móvil, de bastante caída a banda y que su gran fuerte es el desmarque de ruptura, buscando siempre portería. Más eso que participar en la construcción de juego».
Con Rivas, Ibrahima se consolidó en el filial y llamó la atención de Quique Sánchez Flores, que le reclutó para el primer equipo a partir de enero de 2010. El senegalés debutó como titluar en un partido ante el Sevilla y se estrenó como goleador 15 días después ante el Sporting.
Ya hablando de lo que podría aportar al juego del Oviedo de Anquela, Rivas huye de la comparación entre Ibrahima y Toché: «No tiene nada que ver con Toché. Aunque sea un jugador alto, Ibrahima tiene mucha más movilidad, Toché es una referencia que dentro del área tiene un olfato muy marcado y, seguramente, superior a Ibra. Dentro de un físico parecido son dos perfiles distintos».
«Él busca la espalda de la línea defensiva, lucha con los centrales y realiza un esfuerzo continuo tirando desmarques. Es ese jugador que no tiene una grandísima relación con el balón pero que sí la tiene con el espacio, cuando aparecen es un jugador muy interesante», conluye el histórico jugador y entrenador del Oviedo.
Así era Ibrahima Baldé en sus inicios en España. Habrá que ver si en su más que probable aventura en el Real Oviedo puede volver a demostrar todas esas cualidades que hicieron que el Krasnodar pagase 4 millones de euros a Osasuna en 2012.