El nuevo escenario postpandemia traza un paisaje poco alentador, en el que se están formando clubes de convergencia entre comunidades con trayectorias muy distintas: el mapa estatal se polariza, con áreas de mayor crecimiento y otras, como el caso gallego, con muchas más dificultades para afrontar y consolidar un relanzamiento socioeconómico. En la comparativa con el resto, la comunidad sale mal parada en evolución de ocupados, crecimiento del PIB y distribución de la riqueza entre las capas sociales
Fernando González Laxe