El tope de aportaciones a planes de pensiones individuales bajará a 1.500 euros el año que viene

G. Lemos, A. Balseiro REDACCIÓN / LA VOZ

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PEPA LOSADA

Hacienda compensará el recorte con un incremento a 8.500 euros del límite de ingresos en los de empresa

07 oct 2021 . Actualizado a las 19:23 h.

Nuevo golpe al ahorro privado para la jubilación. El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2022 recoge un recorte en el tope de aportaciones a los planes de pensiones individuales, que a partir del próximo ejercicio no podrán superar los 1.500 euros anuales, un 25 % menos que los 2.000 que rigen actualmente. Así lo anunció ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que sin embargo quiso destacar que esa limitación en los ingresos en los planes individuales se compensará elevando la aportación máxima a planes de empresa, que pasará de 8.000 a 8.500 euros.

Hay que recordar que esos topes no operan solo a efectos fiscales, esto es, no son solo la cuantía máxima que se pueden reducir los contribuyentes en el IRPF, sino que se trata de un límite legal. Aun renunciando al beneficio fiscal, nadie puede aportar más que esa cuantía a su plan de pensiones. Si lo hace, tendrá seis meses, hasta el 30 de junio del año siguiente, para solicitar a la gestora de su plan la devolución del importe ingresado de más. En caso de no regularizar su situación, podrá ser sancionado y el importe de la multa ascenderá al 50 % de ese excedente.

Con la rebaja que entrará en vigor en enero, el límite de aportaciones a los planes de pensiones individuales se habrá reducido más de un 81 % en solo dos años. El Gobierno justifica ese profundo recorte blandiendo el estudio realizado el año pasado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal ( AIReF), que en su análisis sobre los beneficios fiscales concluyó que el incentivo a los planes de pensiones era regresivo, ya que el 10 % de los contribuyentes más adinerados acaparaban el 66 % del ahorro fiscal asociado a estos productos, ya que estaban en disposición de realizar aportaciones muy abultadas con el único propósito de rebajar su cuota del IRPF. Sin embargo, para las rentas medias y bajas el incentivo fiscal podía resultar negativo, advertía la AIReF, ya que no compensaba el coste que debía asumir el partícipe en forma de comisiones del plan y por la fiscalidad de las prestaciones una vez rescataba el dinero tras el retiro.

Según los estudios de la Autoridad Fiscal, antes de la reforma de este año solo un 29 % de los españoles que tenían contratado un plan de pensiones individual realizaban aportaciones superiores a los 1.500 euros anuales. En concreto, un 23,5 % ingresaban más de 2.000 euros (los afectados por la limitación en este ejercicio) y otro 5,5 % hacían aportaciones de entre 1.500 y 2.000, que el año que viene ya no estarán permitidas.

Fomentar los planes de empresa

La intención del Ejecutivo pasa por fomentar los planes de empresa, que de momento son residuales y apenas tienen implantación en grandes corporaciones, a la espera de que la Seguridad Social lance el fondo de pensiones público.

El problema de haber capado los planes individuales antes de poner el andamiaje de los nuevos vehículos de ahorro de empleo es que las aportaciones a los planes de pensiones se desplomaron en el primer semestre del año: un 94 %.