
Tiene la misma puntuación a estas alturas de campeonato
09 feb 2023 . Actualizado a las 20:07 h.A pesar de la ilusión generada en un verano histórico tras el cambio en la propiedad del Real Sporting de Gijón y tras muchos cambios desde hace 7 meses hasta hoy, hay una cosa que permanece inalterado: el rendimiento deportivo. Muchos son los paralelismos del presente curso con una temporada 21/22 que terminó siendo la peor de la historia rojiblanca a efectos clasificatorios en Segunda División. Un año lleno de sufrimiento para una afición ya experta en la materia.
En la presente temporada, después de haber realizado ya un cambio de técnico -la campaña anterior se dieron dos relevos-, la situación clasificatoria del Sporting es un calco respecto al curso anterior: tras 26 jornadas disputadas, el conjunto rojiblanco sumaba 32 puntos, al igual que en la actualidad, aunque con diferente balance al sumar por entonces una victoria más, pero cayendo derrotado en otros dos partidos más. En cuanto a goles, eso sí, más movimientos el curso pasado: 2 tantos más a favor y otros 4 más encajados respecto a la campaña actual.
A estas alturas, sin embargo, en el Sporting aún no se había dado el relevo en el banquillo, produciéndose el cese de de David Gallego a finales del mes de febrero. La reacción esta vez fue más temprana, y los resultados, mejores: Miguel Ángel Ramírez suma en sus primeros tres encuentros un triunfo, un empate y una derrota, 4 puntos que superan a los 0 logrados por José Luis Martí en su aterrizaje en El Molinón, que no encontró el triunfo hasta su quinto encuentro dirigido.

De hecho, tales son los paralelismos que varias jornadas de las últimas semanas la puntuación se mantenía igualmente calcada. Abelardo fue cesado tras la derrota en Santander en la jornada 23 del campeonato, dejando al Sporting con 28 puntos en su casillero. El equipo dirigido por David Gallego a estas mismas alturas de campeonato llevaba una unidad más, 29, pero el catalán lograría mantenerse en el cargo un mes más tras conseguir una victoria ante la SD Amorebieta y una goleada ante el CD Mirandés en un encuentro clave, aunque una derrota posterior sería la gota que colmó el vaso para anunciar su cese durante una Junta Ordinaria de Accionistas, modus operandi clásico en la gestión Fernández.
El inicio de ambas temporadas fue ilusionante y prometedor, aunque la caída del equipo la campaña pasada fue mayor, llegando a liderar la clasificación tras las primeras 10 jornadas de campeonato. Este año Abelardo logró entrar y merodear por los puestos que dan acceso al playoff en las primeras semanas del calendario futbolístico, pero poco a poco se fue descolgando. Sin embargo, aunque en cuestión de puntos la cosa está igualada, hay diferentes factores externos que han generado nerviosismo entre la afición.

En primer lugar, el Sporting se ubica dos posiciones más abajo en la tabla este curso respecto al anterior a estas alturas (16º en lugar de 14º). Además, la permanencia está ahora mismo más cara, pues la distancia con el rival que marca el descenso (la SD Ponferradina precisamente de David Gallego) es inferior a la del curso pasado: 5 puntos sobre el cuadro berciano por los 7 que había de diferencia con la SD Amorebieta en la 21/22 a estas alturas. Igualmente, aunque el playoff esté a una distancia muy similar (10 puntos este año y 9 el anterior), un motivo de ligero alivio puede ser el hecho de que la clasificación sí está más comprimida por el centro, con tan solo dos puntos de distancia con el noveno clasificado actualmente, el Tenerife. Sea como fuere, nadie quiere repetir lo sucedido el curso anterior, y por más que se fijen unos objetivos u otros, lo prioritario ahora es lograr cambiar la dinámica de resultados para no encontrarnos abocados de nuevo a luchar de forma agónica por la permanencia. Misión encomendada ahora a Ramírez. Resulta vital alejar los fantasmas del descenso.