
Sigue una rutina especial con el readaptador de la Selección
09 feb 2023 . Actualizado a las 18:10 h.No apuntaba a ser una temporada sencilla para Nacho Méndez, pero el fútbol le guardó el peor revés posible. En una pretemporada en la que se barajaba su salida, el centrocampista luanquín decidió quedarse y dar un paso al frente para demostrar al por entonces técnico rojiblanco, Abelardo Fernández, que podía ser una pieza de utilidad para su Real Sporting en la presente temporada. Unos positivos ensayos en verano y la oportunidad de sumar minutos en la primera jornada de liga abrían un camino de esperanza para él. Cosa que en apenas un mes se truncó.
Nacho sumaba su tercera participación del curso en Tenerife, siendo por primera vez titular en el once rojiblanco de Abelardo. Muestra inequívoca de cómo el centrocampista, contando con importante competencia en su posición, había dado la vuelta a su situación. Aquel día, la gran mayoría de la crítica coincidía en poner en valor los minutos que había tenido Nacho Méndez sobre el césped, pero el clima general era de preocupación. El luanquín había tenido que abandonar el terreno de juego a la media hora de partido tras lesionarse en la disputa de un balón dividido. Uno de esos gestos raros, antinaturales, que te hacen temer lo peor. Y los peores presagios se cumplieron.
Escasos tres días después de aquel 30 de septiembre se confirmaba el diagnóstico: Nacho Méndez se había roto el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, una lesión clásica en el mundo del balompié y que trae consigo un largo periodo de recuperación. El centrocampista, visiblemente afectado los días posteriores cargando con muletas y una aparatosa férula en su pierna, pasó por quirófano pocos días después, quedando en manos de un Antonio Maestro especialista en ese tipo de intervenciones. Un nombre de actualidad después de confirmarse su desvinculación del Sporting.

La rápida y eficaz intervención le permitió iniciar el periodo de recuperación, con unos primeros meses de reposo para que la herida fuera cicatrizando, mientras Nacho veía sentado en las escaleras los entrenamientos de sus compañeros, algo psicológicamente siempre duro, y un tramo actual en el que ya ha podido recuperar la sonrisa. La evolución del luanquín ha sido muy positiva en estos primeros 4 meses, trabajando primero mano a mano con los fisios del club, muy relevantes en este proceso, en muchas sesiones de gimnasio y masaje para ir recuperando poco a poco la movilidad articular en la zona de su rodilla izquierda. Ahora, en manos especialmente de Lorenzo del Pozo, readaptador del club y de la Selección Española.
Junto al gijonés, una persona imparable en el deporte y el esfuerzo físico, Nacho Méndez sigue una rutina diaria de ejercicios para ir fortaleciendo la zona del músculo e ir recuperando tanto la movilidad y la agilidad en sus piernas como especialmente la fuerza. De hecho, dentro del abanico de recursos del readaptador, el club ha subido recientemente un vídeo en el que se ve a Del Pozo trabajando junto a Nacho Méndez en el arenal de la playa de San Lorenzo. Un trabajo sobre una superficie blanda, pero que a su vez requiere de importantes esfuerzos en sus piernas para llevar a cabo los ejercicios propuestos por el gijonés.

Si bien a cualquier mortal le parecerían imágenes suficientes como para creer que ya está en condiciones óptimas, el entorno competitivo exige una preparación especial. El proceso de recuperación sigue su curso y los plazos marcados, sin forzar ninguna situación al tratarse de una lesión de tamaña gravedad. La idea es que Nacho pueda recibir el alta médica a partir del mes de abril, cumpliendo con los 6 meses de recuperación habituales en este tipo de lesiones. A partir de entonces, trabajo físico y con balón para ir recuperando el tono y poder mantener un ritmo cercano al de la competición para terminar integrándose a los entrenamientos con sus compañeros de cara al último mes del calendario futbolístco. Aún queda para ello, pero el club ha mantenido la esperanza de volver a verlo de corto este curso, de ahí que lo hayan mantenido inscrito federativamente, a diferencia de Axel Bamba. Sea como fuere, si bien es importante devolver la normalidad a esa rodilla, Nacho Méndez ya ha podido recuperar la sonrisa, y ese también es un gran paso adelante, mientras sus problemas de rodilla están más cerca de ser cosa del pasado.