Silla del Rey, el banco monumental que marcó la entrada a Oviedo y pervive sumido en el olvido
LA VOZ DE OVIEDO
El canapé fue símbolo de una época pero hoy no tiene quien lo cuide: la piedra está ennegrecida y colonizada por plantas, musgos y hasta chicles. Tampoco hay una sola placa que indique a los viandantes qué es y su verdadera historia. Una experta analiza su relevancia y la necesidad de intervenir y «dignificarlo»
14 may 2024 . Actualizado a las 11:57 h.Silla del Rey no es la escultura más antigua de Oviedo. Principalmente, porque no se trata de una escultura, aunque se haya considerado como tal y su ubicación actual pueda dar pie a pensar en ello. Es un banco monumental realizado en piedra y cuya autoría se atribuye al arquitecto Manuel Reguera. Una construcción formada por varias piezas y que incluye un escudo tallado que se intuye en lo que hoy se conserva. Data de 1776 y tanto el paso del tiempo como la falta de cuidados han hecho mella en su estado actual: está completamente ennegrecida y las plantas y el musgo han colonizado parte de su superficie.
Este canapé se encuentra ubicado en la esquina entre la calle que lleva su nombre y Fuertes Acevedo, un lugar próximo a su ubicación original tras haber sido desplazado al Campo de San Francisco, donde estuvo tres décadas, entre los años 1968 y 1998. No hay ninguna señal en su entorno que hable de su historia ni de su importancia. Para la gran mayoría de viandantes, el monumento de la Silla del Rey pasa completamente desapercibido.
Su origen se remonta, por tanto, al siglo XVIII. No fue el único canapé de estas características realizado en Asturias. En Avilés se conservan dos de la misma época y en Covadonga, uno. Coincidieron todos ellos con el reinado de Carlos III. «Formaban parte de un programa que había en aquel momento para monumentalizar la entrada a las ciudades», explica María Pilar García Cuetos, catedrática de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo. Solían colocarse en entornos agradables y permitían a la gente hacer un alto en el camino.
En este caso, Silla del Rey marcaba el itinerario hacia Galicia y servía como hito para quienes se dirigían a Oviedo desde ese acceso, puesto que indicaba que quedaba poco para llegar a la ciudad. El propio Ayuntamiento indica que se realizó tras culminarse el camino hacia Las Caldas. Pero, ¿por qué es tan importante para la ciudad? La catedrática de Historia del Arte afirma que «habla de un momento histórico muy relevante en Asturias y en España como es la Ilustración». En este sentido, asegura que durante esta época se trabajó en todo el país para mejorar las redes de comunicación existentes y este canapé es un verdadero símbolo de aquel momento.
Además, María Pilar García Cuetos explica que coincide en el tiempo con importantes reformas en la ciudad de Oviedo: «En el siglo XVIII se construyeron palacios o el nuevo hospicio, lo que hoy es el Hotel de la Reconquista. Fue un momento muy interesante de la historia de Oviedo». Por eso, la experta cree que «merecería dejar de ser la escultura más antigua, porque no lo es, para convertirse en una parte muy importante del paisaje del Oviedo de la Ilustración».
«Nos está hablando de un momento histórico en el que se da mucha importancia a la modernización del país, a la mejora de las comunicaciones y al embellecimiento de las ciudades», subraya la catedrática de la Universidad de Oviedo. Reconoce, además, que son pocas las urbes que mantienen estas entradas monumentales, que en algunos lugares también se hicieron en forma de arco, como la conocida Puerta de Alcalá de Madrid.
Restaurar y dignificar
Lo cierto es que ese contexto en el que la Silla del Rey fue instalada en un lugar preciso se ha perdido a día de hoy, puesto que el desarrollo de la ciudad ha hecho que el casco urbano rebase por completo ese límite. «Está muy sacado de contexto», reconoce García Cuetos. «La idea fue devolverlo del Campo de San Francisco a su sitio original, pero si no lo explicas ni creas un entorno que permita a la gente entender qué era…», lamenta. «Hay que separarlo, de alguna manera señalarlo y sacarlo de estar embutido en la acera como una cosa sin ningún tipo de transición», propone.
García Cuetos cree que esa falta de contexto y de información que permita a los viandantes saber el significado de ese monumento antiguo ha hecho que esté «olvidado». «Tal y como está, pasa totalmente desapercibido y está muy degradado», admite. Para recuperar su esplendor, sería necesaria una intervención que permitiera ponerlo en valor. El primer paso tendría que incidir en realizar un diagnóstico certero sobre su estado y sus necesidades.
En esto, el tiempo apremia. «Los deterioros no van a mejor y siempre vale más hacer una conservación preventiva y adelantarse a los daños antes de que se produzcan, no esperar a que un elemento esté tan degradado, porque luego hay que tomar decisiones», explica la catedrática de Historia del Arte. En todo caso, cree que merecería la pena que se trabajara en su recuperación.
«Necesita restauración y conservación y que se dignifique el entorno, que expliquen lo que es, porque no cuesta tanto poner unos paneles informativos», apuesta García Cuetos. Cree que «no sería una restauración costosa y sí con mucho impacto social tanto para el barrio como para los cada vez más visitantes que vienen a Oviedo». Al fin y al cabo, se trata de un banco monumental «muy interesante» que sirve para conocer mejor la historia de la ciudad durante los años de la Ilustración.
El ejemplo de Avilés
Los Canapés de Avilés son otro de los ejemplos asturianos de esta monumentalización de las entradas de las ciudades, que se llevó a cabo durante el reinado de Carlos III. En este caso, marcaban la entrada por la carretera de Oviedo y también sufrieron años de abandono, aunque afortunadamente recuperaron su esplendor tras una restauración que culminó en 2022.
Normalmente se colocaban dos bancos monumentales, uno a cada lado de la carretera de acceso. En Avilés se conservan ambos. Tras una intervención que supuso una inversión superior a los 300.000 euros, Los Canapés de Avilés lucen como nuevos y son los grandes protagonistas de un entorno pensado para resaltar su importancia.