El paraíso de la cerveza natural en Oviedo está en este local de la calle La Lila
LA VOZ DE OVIEDO
En Vivalabirra ofrecen alrededor de 200 referencias, tanto nacionales como internacionales, para comprar o probar en su sala de catas. Sus impulsores apuestan por lo tradicional ante lo industrial y avisan: «Existe una variedad tan grande que siempre va a haber alguna que te guste»
08 sep 2023 . Actualizado a las 11:22 h.La cerveza es una de las bebidas más antiguas de la humanidad y sus ingredientes tradicionales son el agua, la malta, el lúpulo y la levadura. Con ellos, hay más de un centenar de estilos naturales diferentes, que no coinciden precisamente con las grandes marcas que se pueden encontrar en la mayor parte de los bares de nuestro país. Con ellos trabajan en Vivalabirra, un local situado en la calle La Lila de Oviedo que se ha convertido en un auténtico paraíso para los cerveceros y que está a punto de cumplir 11 años. Es muy diferente al concepto de establecimiento de hostelería al que estamos acostumbrados y su filosofía pasa por exaltar la cultura de la cerveza, como ocurre en los países con más costumbre: «Sentarse, degustar una, charlar, probar otra y conocer gente con tu misma afición», cuentan sus responsables, Héctor Alcolea y Karol Herrero.
En su local cuentan con una amplia tienda que se completa en la parte trasera con un «tap room», una estancia en la que disfrutar de las referencias de los seis grifos de cerveza, participar en una cata cada jueves con las convenientes explicaciones u organizar un evento privado donde la «birra» es siempre la protagonista. El concepto con el que tanto Héctor como Karol soñaban cuando echó andar el negocio, en el año 2012 y con el formato de tienda en el Centro Cívico.
Antes, él se enganchó a este mundo durante un viaje a Londres, donde descubrió que existían los estilos de cerveza por encima de las marcas. Después empezó a coger fuerza un movimiento en el que algunas cervecerías comenzaban a crear «su propia birra» y se dio cuenta de que «hay mucho más de lo que se conoce como industrial». Empezó a investigar y en ese tiempo ambos se trasladaron a Asturias para continuar con su estudio de diseño e ilustración, su dedicación principal. La cerveza era una afición hasta que Héctor y un amigo dieron el paso de abrir la tienda, coincidiendo también en años con el bum de la cerveza artesanal asturiana. Fueron unos años para ampliar conocimientos y presentarse. Héctor llegó, incluso, a hacer catas a domicilio con ese fin.
Hasta que, al fin, y con Karol ya como compañera de negocio, pudieron abrir su tienda-bar para ofrecer a los ovetenses lo que consideran un «ocio alternativo». «Hay vinotecas, sitios gourmet, de destilados… Es algo que tenía que funcionar porque la buena cerveza no es tan prohibitiva como lo puede ser un buen vino o un buen whisky», defiende Héctor Alcolea.
Con el paso del tiempo se han convertido en «una especie de club social» donde dejarse aconsejar, descubrir sabores y compartirlos entre clientes y propietarios, que han logrado crear una comunidad conjunta, algo que buscaron «desde el principio». «Queríamos hacer de esto algo muy personal, y eso implica que el trato con los clientes es muy cercano y acabas creando hasta un grupo de amigos; a nosotros eso nos da mogollón de satisfacción», reconoce Karol.
Eso es lo que trae consigo la «cultura de la cerveza» que han querido asentar en Oviedo los impulsores de Vivalabirra. Un modelo de negocio poco convencional que empezó a despegar «muy despacito» y que ha logrado hacerse un hueco en la oferta de la capital asturiana. «Sabíamos que currando mucho había espacio», confiesa Héctor al relatar su trayectoria.
Unas 200 referencias de cerveza natural
En el local, Karol y Héctor dejan ver también que son profesionales del diseño. Todo está perfectamente organizado y distribuido para que la experiencia sea completa. En la parte de tienda tienen secciones fijas, detalla él: «Hay una pared tradicional de estilos históricos alemanes y belgas, las fermentaciones espontáneas que es birra que se hace como antaño al aire libre, una zona un poco más friki y un espacio para lo asturiano». En el mundo de la cerveza natural hay más de un centenar de estilos catalogados y en Vivalabirra intentan llegar al máximo posible. No los tienen todos pero suman unas 100 referencias fijas, entre 20 o 30 asturianas y otro centenar que se van renovando. «Puedes tener alrededor de 200 referencias más seis en barril siempre», asegura confirmando que cada semana trae «unas 30 nuevas». Esas novedades son muy reclamadas por su clientela habitual y suponen una fórmula de fidelización, pues son muchas las personas pendientes de la llegada de nuevos sabores.
Las hay difíciles de conseguir, para lo que Héctor y Karol cuentan con una red de pequeños importadores. El objetivo es «tener cosas distintas y que llamen la atención», aseguran. Llegan de los países cerveceros por excelencia de Europa, de Estados Unidos y hasta de Australia y Nueva Zelanda. También hay productores nacionales y, por supuesto, asturianos.
Un estilo para cada gusto
Los impulsores de Vivalabirra animan a los ovetenses a probar la cerveza natural. «Cerveza es un concepto súper amplio y si consideras que es una bebida que te mola, puedes descubrir de dónde viene y cómo se hace realmente. Hay que abrir la mente y conocer lo tradicional, que no tiene nada que ver con los sabores a los que estamos habituados», confirma Héctor. Karol apoya su mensaje y añade: «Hay gente que se inicia y te dice "ya no puedo beber nada por ahí que no sea natural", porque al final si pruebas esto y te gusta, vas a odiar el sabor de la birra industrial».
Además aseguran que entre los más de 100 estilos de cerveza natural «es súper raro que alguien no encuentre nada que le guste». En la actualidad es la IPA la que está «más de moda» junto a la Neipa, aunque dejarse aconsejar por los dueños de Vivalabirra te acaba llevando al negro: «Es nuestro estilo favorito y hemos llevado a la gente un poco a nuestro terreno», reconocen Héctor y Karol.