El colectivo ya ha contactado con la familia a través de Luis Alfonso de Borbón
09 nov 2018 . Actualizado a las 17:32 h.La historia de la exhumación de los restos de Franco vive cada día un capítulo más sorprendente. A los continuos retrasos en la fecha anunciada por el Gobierno sobre el inicio de los trabajos en el Valle de los Caídos se suma el debate sobre el lugar en el que deben depositarse los restos del dictador. Ahora, la Hermandad de Defensores de Oviedo ha ofrecido una alternativa. Un panteón en el cementerio de El Salvador que la organización tiene en Oviedo. Desde el colectivo señalan que ya se han puesto en contacto con la familia.
Con el ofrecimiento, la Hermandad quiere mostrar su reconocimiento «al que fue Capitán de la Cruzada que salvó a Oviedo -y a España- de caer en las garras de la barbarie roja, primero con su intervención directa en la Revolución de Octubre en 1934 y más tarde con motivo de la Liberación de la ciudad por las fuerzas nacionales a su mando». Recuerdan además que el dictador se vivió y se casó en la capital de Asturias.
La Hermandad asegura que ya se ha dirigido a la familia Franco, a través de Luis Alfonso de Borbón, con este ofrecimiento para su valoración, «y si tuviesen a bien considerarlo y llegado el caso, autorizasen el traslado de los restos del Caudillo al Panteón de esta Hermandad».
El colectivo «garantiza» a la familia que la inhumación en su panteón «estaría rodeada del honor y la dignidad que corresponde a los restos mortales del Caudillo». «En ese panteón se encuentran los restos mortales de muchos defensores de la ciudad del asedio rojo en 1936. El último de ellos fue José Antonio Cepeda González, fallecido en 1999», explican desde la Hermandad. La organización también recuerda que el dictador es presidente de Honor de esta Hermandad desde el año 1954.
Desde la Hermandad lamentan que la actualidad en España «esté protagonizada por cambiar los nombres a las calles, reescribir la historia o remover restos mortales de las tumbas en que se encuentran». Por ello, «desearíamos que lejos de avivar odios y rencores, los españoles nos ocupáramos de los graves problemas de España, que no es ni mucho menos ni la memoria histórica ni sacar a Franco del Valle de los Caído».
