Nos deja Anita Sirgo: una mujer del sindicato, leyenda de Comisiones Obreras. Anita era una mujer infatigable, siempre pancarta en mano. Con más de noventa años (el próximo sábado, 20 de enero, cumpliría 94 años), siempre estaba en las movilizaciones: por las pensiones dignas, por el trabajo decente, por la igualdad en las reivindicaciones feministas o la reindustrialización y el empleo en las cuencas… E incluso en los actos conmemorativos como el que se celebró el año pasado en Mieres para rendir homenaje a quienes protagonizaron las huelgas del 62.
Porque su historia estará para siempre unida a la «Huelgona». Junto a Maruja Ramos, que también nos acaba de dejar, fue una de las mujeres del 62. Allí estaban ellas, participando en los piquetes en un momento de dura represión franquista, en primera línea, siempre dando la cara. La propia Anita lo explicaba: estaban en casa, en las cárceles con sus maridos y en las calles, en las manifestaciones y encierros.
Como se detalla en el cortometraje «A golpe de tacón», dirigido por Amanda Castro y que promovió CCOO de Asturias, Anita Sirgo fue detenida junto a Constantina Marrón y Tina «la de Juécara» en septiembre del 63, y trasladada a las dependencias de la policía; padecieron las consecuencias de la represión de la dictadura: fueron agredidas, retenidas más de un mes y se les cortaría el pelo al cero. Fruto de la barbarie franquista, Tina «la de Juécara», moriría poco después.
Fueron unas mujeres de enorme valor, ejemplo de las luchas feministas, de fuertes convicciones y mayor entrega, que se levantaron contra las injusticias e hicieron frente a la dictadura. Anita Sirgo, Tina Pérez, Celestina Marrón, Maruja Ramos, Nieves Ríos… estuvieron al frente de la reivindicación cuando hacía falta. La historia está en deuda con ellas.
Hay que seguir rescatando su memoria. Mujeres que merecen estar con nombre propio en la Historia del movimiento obrero, en la Historia de las conquistas civiles y laborales, en la Historia de la lucha contra la dictadura, con su coraje, fortalecieron la democracia, como relataba a principios de verano de 2023, en un homenaje que se le hizo en su Lada natal, poniendo el nombre al Centro Social, «si se consiguió la democracia fue por salir a la calle, a la movilización llevando palos, represión…».
Y es que nunca perdieron el tesón, siempre en primera línea. Como explicaba Anita Sirgo a la juventud sindical: «los tiempos cambian, pero los problemas son los mismos».
Hoy vamos a despedir a Anita Sirgo como ella pidió, rechazando un funeral al uso: pedía un último adiós en las calles, en una movilización reivindicativa, que terminará en el Pozo Fondón, en las puertas de mina, donde su lucha hizo historia.
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