La langreana, referente del Partido Comunista, tuvo un papel esencial en la huelgona de 1962
15 ene 2024 . Actualizado a las 14:03 h.Anita Sirgo (Langreo, 1930) ha fallecido a los 93 años, escasos días antes de cumplir los 94. Emblema de la lucha obrera y antifascista, fue toda una referente del Partido Comunista de España (PCE). Sirgo tuvo un papel fundamental en la huelga minera de 1962, más conocida como la huelgona, colaborando de forma muy activa a su éxito. Además, fue una de las 40 mujeres que protagonizaron el encierro en la catedral de Oviedo.
Sirgo, descendiente de familia minera muy comprometida con el comunismo, vivía en Lada. Finalizada la Guerra Civil, su padre formó parte de la resistencia mientras su madre era detenida en la cárcel de Arnao. Junto a unos familiares, Sirgo se fue hasta la localidad llanisca de Andrín, donde trabajó en el campo y colaboró como enlace para la guerrilla con apenas nueve años. Con doce fue detenida por la Guardia Civil, al igual que otros de sus familiares.
Fue en 1950 cuando Sirgo se casó con Alfonso Braña, minero en el pozo Fondón. Junto a su marido comenzó una intensa militancia en el PCE. Años más tarde, la langreana tuvo un papel esencial en el desarrollo de la huelgona, ya que ante un previsible fracaso varias mujeres, entre las que se encontraba ella, se organizaron en piquetes para cortar el paso de los esquiroles a los pozos. Con la huelgona en curso, Sirgo fue una de las 40 mujeres que protagonizaron el encierro en la catedral de Oviedo.
Represión, cárcel y exilio
Cabe recordar que la langreana, junto a otras mujeres como Tina Pérez o Celestina Marrón, formó parte de grupos clandestinos durante la huelga minera para recolectar alimentos. Fueron precisamente todas estas acciones en pro de la lucha obrera y antifascista las que llevaron a Sirgo a sufrir la represión. Sin delatar a ninguno de sus compañeros, fue encarcelada y rapada. En prisión fue sometida a varias torturas y llegó a quedar sorda de un oído debido a una paliza del por entonces capitán de la Guardia Civil, Antonio Caro.
La langreana, tras su paso por prisión, se exilió a París junto a otros miembros del PCE como Santiago Carrillo. Todavía en busca y captura fue en tierras francesas donde aprendió a leer y a escribir. Sin embargo, en 1966 decidió regresar al Principado de Asturias, donde nuevamente fue detenida y encarcelada. Históricamente comprometida con la lucha obrera, Anita Sirgo deja el legado de una mujer que mantuvo sus ideales intactos hasta el fin de sus días.
Por su parte, el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha querido mostrar su pésame en una publicación en sus redes sociales. «Sufrió humillaciones y represión por defender la libertad y hoy, todos los demócratas debemos honrar su ejemplo, porque su ejemplo vivirá siempre. Una referencia insustituible en la lucha durante la larga noche de la dictadura franquista», ha escrito el líder del ejecutivo asturiano, quien ha cerrado el texto aplaudiendo el compromiso y valores de la langreana: «Militó hasta el último aliento a favor de la justicia social».
La capilla ardiente de Sirgo estará en el salón de actos de la sede de CCOO del Nalón, en la calle Florentino Cueto en La Felguera, desde hoy a las 14:00 hasta las 21:00, y mañana, a las 16:30, se celebrará un acto de despedida y después se hará una marcha reivindicativa en su memoria hasta el Pozo Fondón; según indicó EFE.