Gijón renuncia a las ayudas estatales y el precio del billete de autobús subirá en julio

Sergio Muñoz Solís
Sergio M. Solís REDACCIÓN

GIJÓN

Autobuses de Emtusa, en Gijón. ARCHIVO
Autobuses de Emtusa, en Gijón. ARCHIVO EP

El Ayuntamiento se niega a implantar sanciones en la zona de bajas emisiones este año, como exige el Ministerio, y tilda esta exigencia de «chantaje»

30 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento de Gijón no cede ante el Ministerio y el precio del autobús subirá en el segundo semestre del año. Este miércoles vence el plazo establecido por Transportes para que los consistorios puedan solicitar un nuevo paquete de ayudas directas destinadas a subvencionar el transporte público durante la segunda mitad de 2025. El Ayuntamiento de Gijón rechazó acogerse a estas ayudas debido los requisitos impuestos por el Ministerio respecto a las zonas de bajas emisiones (ZBE). La declaración responsable que acompaña el proceso de solicitud de estos fondos obliga al municipio a tener operativa este mismo año una ZBE con un régimen sancionador en marcha, lo cual, en el caso gijonés, implicaría la entrada en vigor de la ZBE de La Calzada y las correspondientes multas.

Desde el gobierno local, se interpreta la exigencia del Ministerio como un «chantaje» con la finalidad de forzar la implementación de estas zonas de restricción de tráfico. Además, el acuerdo alcanzado entre el consistorio y las organizaciones vecinales respecto a la ZBE de La Calzada establece que no se impondrán sanciones hasta, al menos, 2028. Si bien este martes la Junta de Gobierno aprobó el proyecto técnico definitivo para su implantación, aún falta por aprobar la ordenanza municipal que la regule, la cual está prevista para «finales de año».

El concejal de Tráfico, Movilidad y Transporte Público de Gijón, Pelayo Barcia, recordaba tras la aprobación del proyecto técnico de la ZBE que las multas se vincularán a la puesta en marcha por parte del Ministerio de Transportes de «una alternativa al tráfico pesado en Príncipe de Asturias» y será «modulada con episodios ambientales». Gijón fue uno de los primeros municipios en expresar su oposición de forma oficial a las exigencias de Transportes. El consistorio alega que el barrio de La Calzada lleva décadas esperando una solución al tránsito de camiones por la avenida Príncipe de Asturias y que la zona sufre los efectos negativos de proyectos inconclusos como el vial de Jove.

El Ayuntamiento ha manifestado que no cubrirá con fondos propios la rebaja que se pierde, ni total ni parcialmente. De igual modo, Barcia asegura que no va a haber «ninguna afección» en las cuentas municipales, ni tampoco en las de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos (Emtusa), ya que en la elaboración de su presupuesto no se contemplaron «ni los ingresos ni los gastos» de la subvención estatal.

Ante este choque entre administraciones, el transporte urbano de Gijón dejará de contar, a partir del 1 de julio, con el descuento del 50% que actualmente permite viajar con tarjeta por 38 céntimos, tarifas que es aún más baja para menores de 26 y mayores de 65 años. Por lo tanto, el precio del billete será de 0,75 euros, el precio fijado por el consejo de administración de Emtusa.

Cabe destacar que, si en lugar de utilizar la tarjeta ciudadana se viaja con el título CONECTA del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA), solo se pagarán 45 céntimos, ya que este organismo sí cuenta con el respaldo económico del Ministerio. El CTA abona al Ayuntamiento la tarifa completa de 75 céntimos por cada viaje realizado.