
Noelia del Prado echa el cierre del restaurante gijonés para volver a sus orígenes: el campo
05 jul 2020 . Actualizado a las 17:08 h.Noelia del Prado es músico de profesión, concretamente pianista, pero la casualidad quiso que la gastronomía se interpusiera en su camino y acabó dedicando 18 años de su vida a ella. Se convirtió en cocinera de manera autodidacta, aunque no esconde que hay mucha formación y trabajo detrás. Proveniente de una familia de ganaderos y criada en el medio rural, cuando lo abandonó supo que no era un adiós, sino un hasta luego; y que acabaría volviendo al campo. Ahora, tras años siendo la propietaria de La Cuadra de Antón echa el cierre a este conocido restaurante gijonés. La idea del cambio le llevaba rondando por la cabeza bastante tiempo, pero la pandemia le ha dado el empujón definitivo. Comienza a gestionar la ganadería ecológica Casa Cabo.
Ya desde el verano pasado quería llevar a cabo este cambio para vivir de nuevo en el medio rural, y ganar calidad de vida. «Llega un punto en la vida en el que necesitas controlar tu a la vida y no la vida a ti», explica. Y es que no duda de su amor por su profesión y la gastronomía, pero el nivel de exigencia del sector le hacía llevar una vida «muy comprometida», y no tener apenas tiempo para dedicar a su vida personal y familiar. Con la pandemia del Covid-19, llegó el último empujón que necesitaba para dar el gran paso.
«Me propusieron una oferta interesante y acepté tras considerar que era el mejor momento porque, dada la situación, tampoco me apetecía seguir trabajando en estas nuevas circunstancias», asegura Noelia del Prado. Y así, pasará a ayudar en la gestión de Casa Cabo, donde la principal actividad de la ganadería es la producción de leche ecológica, pero que abarcan muchas más acciones. En la Reserva de la Biosfera Oscos/Eo, cuenta con una cabaña ganadera formada por Asturiana de la Montaña, potro asturcón, gocho asturcelta, miniponis, oveja xalda y cabra bermeya.
Desde sus inicios en el restaurante, Del Prado ha seguido los criterios de sostenibilidad, ha creído en el producto de proximidad, ha defendido las razas autóctonas y el producto ecológico. Todo ello porque lo considera patrimonio cultural, social y gastronómico. Buscando la coherencia con lo que ha dicho y hecho en La Cuadra de Antón, este era un paso destinado a darse. Ha decidido cambiar de estilo de vida para ganar en calidad de vida.