Riki y Javi Moreno, el camino más difícil desde El Requexón hasta el fútbol profesional
AZUL CARBAYÓN

Este domingo, con la camiseta del Albacete, volverán al Carlos Tartiere los canteranos oviedistas Javi Moreno y Riki. «Nunca me había imaginado la posibilidad de pisar el césped del Tartiere con una camiseta que no fuese la del Oviedo»
12 feb 2025 . Actualizado a las 21:36 h.El capitán y el último fichaje del Albacete Balompié tienen tres cosas en común: son ovetenses, oviedistas y canteranos del Real Oviedo. Riki Rodríguez (Oviedo, 1997) y Javi Moreno (Oviedo, 2000) vuelven a casa este domingo (Carlos Tartiere, 21:00 horas). Uno ya está asentado en tierras manchegas y es uno de los líderes del proyecto, el otro acaba de aterrizar en el fútbol profesional tras temporada y media destacando en Primera RFEF. Hace seis meses, ambos vibraron como cualquier oviedista con el playoff de ascenso que casi devuelve al Real Oviedo a Primera División. Ahora, ambos quieren llevarse los tres puntos del Tartiere. LA VOZ DE ASTURIAS los junta y la conversación fluye sola.
—¿Cómo se entera Javi Moreno del interés del Albacete?
—Con una llamada a las 15:30 horas, hace dos semanas o así. Me dijo que existía la opción del Albacete y que estaban muy interesados, tanto para pagar un pequeño traspaso. No tenía ni idea del interés, la verdad. Tenía bastante claro que la temporada la acababa en el Arenteiro y luego ya se vería, pero no lo esperaba para nada. Hubo un momento en el que parecía que se torcía todo y que no se iba a hacer, pero el sábado, dos días antes del cierre del mercado, me dijeron que parecía que iba a salir adelante la operación. Y no se cerró hasta el lunes, ojo.
—¿Días tensos?
—No tenía que pensármelo mucho. Cuando lo supe, dije a todo que sí. En el momento en el que se cerró todo la sensación era rara, una mezcla de orgullo, emoción y también algo de pena, porque en el Arenteiro me trataron genial y fui muy feliz.
—¿Y cómo se entera Riki, capitán del Albacete?
—Un par de días antes ya me empezó a llegar el tema. Un compañero en el vestuario, no sé si fue Álvaro (Rodríguez), que tiene el mismo agente que Javi, me preguntó por él y ya hilé todo. No quería escribirle porque no quería marearlo, tampoco sabía si el Albacete iba a ir hasta el final a por él. Esa misma noche, el lunes, ya le escribí.

—¿Os conocíais, no? Aunque Riki es tres años mayor.
—JAVI MORENO: Nos conocíamos, claro. Íntimos amigos no éramos porque nunca jugamos juntos, pero sí tenemos muchos amigos en común y, mismamente, en la previa del playoff contra el Espanyol tomamos algo juntos.
—RIKI RODRÍGUEZ: Justo lo hablamos ese día, que cuando yo estaba en el juvenil A del Oviedo a Javi le subieron un par de entrenos con nosotros, se ve que ya destacaba siendo cadete [risas]. Luego, cuando Javi empezó a entrenar con el primer equipo en la 21/22, yo ya me había ido a Burgos.
—Riki llegó a El Requexón en infantiles y Javi Moreno en benjamines. Y los dos salisteis del Oviedo al acabar en juveniles.
—RR: La primera fue la más dura, fíjate. Salí tres veces del Oviedo y la primera, cuando me fui cedido al Astur en mi segundo año juvenil, fue la más dura. Me ofrecieron seguir en el Liga Nacional en vez de promocionar con mi generación al División de Honor, para ellos no tenía nivel para eso y lo pasé mal cuando salí. Recuerdo tener la reunión en los Tensi e ir a casa hundido, y al colegio el día siguiente ni te cuento.
—JM: Lo jugué todo en mis tres años como juvenil y cuando acabé ese tercer año no me dieron opción de promocionar al Vetusta. Era el verano de 2019 y me ofrecieron ir al Praviano, que era como el tercer filial del Oviedo. Justo cuando Riki vuelve al club, fíjate. Me decepcionó mucho no tener ni la posibilidad de hacerme un hueco en aquel Vetusta, que por entonces tenían a gente veterana y en mi puesto, por ejemplo, estaban Josín y Andoni Ugarte. El Llanes me llamó y lo preferí a ir cedido al Praviano, así que rescindí en el Oviedo.
—Os tocó hacer la mili en la Tercera asturiana. ¿Os fuisteis pensando que ibais a volver al Real Oviedo?
—RR: Ya no pensaba en volver al Oviedo, la verdad. Ni volver al Oviedo ni hacer carrera en el fútbol, vamos. Cuando me fui al Tineo lo vi como una oportunidad de seguir jugando al fútbol, que es lo que más me gustaba, pero sobre todo a sabiendas de que podía compaginarlo con los estudios y tal, que en ese momento era lo más importante. El fútbol pasaba a ser un acompañamiento, más que una forma de vida.
—JM: Yo en la misma línea. Salgo del Oviedo con la idea de que igual no valía para dedicarme a ello, que no era lo bueno que igual en algún momento pensaba. Eso sí, las cosas que hago las hago al 100%, así que aun estando en el Llanes seguí entrenando a full y tomándomelo en serio. Según avanzaba la temporada en Tercera pues ya pensaba en que igual podía hacer mis pinitos en Segunda B o por ahí, aunque en el fútbol profesional no.
—RR: Yo es que el fútbol profesional o el primer equipo del Real Oviedo lo veía lejos hasta jugando en el División de Honor, fíjate lo que te digo. A años luz, vamos. Y eso que jugamos la Copa del Rey y tal.
—JM: Pues imagínate yo, que no descendimos de milagro [risas]. De aquel equipo casi no quedamos ninguno jugando al fútbol por encima de Tercera División.
—RR: En Luanco, cuando juego en el Marino todavía en Tercera, es cuando pienso que bueno, que igual podía hacer algo. Coincidí en el vestuario con David González, Luis Morán, Óscar Pérez y bastante gente que sabía de qué iba el fútbol, ahí me lo empecé a creer un poco más.
—¿Cómo de importante ha sido esa etapa en vuestra carrera?
—JM: La considero fundamental. Creo que, si hubiese seguido el camino corto, esa que iría de juveniles al filial y luego al primer equipo, mi historia hubiese sido completamente distinta. Ir por el camino complicado me ha hecho valorar todo mucho más, desde las instalaciones, los recursos a los cuerpos técnicos. Todos esos pasos dados me hacen valorar mucho más lo actual.
—RR: Yo voy más allá, porque creo que vivir esas experiencias que nosotros vivimos me parece algo fundamental para un futbolista profesional. Por ejemplo, cuando estuve en Tineo, entrenábamos por separado. Los martes, los de Oviedo y algunos de Gijón entrenábamos en Oviedo, siete seríamos. El resto en Tineo. Luego otro día nos juntábamos todos en Oviedo y el último día de entrenamiento lo hacíamos todos en Tineo. Cuando vives eso primero, luego no normalizas y le das valor a las saunas, los jacuzzis o los tres campos de entrenamiento para ti solo que te puedas encontrar. Ahora coincides con gente que viene de canteras como el Madrid o el Villarreal y en Albacete se quejan de cualquier tontería que en otros casos hubiesen valorado más.
—JM: Cuando estaba en el Llanes, los lunes los de Oviedo y Gijón entrenábamos en El Berrón. Después, miércoles, jueves y viernes ya entrenábamos todos juntos en Llanes.
—RR: Claro, es que nosotros en el Tineo entrenábamos tres días a la semana solo. El martes por separado, el jueves los de Tineo venían y el viernes nosotros íbamos a Tineo. Yo creo que hasta las plantillas las diseñaban a sabiendas de esto, de los lugares de entrenamiento. Entrenábamos en el San Ignacio y en medio campo, cuidado. Tenía amigos que estaban en el Colloto y ellos entrenaban en la otra mitad de campo.

—No pensasteis en volver al Real Oviedo, pero lo hicisteis.
—RR: Enero de 2019, me llamó Ángel Martín. Estaba en el UP Langreo, nos había salido una primera vuelta muy buena y me querían el Celta y el Mirandés, pero llamó el Oviedo y ya lo tenía claro. Ni sabía que Michu, que estaba en el Langreo, iba a acabar meses después como secretario técnico del Oviedo.
—JM: En mi caso me lo dijo mi representante directamente, al que antes le llamó Mario Prieto. El club quería renovar todo el Vetusta y tirar de gente de la casa y ahí salió mi nombre.
—Y los dos debutáis con el primer equipo.
—RR: En Riazor. Estaba impresionado, asustado e incluso con ese síndrome del impostor al no saber si tenía el nivel para estar ahí. Pasé de estar en el Langreo a estar en el autobús del Real Oviedo camino de Riazor, compartiendo asiento con los jugadores a los que iba a ver y animar meses antes, era raro. La pretemporada que hice me dio confianza para afrontarlo, eso sí.
—JM: Recuerdo que Jaime (Álvarez) me llamó para decirme que esa semana iba a entrenar con el primer equipo, pero ni se me pasaba por la cabeza que podía debutar. Sí que es verdad que avanzaban los días y estaba entrenando todo como lateral derecho, así que empecé a ver que igual jugaba algo. Y mira, titular contra la Ponferradina. Me quedo con el momento de salir a calentar, ir por el túnel de vestuarios del Tartiere y empezar a ver grada, grada y grada. Ahí pensé que joder, después de tantos años, lo conseguí. Luego ya quieres más y te sabe a poco.
—Y encima te quitaron al descanso.
—RR: No jodas.
—JM: Sí, sí. La Ponfe estaba con uno menos y el Cuco me quitó para poner a Viti de lateral y así ser más ofensivos. También te digo que en el primer tiempo subí la banda como veinte veces y Jirka no me la pasó ni una vez. Ni una [risas].
—Riki, otra vez te tocó salir. Primero cedido al Racing en 2021, luego al Burgos en 2022.
—RR: La que más me dolió fue la de la 20/21, sin duda. Ya era jugador de la primera plantilla a todos los efectos y es que a ver, jugué 80 y pico minutos en una vuelta entera. Jugué el descuento de la primera jornada y fui titular en Sabadell, un partido entre semana en la que teníamos muchas bajas. Y la Copa en Coria, bueno. Me tocaba irme de nuevo y a sabiendas de que el Cuco Ziganda tenía muchas opciones de seguir el curso siguiente, así que por ahí lo tenía mal. Con 22/23 años lo que quieres es jugar, no puedes esperar mucho más. Cuando vuelvo a hacer la pretemporada de la 21/22, Ziganda me dijo que contaba conmigo y que podía tener opciones partiendo de un papel secundario, pero a mí me tiraron más los hechos de la temporada anterior, en la que no me puso nada, que sus palabras de aquel momento. Por eso me fui al Burgos.
—¿Qué hubiese pasado si en esa 22/23 no sufres aquella lesión de tobillo?
—JM: Quién sabe. Es verdad que en aquella 22/23 Miguelón no juega nada por lesiones y Lucas empezó con algún problema físico, aunque luego hizo temporadón. El club me dijo que igual tenía una oportunidad en Copa del Rey, pero nunca lo pudimos saber porque me lesioné y estuve casi cuatro meses KO. Podemos pensar muchas cosas, pero ya no vale de nada. Me fui feliz, la verdad. Nada que ver con cuando me voy del club en 2019. La etapa en el Vetusta fue maravillosa y vale que el Arenteiro no era lo más atractivo que había, pero quería meter la cabeza en Primera RFEF y me dieron la oportunidad. No pude tomar una mejor decisión.
—El mejor futbolista con el que jugasteis en El Requexón.
—JM: De muy, muy pequeños, me quedo con Xurde Méndez (ahora en el Ceares). Era el mejor de aquella generación del 2000. Después, cuando subía a entrenar con los mayores, se veía que los hermanos Mier (Jorge y Javi) iban con una marcha más que el resto.
—RR: Yo siempre me fijé en Jimmy y en Edu Cortina, que eran un año mayores que yo y los veía mucho. Si me voy a la etapa en el primer equipo, por talento te digo Borja Sánchez y por trabajo y lectura de juego Marco Sangalli.
—¿Y entrenadores?
—RR: Pf, te diría muchos. Creo que tuve buenos formadores, y eso muchas veces se infravalora en esas etapas. Con eso me quedo.
—JM: Yo te digo Jaime Álvarez, sin duda.
—¿El pasado mes de junio, con el Oviedo jugándose el ascenso, volvisteis a sentiros aficionados?
—RR: Todas las semanas sigues al Oviedo y si te cuadra ver el partido, lo ves, pero aquellas semanas todo era diferente. La ciudad estaba como estaba, al igual que mi familia y mis amigos. En junio todo se paró y todos lo vivimos con mucho sentimiento.
—JM: Sin duda. Me olvidé de que lo que vives en el día a día del fútbol, que en ocasiones puede hasta saturar, y lo vives todo de otra manera. Al fin y al cabo, el oviedismo lleva mucho esperando ese momento y yo lo viví como uno más, al 100%. Fue muy bonito y la pena es que no se consiguiese.
—Santi Cazorla, Lucas y Álex Cardero, los únicos canteranos del Real Oviedo actual. ¿Cómo lo ven?
—RR: Para mí es fundamental que haya canteranos. Evidentemente los canteranos tienen que dar un nivel, pero que puedan dar ese nivel es algo que se debe trabajar durante muchos años. Invertir en formadores y en recursos para que el mayor número de canteranos puedan llegar al primer equipo. Muchas veces, los jugadores profesionales también se hacen dándoles oportunidades. En el Athletic y en la Real Sociedad salen jugadores al primer equipo que, igual en otros contextos o en otros equipos, nunca llegarían.
—JM: Pienso igual. También por tener referentes, ya que cuando estás en la cantera y ves que arriba hay gente que antes era como tú, te da confianza y esperanzas. Y por guardar un poco lo que ha sido y es el Real Oviedo, ese sentimiento de pertenencia solo te lo pueden explicar o hacer ver los que son de aquí.
—¿Y del partido del domingo qué esperamos?
—JM: Que conteste el capitán.
—RR: Últimamente somos capaces de lo mejor y de lo peor. Tenemos que encontrar esa regularidad y entrar bien en el partido. Hemos ido a campos muy complicados y sacamos buenos resultados, así que creo que se nos está dando mejor jugar contra los de arriba que contra los de abajo.
—¿Cómo es el Riki capitán?
—RR: Dentro del vestuario no soy un caliente, pero dentro del campo sí. Ahí mando mucho. Muchas veces te respetan más por lo que lideras desde el campo que por otra cosa. Cuando me toca ir a actos y esas cosas tampoco creas que me muevo demasiado bien.
—¿Y para negociar las primas?
—RR: A ver, que yo soy economista, cuidao. [risas].
—¿Cómo es jugar de visitante en el Tartiere?
—RR: Es raro, muy raro. Sobre todo la primera vez. También es bonito, ojo, pero sí creo que hay que hacer un poco de trabajo individual y mentalizarte en lo que te vas a encontrar. Al final llegas al estadio, pisas el césped y visualizas muchas cosas: dónde te sentabas tú, dónde se sienta tu familia, tus amigos… Recuerdas muchas cosas, todo está ubicado y después tienes que jugar un partido de fútbol.
—JM: Nunca me había imaginado la posibilidad de pisar el césped del Carlos Tartiere con una camiseta que no fuese la del Real Oviedo. Mi objetivo siempre ha sido ser futbolista, pero es que en ese objetivo lograrlo iba implícito lograrlo con el Real Oviedo. Como dice Riki, tendré que hacer ahí ese trabajo de abstracción y no pensar demasiado. Será la primera vez que me enfrente al Real Oviedo en mi vida, básicamente.
—Cerramos con esta: el jugador que más os gusta del Oviedo actual.
—JM: El más importante está siendo Alemao, pero por posición me quedo con un central. Me valen cualquiera de los tres, me parecen buenísimos todos y son diferentes entre ellos.
—RR: Cazorla al margen, yo me quedo con Jaime Seoane. Me encanta.