Yayo, Osky y Marco, juveniles del Real Oviedo asentados en el día a día del Vetusta e, incluso, del primer equipo, compaginan El Requexón con uno de los años lectivos más intensos de sus vidas
24 dic 2021 . Actualizado a las 09:18 h.Segundo de Bachillerato, ese curso que desemboca en la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad) y que marca la frontera entre el instituto y la vida adulta. Sin duda alguna, el año lectivo más intenso al que se tienen que enfrentar los jóvenes españoles de 17 y 18 años. ¿Qué pasa cuando alguno de esos jóvenes lo compagina con una actividad casi profesional? En el Real Oviedo hay tres buenos ejemplos.
Pelayo Rey 'Yayo', Osky Menéndez y Marco Suárez, todos ellos nacidos en 2004, salen de casa cada día a las 09:30 horas, pero no van al instituto. Los tres futbolistas, todos en edad juvenil, están citados en El Requexón para entrenar con el Vetusta, filial del Real Oviedo. No es extraño además que, en cualquier día de la semana, ese entrenamiento sea con el primer equipo y a las órdenes de José Ángel Ziganda.
Para compaginar las mañanas de entrenamiento con los estudios, Yayo, Osky y Marco tuvieron que cambiarse de instituto. Los dos primeros estudiaban en Oviedo, mientras que Marco, portero, lo hacía en Avilés. Ahora, los tres están matriculados en el IES Doña Jimena de Gijón, único centro autorizado para impartir esta modalidad educativa en Asturias: el Bachillerato a distancia.
«Al final al tener tanto tiempo libre tienes que saber organizarte y dividir bien el tiempo entre el estudio y el ocio. Todo es mentalizarse», dice Osky, lateral izquierdo. «Por las mañanas tenemos la posibilidad de unirnos por videoconferencia con los profesores y de tarde, si tenemos tiempo, podemos ir a clase presencial», explica Yayo, el mediocentro. Marco, el portero, nos habla de la forma de trabajar del centro: «Lo estudiamos todo en quincenas, así que es bastante material el que entra en cada tarea que nos piden. Los exámenes son trimestrales y nos entra mucho temario (cinco bloques en cada uno)».
Los tres estudian el Bachillerato social y tienen claro que quieren hacer la EBAU, el examen de acceso a la Universidad. «La EBAU es muy importante y hay que intentar sacarla. A partir de ahí, veremos qué se puede hacer», comenta Marco. Algo relacionado con los deportes o, incluso, Magisterio, esas serían las preferencias de los jugadores oviedistas. El cambio de rutina también se ve reflejado en su vida social, ya que al cambiarse de instituto pasan menos tiempo con sus amigos de toda la vida. «Ellos también están cursando segundo y ya no nos vemos tanto, aunque cuando tenemos algo de tiempo libre siempre intentamos quedar con ellos», puntualiza Yayo.
Su escalada en la estructura deportiva del Real Oviedo no pilla por sorpresa a nadie, pero aun así no estaba previsto que fuese tan prematura. El verano comenzó con Osky siendo llamado a filas por el Cuco Ziganda para hacer la pretemporada con el primer equipo. El lateral izquierdo era el único de los tres que, allá por el mes de agosto, tenía un sitio asegurado en el Vetusta.
Por su parte, Yayo comenzó el verano trabajando con el filial, pero Ziganda no tardó en reclutarle. Hace menos de un mes, el mediocentro debutó con el primer equipo en el partido de Copa ante el Andratx. En el caso de Marco, el guardameta avilesino hizo la pretemporada con el filial, es habitual en el juvenil de División de Honor y fue titular con el Vetusta durante cuatro jornadas consecutivas. Ellos, junto a muchos otros, están llamados a ser el futuro del Real Oviedo.