El central madrileño silencia las críticas y se convierte en el líder de la zaga
14 jun 2020 . Actualizado a las 04:30 h.Si alguien se ha visto beneficiado por la llegada de José Ángel Ziganda al Real Oviedo ha sido Alejandro Arribas. El central ha conseguido, por fin, elevar su nivel de juego y demostrar que la fuerte apuesta que hizo por él la secretaría técnica que lideraba Michu no ha sido un error. Tras dos convincentes actuaciones ante Tenerife y Extremadura, el madrileño volvió a aprobar con nota el examen ante la Deportiva Ponferradina.
Como le ocurriera con Álex Alegría, Arribas volvió a tener que ser la sombra del delantero rival. En esta ocasión, un Yuri que siempre es sinónimo de peligro y de gol. El brasileño lo intentó de todas formas posibles, pero el zaguero oviedista siempre estuvo allí para salvar a su equipo de un gol en contra.
Sus estadísticas (cuatro despejes, una intercepción, dos entradas, tres duelos ganados y otros tantos duelos aéreos en los que salió vencedor) no consiguen demostrar la importancia que Arribas ha ido adquiriendo en la zaga desde la llegada de Ziganda. De ser suplente ante el Lugo, a no perderse ni un minuto ante Tenerife, Extremadura y Deportiva Ponferradina. De menos a más, dejando atrás las dudas iniciales tras un año en el que comenzó cometiendo severos errores defensivos. Esa época parece haber quedado atrás y el madrileño ya lidera una zaga que le necesitaba como agua de mayo.