Héctor Nespral y Emilio Morilla, canteranos carbayones, repasan los partidos de máxima rivalidad y hablan del encuentro del sábado
14 nov 2018 . Actualizado a las 22:24 h.No era fácil ser canterano del Real Oviedo en la primera década de los 2000. Los chavales defendían un escudo con mucha historia pero que en aquel momento no valía casi nada. El club azul era un equipo en peligro de muerte constante y con una infraestructura al mínimo, sostenida durante muchos años por su propia afición.
En frente, el máximo rival alcanzaba la Primera División cuando los carbayones luchaban por ascender a Segunda B. La cantera se convirtió en uno de los pocos motivos de orgullo del oviedismo. Cuando los primeros equipos estaban a años luz, la afición azul sacaba pecho en El Requexón.
Héctor Nespral (Oviedo, 1993) y Emilio Morilla (Oviedo, 1995), ahora en el Langreo y en el Marino, llegaron a las categorías inferiores del Oviedo en 2004 y 2006, respectivamente.
Capitanes ambos, nadie mejor que ellos para recordar cómo eran esos derbis jugados en campos sintéticos y de arena. También se mojan y hablan del partido del sábado. La Voz de Asturias los cita y la conversación fluye sola.
Los primeros derbis
Héctor Nespral: El mío fue en Mareo, en un sintético pequeño que tenían ahí. Recuerdo que empatamos 1-1. Era 2004.
Emilio Morilla: Mi primer derbi fue en El Requexón, en lo que ahora es el parking. Si te digo la verdad no me acuerdo del resultado, pero en los primeros años nos costaba mucho así que debimos perder.
HN: Lo cierto es que nosotros ganamos las ligas de alevines e infantiles, esta última ganando todos los partidos. Después en cadetes se igualó la cosa, pero siempre tuvimos buen equipo.
EM: Recuerdo que vosotros erais la mejor generación del Oviedo, teníais muy buenos jugadores. Se hablaba mucho de vuestro equipo porque era el único de ‘El Reque’ que ganaba casi siempre al Sporting. En nuestro caso ellos solían ser superiores, aunque hubo derbis que conseguimos ganar.
El contexto de aquellos derbis y los partidos más especiales
HN: De pequeños ya éramos del Oviedo, lo que pasa es que en nuestra época el club no tenía equipo en benjamines. No supimos lo que era un derbi de verdad hasta que fuimos alevínes, donde ya pudimos poner a prueba esa rivalidad.
EM: Desde el primer día fue especial. De aquella en El Requexón había más ambiente y era el partido del año por el contexto que existía. Además siempre estaba el tema de los jugadores. Cuando el Sporting nos quitaba en verano a algún compañero nos picábamos todavía más.
HN: En la mía mantuvimos el bloque, la verdad. Pero lo que dices es verdad. A la gente que se marchaba al Sporting siempre le tenías más ganas. Toman esa decisión que tú no entiendes y lo hace todo más especial. La afición del Oviedo se identificó mucho con la cantera. Cuando las cosas no van bien arriba, la gente mira hacia abajo. Aunque todavía seas pequeño, tenías que estar ahí para dar el nivel y que la gente se sienta orgullosa.
EM: Ellos eran los favoritos, eso está claro. Nosotros casi nos jugábamos la temporada en ese partido. Me quedo con el primer derbi que ganamos, en segundo año infantil. 1-0 en El Requexón. Nos costó y fue muy especial.
HN: Yo cuando ganamos la liga en infantiles. Nos enfrentamos a ellos siendo campeones, nos hicieron el pasillo y el reto era finalizar la Liga sin perder un solo punto, algo que había pasado muy pocas veces. Y lo conseguimos. Eso sí, tú conseguiste ganar el derbi de filiales hace dos temporadas.
EM: Seguramente, el partido que más recuerdo de mi etapa en la cantera. Ese y el playoff ante el Arenas, que jugué contigo. Aunque sí, ganar 0-1 en Mareo, con uno menos desde el minuto 50’, fue la hostia.
La afición del Oviedo se identificó mucho con la cantera. Cuando las cosas no van bien arriba, la gente mira hacia abajo
La derrota que más dolió
HN: En cadetes. La Liga estaba igualadísima y nos la jugábamos en Mareo. Me acuerdo de fallar una ocasión en el área pequeña, clarísima. Íbamos ganando y caímos 5-3. Y perdimos la Liga.
EM: Yo sigo con infantiles. Aquel año teníamos opciones de ganar la Liga y en Mareo nos metieron en el campo de arena que tenían ahí. Eran un equipo muy físico y nos ganaron.
HN: Eso pasaba mucho. Adelantaban a los jugadores de categoría y luego eran superiores físicamente. Veías a cadetes con juveniles e iban sobrados.
EM: Nosotros lo hablamos el otro día en Luanco, que jugamos Copa Federación contra el Sporting B. Siempre parecen como más desarrollados físicamente. En Gijón se centraban más en eso y en Oviedo más en la tecnificación.
El sentimiento de pertenencia y los canteranos en el primer equipo
HN: Es complicado sacar jugadores de abajo. Si fuera decisión mía sacaba muchísimos, eso seguro. Pero cuando el objetivo es subir a toda costa es más difícil.
EM: Siempre hay un término medio. Hay que sacarlos cuando salen jugadores, algunos que pudieron tener la oportunidad y por desgracia no fue así. Las diferencias no son tan grandes entre profesionales y los chavales de la cantera.
HN: El problema es que la gente cree que jugar con canteranos supone una desventaja competitiva. Y eso está ahí enquistado en la cabeza de muchos. La gente asocia subir gente de abajo con perder.
EM: Sí. Pero es que luego ves en Primera al Athletic. Hace unas semanas fui a ver el Vetusta-Bilbao Athletic y es que no hay tanta diferencia. Lo pensaba y muchos de esos jugadores van a jugar en la élite sí o sí.
HN: Oviedo y Sporting son dos equipos con grandes canteras. Es un derbi muy sentimental y que casi ninguno de los jugadores de ambos conjuntos sepa de verdad lo que es ganar al Sporting o al Oviedo es para preguntarse qué ha pasado en Asturias en los últimos años.
EM: Es que es la esencia de los derbis. En los últimos años jugábamos con gente de fuera que venía al filial y, aunque sabían qué significaba el derbi, no lo vivían como los de aquí. Y más viniendo de donde viene el Oviedo. Siempre tienes que tener al alguien que lo explique.
HN: Que meta el gol Cervero o Saúl no es lo mismo a que lo meta Toché, es así. Y lo digo a sabiendas de lo bueno que es Toché y el cariño que le tengo. Ese punto extra que motiva a la afición solo se da con el canterano.
EM: Cuando se enciende la tablilla y ves que entra un chaval de abajo, el Tartiere se enciende. Saben que entra uno de los suyos, de los que hasta el fin de semana pasado estaban en la grada con su bufanda.
HN: La gente se vuelve loca siempre, pero si los dos goles de Mossa los mete Diegui pues sería lo máximo. Es sentirte identificado dentro del campo con un chaval con tu mismo sentimiento. Tener esa gente que aguantó en los malos momentos, que se quedaron en la cantera cuando pudieron marchar al Sporting, pues es diferencial.
Cuando se enciende la tablilla y ves que entra un canterano, el Tartiere se enciende
Cómo vivieron los derbis de la temporada pasada y cómo ven el del sábado
HN: Recuerdo mucho el del Tartiere. Ganar tras remontar fue increíble. En El Molinón nos vinimos todos arriba con la celebración de Toché.
EM: El Sporting llegó muy subidito a la ida y empatar fue la locura. Estaba en la grada y lo que se vivió tras el gol de Toche fue inexplicable, seguramente lo más bestia que viví en una grada.
HN: Para el sábado veo a dos equipos con bastante miedo, se ve en el juego. El Oviedo tiene un pelín más de presión por jugar en casa, pero el Oviedo de Anquela bajo presión siempre funcionó bien.
EM: Vienen inseguros, eso está claro. Será un derbi en su máxima expresión: bronco, caliente… Pero en el Tartiere veo muy difícil que nos lo levanten, el estadio y la afición es un plus.
Jugadores clave y un resultado
HN: En el Oviedo, si esta Saúl, no hay dudas. Si no, Tejera será muy importante seguro. En el Sporting destaco a Mariño. Voy a decir que ganamos 1-0.
EM: Yo voy más a lo general. El balón parado será clave y, viendo las dudas que hay con si Saúl llega o no, yo me quedo con Joselu. Ojalá esté acertado y se estrene en los derbis. Apuesto por un 3-1.