El relato de una asturiana tras ayudar en las zonas afectadas por la dana: «Hay tanta basura, tierra y agua en las calles que es imposible pararse a pensar»
ASTURIAS
Bárbara García, presidenta de la Asociación de Vecinos El Pico, de Bañugues, se trasladó a Catarroja con un gran cargamento de suministros donados desde Asturias, pero se decepcionó con las deficiencias organizativas que encontró en la zona
08 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La sociedad asturiana se ha volcado para ayudar a los afectados por la dana. En numerosos puntos del Principado se han llevado a cabo diversas iniciativas relacionadas con la recogida y el envío de suministros a las zonas más damnificadas por las inundaciones, amparadas por instituciones y organizaciones civiles.
Una de estas actuaciones solidarias fue la encabezada por la Asociación de Vecinos El Pico, de Bañugues, quienes se trasladaron a Catarroja con un importante cargamento de alimentos y materiales de primera necesidad. «Llevamos más de 11 años haciendo este tipo de recogidas para familias asturianas necesitadas y se nos ocurrió hacer una para Valencia», explica Bárbara García, presidenta de la asociación. Un contacto en dicha localidad, una de las más afectadas por la dana, les ofreció una nave empresarial donde descargar y almacenar toda la mercancía trasladada desde Asturias. «En Bañugues somos muy calientes y lo organizamos todo en dos días», relata.
En la iniciativa participaron todo tipo de colectivos, como el Club Marítimo de Luanco, la Asociación de Vecinos La Xente de Ambiedes o los Cazadores de Gozón, entre muchos otros. En algunos de estos casos, las sedes sociales de las agrupaciones sirvieron como puntos de recogida de alimentos y materiales.
Sin embargo, su experiencia sobre el terreno, tratando de colaborar con las autoridades para paliar los efectos de la catástrofe, no ha resultado del todo satisfactoria. Ya de vuelta en Asturias, desde la Asociación El Pico han decidido manifestar públicamente las deficiencias organizativas y ofrecer su testimonio tras haber estado en primera línea de acción.
«La gente allí está perdida, no se sabe por dónde empezar a limpiar. Hay tanta basura, tierra y agua en las calles que es imposible pararse a pensar», asegura García, quien se desplazó a la Comunidad Valenciana junto a otro miembro de la Asociación El Pico, Aarón Artime. «Los centros más grandes de descarga de mercancía no deberían estar en las zonas más afectadas, sino en sitios accesibles, sería una forma de derivar el tráfico pesado», subraya.
La presidenta de la organización vecinal cree que falta coordinación a la hora de recibir y almacenar los suministros, ya que no todas las zonas damnificadas por la dana reciben material por igual ni se realiza una óptima separación de los productos: «No sobra nada, pero los voluntarios necesitan organización para atender todas las necesidades», asevera. «Entiendo que es difícil entre tanto caos», añade.
Aunque, tal y como ella misma señala, no quiere «criticar a nadie» también apunta que las entregas solidarias que realizan quienes quieren aportar su granito a arena a la causa pueden resultar excesivamente desordenadas: «Habría que clasificar el material antes de enviar y no hacerlo a lo loco. He visto a muchos llegar con el maletero con el maletero del coche como si fuera la compra de un mes. Es una locura».
Pese a las dificultades y la falta de organización que señala la presidenta de la Asociación de Vecinos El Pico, el compromiso de la sociedad asturiana no decae. La movilización de ciudadanos y organizaciones de la región para apoyar a los afectados por la dana refleja la solidaridad y empatía de una comunidad que, en situaciones de crisis, responde con generosidad y determinación.