El Principado cuenta con uno de los recetarios más extensos y populares del país, en el que destacan elaboraciones como la fabada o el cachopo, entre muchas otras
05 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Asturias se está convirtiendo en una de las regiones de moda en nuestro país. La popularidad del Principado reside en sus impresionantes paisajes montañosos y costeros, una cultura rica en tradiciones y, como no podía ser de otra manera, en su destacada gastronomía. La cocina asturiana, caracterizada por la sencillez, autenticidad y calidad de sus productos, cautiva los paladares de todos aquellos que visitan la región. Sus platos más tradicionales, como la fabada o el pote asturiano, son el resultado de una historia culinaria que ha sabido conservarse y transmitirse de generación en generación.
Además de las elaboraciones típicas, también la calidad excepcional de los productos regionales es objeto de elogio y reconocimiento. Muchos alimentos asturianos cuentan con Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) y otros sellos de calidad que garantizan su autenticidad y excelencia. El queso Cabrales es quizás el más emblemático, con una DOP que asegura su producción artesanal en el Parque Nacional de los Picos de Europa, siguiendo métodos tradicionales que incluyen su maduración en cuevas naturales. Otro queso destacado es el Afuega'l Pitu, también con DOP, que se caracteriza por su textura y sabor únicos, resultado de su elaboración con leche de vaca y una fermentación controlada.
La sidra asturiana, con DOP Sidra de Asturias, es la bebida regional por excelencia. Se elabora exclusivamente con manzanas autóctonas, siguiendo un proceso de fermentación natural. Este sello no solo garantiza la procedencia de las manzanas, sino también el método de producción tradicional que incluye el escanciado, la técnica de vertido que potencia su sabor y aroma.
El chosco de Tineo, el bonito del norte y la faba asturiana, todos ellos con IGP, son otros ingredientes esenciales del recetario del Principado. Estos sellos de calidad no solo protegen y promueven los productos asturianos, sino que también aseguran al consumidor que están adquiriendo alimentos de la más alta calidad, elaborados siguiendo estrictos estándares que respetan las tradiciones y el entorno natural de Asturias.
Pero, ¿cuáles son los platos estrella de la región? A continuación, encontrarás la lista de elaboraciones imprescindibles que debes probar en tu visita al Principado, empezando por los platos de cuchara y terminando el festín con un bocado dulce.
Fabada: el emblema de la cocina asturiana
La fabada es sin duda el plato más representativo de la gastronomía de Asturias. Este cocido de fabes, alubias blancas, acompañadas del compango, embutidos como chorizo, morcilla y lacón, es una verdadera explosión de sabor. La fabada se cocina a fuego lento, permitiendo que todos los ingredientes se mezclen y desarrollen su riqueza de matices.
Esta receta es más que una simple comida, es un símbolo de hospitalidad y tradición. Originaria de las zonas rurales, la fabada solía prepararse en grandes cantidades para alimentar a las familias durante los fríos y lluviosos inviernos asturianos. Hoy en día, se puede encontrar en cualquier restaurante típico de la región, y su preparación sigue transmitiéndose entre generaciones. La clave para una buena fabada está en la calidad del producto, tanto de las fabes como del compango, donde realmente reside el sabor, así como en la paciencia para cocinarla lentamente para lograr una textura melosa y un sabor profundo.
Pote asturiano: el plato más antiguo de la región
El pote asturiano es otro guiso emblemático que comparte protagonismo con la fabada. De hecho, se considera que el pote es una elaboración más antigua, aunque no reciba tanta atención como su sucesor. A diferencia de la fabada, el pote incorpora una mayor variedad de verduras y hortalizas, como berza, patatas y nabos, de nuevo junto con los tradicionales embutidos asturianos. Este plato también se cocina a fuego lento, permitiendo que los sabores se amalgamen y resulten en un caldo espeso y lleno de gusto.
El pote es una muestra de la capacidad de los hogares asturianos para aprovechar al máximo los productos de la tierra y sus verduras de temporada. Tradicionalmente, se preparaba en las cocinas rurales durante el invierno, cuando era necesario un plato sustancioso que aportara energía para soportar las duras jornadas de trabajo. Hoy en día, el pote asturiano sigue siendo una elaboración popular, especialmente durante las festividades y celebraciones locales, donde se comparte en grandes reuniones familiares y comunitarias.
Cachopo: la última gran estrella
El cachopo es un plato que sorprende tanto por su tamaño, utilizado muchas veces como reclamo, como por su sabor. Consiste en dos filetes de ternera rellenos de jamón serrano y queso, empanados y fritos hasta alcanzar una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro. Aunque puede recordar a un escalope o a una milanesa, el cachopo tiene su propia identidad y es una verdadera institución en la cocina asturiana.
La popularidad del cachopo ha crecido enormemente en los últimos años, convirtiéndose en un plato que no puede faltar en ningún menú asturiano. Además, los restaurantes compiten por crear la versión más grande y sabrosa, incorporando a menudo variantes con diferentes tipos de relleno o acompañamientos. Este plato es ideal para compartir y disfrutar en grupo, y su tamaño colosal es una metáfora perfecta del carácter generoso y acogedor de Asturias.
Tortos: la deliciosa sencillez
Los tortos son un ejemplo perfecto de la cocina humilde y sabrosa de Asturias. Estos pequeños panes de maíz fritos son un auténtico manjar, especialmente cuando se complementan con ingredientes locales como el picadillo de chorizo, los huevos fritos, el queso cabrales o el jamón serrano. Los tortos tienen una textura crujiente y un sabor que se potencia perfectamente con los distintos productos que los acompañan.
Esta preparación tiene sus raíces en la cocina rural asturiana, donde el maíz era un cultivo común y su harina se utilizaba para hacer pan y otros productos básicos. Los tortos eran una forma sencilla y deliciosa de aprovechar esta harina, y con el tiempo se han convertido en una alternativa popular que se puede encontrar en muchos bares y sidrerías de la región. Cada bocado de torto es un viaje a la Asturias más auténtica, una tierra donde la sencillez y la calidad de los ingredientes se convierten en auténticas delicias.
Arroz con leche: un antojo cremoso
El arroz con leche es, sin duda, el postre más emblemático de Asturias. Esta preparación cremosa y dulce es un verdadero deleite para los sentidos. Elaborado con arroz, leche, azúcar, canela y cáscara de limón, el arroz con leche asturiano se elabora con paciencia hasta alcanzar una consistencia suave y un sabor delicado.
Lo que distingue al arroz con leche asturiano de otras versiones es la forma en que se remata el plato. Es habitual caramelizar la superficie con azúcar, creando una fina capa crujiente que contrasta maravillosamente con la cremosidad del interior. Un postre que transforma ingredientes simples en una verdadera obra de arte culinaria. Servido tradicionalmente en ocasiones especiales y celebraciones, el arroz con leche es una dulce manera de cerrar una comida.
Frixuelos: el postre más tradicional
Los frixuelos son una especie de crepe o panqueque típico de Asturias, que se preparan especialmente durante el carnaval y otras festividades. Recuerdan a las clásicas filloas gallegas. Estos delicados y finos discos de masa se hacen con harina, leche, huevos y azúcar, y se cocinan en una sartén hasta que están dorados. Se pueden servir de muchas maneras, desde simplemente espolvoreados con azúcar hasta rellenos de chocolate, nata, helado, crema, miel o compota de manzana.
Los frixuelos tienen una textura ligera y un sabor delicado, lo que los hace muy versátiles y adecuados tanto para desayunos como para postres. En las celebraciones asturianas, son un elemento imprescindible, y cada familia tiene su propia receta y técnicas para hacerlos. Este plato es un testimonio de la rica tradición festiva de Asturias, donde la comida juega un papel central en la reunión y celebración de la comunidad.
La gastronomía asturiana es un tesoro de sabores auténticos y tradiciones culinarias que han perdurado a lo largo del tiempo. Desde los guisos sustanciosos como la fabada y el pote, hasta las delicias crujientes como el cachopo y los tortos, y los dulces placeres del arroz con leche y los frixuelos, cada plato cuenta una historia y ofrece una experiencia única.
Estos platos estrella son más que simples comidas; son una manifestación del carácter acogedor, generoso y festivo de Asturias. Al disfrutarlos, uno no solo saborea ingredientes de alta calidad y recetas cuidadosamente elaboradas, sino que también se conecta con la historia y la cultura de una región que ha sabido conservar y celebrar su rica herencia culinaria.
Visitar Asturias es una invitación a descubrir estos sabores y dejarse envolver por la calidez de su gente y la belleza de su paisaje. La próxima vez que pienses en una aventura culinaria, deja que el Principado te seduzca con sus platos estrella y vive un viaje gastronómico inolvidable.