Asturias llega al verano en alerta por enfermedades ligadas a la picadura de garrapatas

R.R

ASTURIAS

Al salir al monte es aconsejable tomar precauciones para evitar las garrapatas
Al salir al monte es aconsejable tomar precauciones para evitar las garrapatas ISTOCK

El ministerio extrema el control de ácaros y mosquitos transmisores de infecciones y llama a la población a usar la aplicación Mosquito Alert

22 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Es un ácaro parasitario que apenas mide entre tres y cinco milímetros, aunque puede aumentar su tamaño más de diez veces la ingesta de sangre. Pero tras su insignificante tamaño se oculta una potencial amenaza para la salud pública. Puede transmitir hasta quince enfermedades distintas. Se trata de la garrapata, que ha sido incluida por primera vez, en su tercera fase, en el Plan Nacional de Vigilancia y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores, presentado este jueves. Ante un verano que se presenta «complicado», según el Ministerio de Sanidad, se extremará el control de este parásito para vigilar especialmente su incidencia en dos patologías que preocupan especialmente: la enfermedad de Lyme y la fiebre hemorrágica Crimea-Congo.

Pero no son las únicas amenazas. También lo son el mosquito tigre (Aedes albopictus), el Aedes aegypti o el Aedes japonicus, que son vectores de enfermedades como el virus del Nilo occidental, la fiebre amarilla, el dengue, el chikungunya o el zika, especies cuya vigilancia ya estaba incluida en el plan del año anterior.

Son, en ambos casos, amenazas que también están presentes en Asturias. De hecho la primera prueba fotográfica de un mosquito del Japón se obtuvo en Asturias en el año 2018.

En las comunidades del norte es especialmente importante la alerta de garrapatas, ya que el Ministerio de Sanidad sitúa a Galicia, junto con Asturias, como las zonas del territorio nacional donde se concentra fundamentalmente la enfermedad de Lyme, asociada a la picadura del parásito. De hecho, la incidencia de esta patología ha sido muy relevante en Asturias en los últimos años, un estudio realizado por un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) alerta de que Asturias es una zona de riesgo emergente para la babesiosis humana, una infección similar a la malaria causada por un parásito y transmitida por la picadura de una garrapata.

«Asturias y Galicia son las comunidades con mayor incidencia, pero el objetivo a partir de ahora es vigilar en toda España. No tenemos mucha idea exactamente cuántos casos hay», señaló Lucía García San Miguel, jefa del área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) en una reacción recogida por Science Media Center (SMC) España.

La situación es diferente con la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que también es transmitida por las garrapatas, ya que la mayoría de los casos se localizan Salamanca y Extremadura, aunque está por ver si existe una infradetección en otros lugares en los que no se esperarían encontrar estos casos.

Esta enfermedad es en la que el Ministerio de Sanidad extremará la precaución. «Hay bastantes enfermedades que pueden transmitir las garrapatas pero una que nos preocupa mucho es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que no es muy frecuente pero puede llegar a ser muy grave», comenta Lucía García San Miguel, jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) y coordinadora del plan de vectores.

Considerada una enfermedad emergente, España comenzó a tener conocimiento de su circulación en el 2010. Desde entonces, se han detectado 14 casos, el primero en el 2016, de los que han fallecido cinco, el último el pasado mayo. Todos, menos el de una enfermera que se contagió en el hospital, fueron ocasionados por la mordedura de la garrapata «hyalomma», un género no autóctono pero ya muy presente -sobre todo en la mitad oeste peninsular- en una amplia variedad de animales salvajes y domésticos. Pero no en los perros.

Además, para que se produzca la transmisión, lo primero que tiene que ocurrir es que la garrapata -o cualquier otro vector- esté infectada, y ni mucho menos todas lo están. Luego tiene que encontrar a su huésped susceptible, humano o animal, y morderle o picarle, todo ello bajo unas condiciones ambientales adecuadas. De modo que contagiarse no es tan fácil.

Los responsables de Sanidad animan a la ciudadanía a usar 'Mosquito Alert', una iniciativa desarrollada a través del CCAES que permite a cualquier persona aportar información a través de fotografías, que después son sometidas a un sistema de inteligencia artificial que, en unos minutos, confirma la especie y si estaba antes presente en la zona.

Gracias a la ciudadanía se han descubierto el 21 % de los mosquitos tigre en España desde 2014; también se halló el primer caso de mosquito de Japón a través de la fotografía enviada por una persona de Asturias en 2018.

En 2023, la respuesta masiva de la población permitió recopilar más de 17.956 informes con imágenes de mosquitos y 28.596 notificaciones de picaduras, lo que llevó a detectar la variedad 'albopictus' en 96 municipios en los que no estaba.

'Si te pica, ¡notifica!' es el lema bajo el que sus impulsores siguen invitando a utilizar esta aplicación. Lo ideal es que al tomar la foto el bicho esté vivo, aunque como especifica Elisa Mora, su responsable de comunicación, la inteligencia artificial permite identificarlo cuando está «chafado».

«Es decir, no os dejéis picar para enviarnos una foto de un mosquito porque entonces hacemos lo contrario de la prevención», según recogió Efe.

«Científicamente hemos demostrado que la ciencia ciudadana es eficaz tanto en la detección de mosquitos invasores, como eficiente, siendo ocho veces más coste-efectiva que la vigilancia tradicional», destacó Frederic Bartumeus, codirector de Mosquito Alert e investigador del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC).

Y si me pica una garrapata, ¿qué hago? ¿cuál es el peligro?

La tercera parte del Plan Nacional de Enfermedades Transmitidas por Vectores, presentado este jueves, se centra en las garrapatas. Se busca llevar a cabo una vigilancia de las enfermedades transmitidas por estos animales, que hasta ahora no se realizaba, a través de la detección, gestión y control de casos. 

El motivo tras este plan es conocer mejor la incidencia de la enfermedad de Lyme, una patología que transmiten las garrapatas y que, aunque es infrecuente, puede provocar secuelas graves. Al mismo tiempo, también se pretende identificar mejor los casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, una enfermedad emergente que también contagian estos arácnidos. SMC España ha elaborado una guía para conocer todos los detalles de la enfermedad y su relación con las garrapatas.

¿Qué son las garrapatas? 

Se trata de ácaros parásitos —son arácnidos, no insectos— que se alimentan de la sangre de mamíferos y aves. Miden entre tres y cinco milímetros, aunque el tamaño depende de la especie, el sexo, la edad y, sobre todo, de si ha comido recientemente, ya que estos animales pueden aumentar más de diez veces su tamaño tras la ingesta de sangre. Aunque existen cientos de especies, no todas transmiten enfermedades ni pican a seres humanos

¿Por qué son peligrosas? 

Las garrapatas transmiten virus, bacterias y protozoos causantes de muchas enfermedades, algunas de ellas muy graves e incluso potencialmente mortales. Estas incluyen la tularemia, la enfermedad de Lyme, la encefalitis transmitida por garrapatas, la babeiosis y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. 

De la larga lista, son dos las enfermedades que preocupan especialmente en España. La enfermedad de Lyme —por la falta de datos, la dificultad de diagnóstico y su potencial para causar secuelas graves— y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo —por su gravedad y su estatus de enfermedad emergente—. 

¿Qué es la enfermedad de Lyme? 

Se trata de una enfermedad causada por bacterias del género Borrelia y transmitida por garrapatas del género Ixodes. Puede afectar a diversas partes del cuerpo como la piel, el corazón, el sistema nervioso, las articulaciones y los músculos. Su signo más característico es la aparición de una eflorescencia cutánea en forma de diana. 

En una jornada informativa sobre el Plan Nacional de Enfermedades Transmitidas por Vectores celebrada el 17 de junio, Lucía García San Miguel, jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), explicaba que esta es la enfermedad más numerosa transmitida por garrapatas y la que tiene más impacto: «No es una infección que se cura y punto, sino que al cabo de los meses pueden seguir apareciendo manifestaciones y puede provocar secuelas graves e incapacitantes de por vida, pero es dificilísima de diagnosticar porque no hay métodos adecuados». 

«Es una enfermedad que, si se evalúa después de haber tenido la fase aguda, no es nada fácil de diagnosticar y son diagnósticos indirectos con alta sospecha, pero para nada evidentes», apuntaba el director del CCAES, Fernando Simón. La dificultad para garantizar que los síntomas son causados por la enfermedad de Lyme ha hecho que en algunos foros se utilicen métodos de diagnóstico no validados. «Luego se verifica que muchos de los casos no lo son, pero es muy difícil decirle a una persona con un cuadro muy invalidante que no tiene Lyme, y más cuando está convencida de que sí que lo ha tenido», añadía Simón. 

¿Qué es la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo? 

Se trata de una enfermedad causada por un virus y transmitida por garrapatas del género Hyalomma. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, mareo, vómitos, dolor de cabeza, de ojos y de cuello y un dolor intenso en la espalda y las piernas. La mortalidad puede alcanzar el 40 % y, a diferencia de la enfermedad de Lyme —que requiere de la picadura de una garrapata— se puede contagiar entre personas. 

En España se trata de una enfermedad emergente de la que se han detectado 15 casos desde el 2016. «Creemos que irá en aumento», asegura García San Miguel, coordinadora del Plan Nacional. De momento, la mayoría de los casos se han detectado en Salamanca y el oeste de Extremadura, aunque es posible que en otras zonas haya infradetección porque los sanitarios no esperan la enfermedad. 

¿Cuándo y dónde es mayor el riesgo de picadura? 

«En verano es cuando esperamos casi todas las enfermedades por vectores, porque es cuando están más activos», dice García San Miguel. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con el Centro Federal Alemán de Educación Sanitaria (BZgA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) han incluido una advertencia sobre las garrapatas en su guía de consejos para asistir a la Eurocopa 2024 que se está celebrando en Alemania

«Mientras estés al aire libre, recuerda que las garrapatas son más activas de abril a septiembre. Las garrapatas no solo están en los bosques, sino también en parques, jardines y patios traseros, donde quiera que estés disfrutando de los partidos de fútbol o de las fiestas que los acompañan», advierte la guía, en la que se hace hincapié en que estos ácaros pueden transmitir enfermedades que provocan afecciones crónicas graves como la enfermedad de Lyme o la encefalitis transmitida por garrapatas (ETG). 

En España, de momento se encuentran sobre todo en zonas rurales. «En ciudades es extraño y en principio no hay riesgos importantes, pero esporádicamente puede haber algún caso si la trae puesta algún animal o excursionista», aclaraba Simón. 

¿En qué partes de España hay un mayor riesgo? 

García San Miguel comentaba que la enfermedad de Lyme se concentra fundamentalmente en el norte: Asturias y Galicia, pero que también se detecta en el resto de las comunidades autónomas.

Pero ¿hay más garrapatas que antes? 

En algunas zonas de España los casos de picaduras por garrapata han aumentado. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, se multiplicaron por seis en el último lustro. El cambio climático puede haber desempeñado un papel, ya que la temporada de estos ácaros se ha extendido debido a las temperaturas, y ya aparecen un mes antes de lo que era habitual: en vez de empezar en mayo, las picaduras comienzan en abril. 

¿Hay que tener precauciones especiales con los perros? 

Al contrario de lo que suele pensarse, el riesgo no está asociado a los perros: estos animales no suelen sufrir picaduras gracias a los collares que llevan y, en cualquier caso, las especies que transmiten la enfermedad de Lyme y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo no afectan a los perros. 

¿Cómo puedo reducir el riesgo? 

«Tenemos que ir al campo protegidos con ropa larga, el calcetín por encima del pantalón, que en verano nos cuesta un poco y vamos más fresquitos de ropa. Es muy importante cuando llegamos a casa revisarse y revisarnos unos a otros porque a veces están en sitios que no se ven», resume García San Miguel. También se pueden usar repelentes. 

Las garrapatas tardan horas en empezar a alimentarse, pero solo entonces existe riesgo de infección: si encontramos una en nuestro cuerpo, pero no se ha enganchado, podemos eliminarla sin mayor preocupación. 

He encontrado una garrapata enganchada, ¿qué hago? 

García San Miguel explicaba que en caso de picadura «se puede usar una pinza de borde romo, pero es importante sacarla tirando hacia arriba». En caso de no saber o querer hacerlo, deberemos acudir a un centro de salud. 

Es importante evitar otras formas de extracción tradicional (aceite, algodón con alcohol, tijeras, calor o incluso tirar de ellas con los dedos) porque pueden facilitar el contagio de los patógenos que pudiera tener el animal. 

Nunca hay que esperar a que se desprenda por sí sola, sino extraerla lo antes posible, ya que el riesgo de infección aumenta con el tiempo. También es importante conservar la garrapata porque puede ser de gran ayuda para los médicos y ayudar al diagnóstico en caso de enfermedad. Se puede conservar en un bote con papel húmedo. 

Me ha picado una garrapata, ¿cómo sé si tengo que ir al médico? 

El riesgo de desarrollar una enfermedad tras una picadura de garrapata es mínimo, pero es recomendable mantenerse en observación durante cuatro semanas por si aparecen manifestaciones clínicas. En ese caso es necesario acudir al médico —si no se ha hecho antes para la extracción del animal—. 

Enfermedades transmitidas por mosquitos: un riesgo que aumenta en España

Las organizaciones sanitarias internacionales están alertando sobre la expansión en Europa de especies de mosquitos que transmiten enfermedades como el dengue. En España, donde ya se encuentran extendidos por gran parte de su geografía, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) alerta sobre el riesgo del virus del Nilo occidental, y afirma que el verano se prevé complicado. En esta guía, elaborada por SMC España, se reúne infomación para entender este problema de salud pública.

¿De qué mosquitos estamos hablando? 

Se han descrito miles de especies de mosquitos diferentes en el mundo. En España hay 63 especies, dice al SMC España Roger Eritja, responsable de Entomología de Mosquito Alert, un proyecto de ciencia ciudadana coordinado por diferentes centros de investigación públicos. La mayoría de estas son nativas, como el Culex pipiens (mosquito común), una especie presente en toda Europa. La cifra incluye tres especies invasoras que llegan desde otra parte del mundo, transportadas por personas que viajan, en vehículos o por plantas o neumáticos usados. Esas tres especies son: 

Aedes aegypti (mosquito de la fiebre amarilla, originario de África), una especie que era común en el país en los siglos XVIII y XIX, que llega ahora al país de forma esporádica.  

Aedes albopictus (mosquito tigre, originario de Asia), establecido en amplias zonas desde 2004.

Aedes japonicus, establecido en el Cantábrico desde 2018. 

¿Qué enfermedades transmiten los mosquitos? 

Estos mosquitos son vectores de varios arbovirus que pueden infectar a seres humanos u otros animales; y de parásitos, como el de la malaria.  

Aedes aegypti y Aedes albopictus pueden transmitir virus de la fiebre amarilla, dengue, chikungunya y Zika.  

Culex pipiens y Aedes japonicus son vectores del virus del Nilo occidental.  

Los casos de estas enfermedades pueden ser importados —traídos a España por una persona infectada en otro país— o casos autóctonos, de transmisión local. Es importante recordar que la entrada de mosquitos vectores en una zona no indica que se hayan transmitido ya las enfermedades: para ello, además del vector deben llegar pacientes infectados a las regiones, remarca al SMC España Jacob Lorenzo Morales, director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, de la Universidad de La Laguna. 

Tanto el virus del Nilo occidental como su vector, el mosquito común Culex pipiens, son endémicos en nuestro territorio, tal y como explicó María José Sierra, jefa de área del CCAES, en una jornada informativa sobre el Plan Nacional de Enfermedades Transmitidas por Vectores celebrada el 18 de junio. «A nosotros nos preocupa más realmente el virus del Nilo occidental que el dengue», dijo Sierra, que es una de las coordinadoras del plan nacional. La transmisión de dengue es menos probable, ya que requiere una serie de condiciones que aún no se cumplen. 

En cuanto a la sintomatología, un 80 % de las personas infectadas por el virus del Nilo occidental no presentan síntomas; un 20 % tendrá síntomas similares a los de la gripe y en menos del 1 % de los casos, la infección puede llegar a afectar al cerebro, con cuadros graves de meningitis, encefalitis o parálisis flácida aguda.

¿Por qué están alertando las agencias internacionales? 

Los casos de infección —tanto autóctonos como importados— están aumentando mucho, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). En el 2023 se notificaron 130 casos de dengue autóctonos en la UE/EEE, casi el doble de los 71 casos notificados en 2022, y un bum comparado con los 73 casos adquiridos localmente registrados en todo el período 2010-2021.  

También hay grandes brotes en otras partes del mundo, en particular en las Américas, que están llevando a un aumento de casos importados. «A 30 de abril del 2024, se han notificado a la OMS más de 7,6 millones de casos de dengue en 2024, incluidos 3,4 millones de casos confirmados, más de 16.000 casos graves y más de 3.000 muertes», publicó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un comunicado del 30 de mayo.  

Además, hay un aumento de los movimientos de personas: en los tres primeros meses de 2024, un total de 5,7 millones de personas entraron a Europa continental desde zonas endémicas de dengue en otras partes del mundo, más del doble del volumen total de viajeros en todo el año 2023, remarcó Céline Gossner, experta principal en enfermedades emergentes y transmitidas por vectores del ECDC, en un evento informativo celebrado el pasado 11 de junio. 

¿Qué pasará este verano?  

«Ante un verano que se prevé complicado, la vigilancia entomológica es crucial», alerta el Ministerio de Sanidad en un comunicado.  

«El mosquito tigre [Ae. albopictus] está presente y es abundante en gran parte de España. Habrá importación del virus y las condiciones ambientales en el verano son adecuadas para brotes locales», dijo Gossner. «Pero no podemos predecir si habrá cero brotes o brotes múltiples», añadió. 

Las Olimpiadas de París, que se celebrarán durante los meses de julio y agosto, también generan un alto riesgo de transmisión de enfermedades, que las autoridades francesas están monitorizando de cerca, agregó la experta del ECDC. 

¿Dónde están estos mosquitos en España?  

El ECDC publica mapas que detallan el estatus de varias especies de mosquitos nativas e invasoras por las diferentes zonas de Europa. Son cifras de fuentes administrativas con datos de campo que se actualizan cada seis meses, aproximadamente. En España, estos datos están disponibles por provincias. 

Para conseguir datos en tiempo casi real y por municipios, se pueden consultar on-line los mapas del proyecto Mosquito Alert, que complementa el trabajo científico para la vigilancia de especies invasoras por observaciones de la ciudadanía. A través de su app, cualquier persona puede notificar el hallazgo de uno de los mosquitos estudiados. Un equipo de entomólogos valida las fotos recibidas antes de agregar el resultado en los mapas públicos. Desde el 2014, un 21 % de los descubrimientos de mosquitos tigre en España se han hecho a través de Mosquito Alert. Cuando una especie es detectada en un municipio donde no se conocía su presencia, el sistema informa al CCAES, que alerta a las comunidades autónomas. 

¿Se está expandiendo el alcance geográfico de los mosquitos?  

Sí, la subida global de la temperatura aumenta el rango geográfico donde las especies pueden establecerse, tanto en latitud como en altitud. Sin embargo, el cambio climático también está asociado con la sequía prolongada, que “puede ser fatal para los mosquitos”, dice Eritja al SMC España. 

Además, “la expansión de las especies invasoras no puede entenderse sin la acción humana”, continúa el entomólogo. Transportamos los mosquitos en nuestras actividades comerciales y viajes de ocio. Les permitimos prosperar sin lluvia, ya que “el mosquito tigre cría las larvas en pequeños recipientes domésticos, como regaderas o bidones”, apunta el experto.  

Aedes aegypti se ha establecido en la isla mediterránea de Chipre y en otras partes más remotas de Europa, como la isla de Madeira y territorios franceses en el Caribe, según el ECDC. “Su potencial para establecerse en otras partes de Europa es preocupante debido a su importante capacidad para transmitir patógenos y a su preferencia por picar a los humanos”, advierte el centro en un comunicado.

¿Se está alargando la temporada de mosquitos?  

Sí, los períodos de actividad durante el año también se están expandiendo. Normalmente, los mosquitos tienen su pico máximo en verano, antes de disminuir su actividad, e incluso hibernan en invierno, explica Lorenzo Morales. Ahora, «las condiciones climáticas más cálidas a escala mundial están permitiendo que los mosquitos y otros artrópodos no tengan una parada en su ciclo de vida», dice el parasitólogo al SMC España. 

«Hemos visto desde Mosquito Alert que estos últimos años están apareciendo mosquitos tigre en una temporada más amplia, alargándose la cría en primavera y en otoño-invierno», confirma Eritja.  

Este año, la Consejería de Salud de Andalucía notificó un caso de fiebre del Nilo occidental en un niño de cinco años en la provincia de Sevilla. Fue ingresado durante 10 días y sus síntomas empezaron a principios de marzo, lo cual es inusualmente temprano, según explicaron fuentes del ECDC en la sesión informativa. «Aunque se trata de un caso aislado, pone de manifiesto que la transmisión del virus del Nilo occidental puede producirse a principios de año, probablemente debido a unas condiciones climáticas adecuadas», según un comunicado de la agencia.

¿Esto va a más?  

Sí, las fuentes concuerdan en que la expansión de los mosquitos y de las enfermedades que transmiten se intensificarán en el futuro. Un estudio del 2019, por ejemplo, calcula que, en el año 2080, Aedes albopictus estará presente en 197 países y Aedes egypti en 159 países. «Junto con el calentamiento global que permite la expansión y ciclo de vida constante de estos animales, el aumento de la población y de las regiones urbanas favorecen aún más que se expandan y multipliquen», resume Lorenzo Morales. «Recordemos que las hembras de Aedes suelen mantenerse cerca de su alimento, en este caso, nosotros», añade. 

«Las previsiones no pueden ser muy optimistas a la luz de la evolución de los últimos años», sentencia Eritja. Además de la expansión de especies invasoras, el entomólogo destaca varios factores: «Las recientes epidemias de gran alcance en países que son receptores y emisores de denso intercambio de personas con España; la creciente detección del virus del Nilo occidental y la creciente presencia de casos en équidos, aves y humanos; y el aumento año tras año de episodios de transmisión autóctona de arbovirosis exóticas en múltiples países de Europa». 

¿Existen vacunas contra las enfermedades que transmiten? 

Existe vacuna contra la fiebre amarilla, que lleva varias décadas en uso. Algunos países requieren un certificado de vacunación para los viajeros que entren en su territorio. 

Existen dos vacunas para prevenir el dengue aprobadas en Europa: Dengvaxia (desde el 2018) y Qdenga (desde el 2022) Estas vacunas «están destinadas a personas residentes en zonas altamente endémicas, entonces hasta la fecha no forman parte de la caja de herramientas para prevenir o controlar los brotes de dengue en la UE continental, donde el dengue no es endémico», remarcó Gossner. 

El 31 de mayo 2024, la Agencia Europea de Medicamentos recomendó aprobar la primera vacuna contra el chikungunya en adultos en la Unión Europea. La decisión de autorización está ahora en manos de la Comisión Europea y luego los estados miembros determinarán su uso y posible reembolso. 

No existe vacuna contra el virus del Nilo occidental en seres humanos, pero sí en équidos. 

Hay vacunas en desarrollo contra el zika. En un mes, la empresa Moderna tiene previsto acabar un ensayo clínico de fase 2 en Estados Unidos y Puerto Rico; y en marzo, la empresa Valneva anunció un ensayo clínico de fase 1 en Estados Unidos.

¿Qué medidas de prevención podemos tomar?  

A nivel individual, se puede prevenir las picaduras mediante el uso de ropa de mangas largas y pantalones, producto repelente, mosquiteras y aire acondicionado. Estas medidas son particularmente importantes durante las tres semanas después de volver de una zona donde mosquitos del género Aedes están presentes, para reducir la probabilidad de transmisión secundaria por personas infectadas, dijo Gossner en el evento del ECDC.  

También es esencial evitar la acumulación de agua estancada en macetas, cubos, bebederos de mascotas, lonas.... Si es necesario almacenar agua, el contenedor debe taparse. «El mosquito tigre aprovecha pequeños volúmenes de agua para desarrollarse, así que hay que prestar atención a los pequeños detalles», recoge la página web de Mosquito Alert, que proporciona muchos consejos prácticos. 

«Se trata de combinar los programas ciudadanos, la investigación, el control de plagas y la gestión sanitaria implicando el ámbito académico, la administración pública, la ciudadanía y el sector privado», detalla Eritja. Son «juegos de herramientas que solo tienen sentido de forma conjunta», agrega, insistiendo en la importancia de la ciencia ciudadana para informar y «permitir a la gente participar en sus soluciones lado a lado con las administraciones». 

La actitud será diferente según la especie de mosquito, explicó García San Miguel en la jornada del CCAES. En el caso de Aedes albopictus «que ya está entre nosotros, [...] no lo vamos a poder erradicar, pero sí intentar disminuir la densidad». Pero con Aedes aegypti, «que es un hiperinvasor, si entra, lo que queremos es erradicarlo».  

«Los sistemas de vigilancia nacionales y autonómicos permiten evitar nuevas introducciones como es el caso de las alertas vigentes en Canarias con Ae. aegypti —destaca Lorenzo Morales—. Sin estos sistemas centinela estaríamos perdidos».