Multitudinaria despedida a Anita Sirgo, con manifestación y reivindicación, «como ella quería»

Carmen Liedo LANGREO

ASTURIAS

El féretro de la histórica comunista, referente de la lucha antifascista y la justicia social, fue llevado a hombros desde la sede de CCOO del Nalón, en La Felguera, hasta el pozo Fondón, donde se la despidió con el turullu y «a golpe de tacón»

16 ene 2024 . Actualizado a las 22:25 h.

Se cumplió la última voluntad de la histórica comunista Anita Sirgo, emblema de la lucha antifascista y la justicia social. Ella quería que su entierro fuera una manifestación y una reivindicación más de las muchas en las que participó en vida y así fue la multitudinaria y emotiva despedida que tuvo lugar en la tarde de este martes en Langreo. Una despedida cargada de simbolismo y tan al detalle como contaba Anita las torturas y vejaciones a las que había sido sometida en su juventud por luchar por la democracia, por las mejoras laborales para los mineros durante las huelgas de 1962 o por los derechos de las mujeres. No faltó, por tanto, la bandera republicana ni la de Comisiones Obreras sobre su ataúd, ni el zapato de tacón para representar su lucha, ni los granos de maíz que, según contaba ella, les echaban a los esquiroles durante aquellas huelgas «pa llamalos gallinas».

La despedida de Anita Sirgo arrancó a las cuatro y media en el salón de actos de la Unión Comarcal de Comisiones Obreras del Nalón, un salón que se quedó pequeño para acoger a todas las personas que querían mostrar sus condolencias tanto a la familia personal de Anita, como a la política y sindical y ser partícipes del homenaje a la histórica comunista. Al acto acudieron numerosos representantes políticos y sindicales del ámbito regional y municipal, entre los que se encontraban el coordinador de IU de Asturias, Ovidio Zapico; Arancha Carcedo, de la dirección del partido Comunista de Asturias; el secretario general de CC OO de Asturias, José Manuel Zapico; el alcalde de Langreo, Roberto García; el alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez; el alcalde de Morcín, Mino García; coordinadores y concejales de IU de diferentes concejos de Asturias; y también el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien intervino a petición de Ovidio Zapico como máximo responsable del Gobierno de la región aunque confesó que tenía intención de acudir, de todos modos, a título personal por «la enorme admiración que siento por la generación de Anita».

«Un ejemplo de lucha para las mujeres»

Esther Barbón, actual secretaria de CC OO del Nalón, fue la encargada de dar comienzo al acto de despedida de Anita Sirgo. «Se nos ha ido un referente», decía Esther Barbón, «un ejemplo de lucha para las mujeres» gracias a la cual, agregaba, «muchas mujeres estamos hoy aquí». De hecho, destacaba, «que esté yo aquí, que una mujer sea la máxima representante de esta unión comarcal, es uno de sus logros», por eso la representantes sindical no quiso desaprovechar la ocasión de recordar algo que Anita les decía siempre: «no podemos abandonar la lucha ni dar nada por conseguido, porque puede desaparecer en un momento. Todo tuvimos que lucharlo y pelearlo». Y con esto quiso instar a los presentes «a seguir con la lucha y el legado de Anita y a rendirle homenaje cada día».

El alcalde de Langreo, Roberto García, señaló en su intervención que a la gente comprometida como Anita Sirgo «no se la entierra, se siembra», porque son personas «que construyen un futuro más digno y mejor para todos». Y Arancha Carcedo, de la dirección del Partido Comunista de Asturias, puso de relieve la fortaleza de «la camarada Sirgo» para luchar por la justicia social. «Toda la violencia machista que ejercieron contra ella no fue capaz de romperle sus tacones. Nunca sonaron más firmes», dijo Carcedo, que no quiso pasar por alto que Anita diera testimonio de su experiencia y de su lucha a los más jóvenes para que estos no bajen la guardia en la lucha por los derechos y la democracia.

Ovidio Zapico, coordinador de IU de Asturias, enfocó su discurso a lo que Anita Sirgo quería que fuera su despedida: «quería que este día y este acto fuese un día más de lucha y de reivindicación, que se uniera a tantos de sus días de lucha», trasladó el mismo, que también puso de relieve lo claro que tenía la histórica comunista «que en lo sindical y en lo político se necesita organización para lograr avances y transformaciones». A esto hizo referencia también en su intervención el secretario general de CC OO de Asturias, José Manuel Zapico, quien reivindicó «la organización y la unidad para defender el legado de Anita», una mujer que junto a muchas otras «han sido semilla: ellas dieron la cara y se ganaron el respeto y la voz», manifestó el representante sindical regional, quien recordó que si bien «Anita era una mujer de armas tomar», tuvo que soportar en su juventud «cárcel, tortura y exilio». «Era una gran revolucionaria», destacó Zapico y tras su palabras se volvió a producir en el salón de actos de CC OO del Nalón otro largo aplauso como el que ya había tenido lugar tras la intervención de Esther Barbón.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, fue el encargado de cerrar el acto con una intervención en la que destacó a Anita Sirgo como «una persona que luchó toda su vida por la democracia». Así, consideró que referentes como Anita «no son sólo patrimonio de CC OO, de IU o del PCE. Son patrimonio del conjunto de la izquierda y del conjunto de los demócratas», argumentó el dirigente regional, que confesó que Sirgo también le advertía en sus conversaciones: «nunca dejes de luchar, porque en cuanto nos descuidemos, lo perdemos todo». Por eso, el presidente del Principado dijo en la despedida de Anita que «hoy más que nunca hay que reivindicar a Anita por su valor».

Y como quería Anita Sirgo, su despedida continuó con una manifestación y una reivindicación. En el exterior de la sede la de Unión Comarcal de Comisiones Obreras del Nalón esperaban miles de personas para acompañar a la histórica comunista en su última gran movilización, desde La Felguera hasta el pozo Fondón. El féretro salió a hombros de la sede de CC OO del Nalón y recorrió el pasillo que se formó con los casi 70 ramos y coronas de flores que recibió de familiares, amigos, organizaciones políticas, sindicales o asociaciones hasta situarse detrás de la pancarta que la esperaba unos metros más adelante, pancarta que rezaba «Gracies Anita, por tu ejemplo de lucha y dignidad».

Pese a ser poco más de las cinco de la tarde, significativo fue el silencio que se hizo en las calles de La Felguera al paso de la manifestación con el féretro de Anita Sirgo a hombros, silencio que se rompió en algunas ocasiones cuando se entonó «La Internacional» o cuando se repetía la proclama: «esta es la lucha de la clase obrera». También rompió el silencio el «hasta luego camarada» que le gritaron desde una ventana de un edificio de Langreo Centro la que colgaba la bandera de la república.

Acto simbólico en el pozo Fondón

La llegada de la última manifestación/reivindicación de Anita Sirgo a la explanada del pozo Fondón, en el que tanto luchó por las mejoras laborales de los mineros, fue como no podía ser de otra manera, con el turullu de la mina. Así comenzaba otro pequeño acto en el que se leyeron unas palabras de la Asociación de Memoria Histórica del País Vasco y una palabras del secretario general de CC OO, Unai Sordo, quien en ellas reconocía que «Anita fue una de las imprescindibles». También su biznieta dirigió unas palabras para agradecer en nombre de la familia que se cumpliera su última voluntad de que se la despidiera con una manifestación y una reivindicación.

El acto en el pozo Fondón, tan simbólico en la vida de Anita, concluyó con un taconeo y decenas de mujeres entonando: «Gracias por dar tira, compañera Anita». La semilla de Anita y su recuerdo quedará siempre en el pozo Fondón representado en una camelia que el día de su despedida se ha plantado en su honor.