Con más de 7.000 voluntarios, las cifras de trampeo se han disparado este año en un 600%
11 dic 2020 . Actualizado a las 17:24 h.El director general del Medio Natural y Planificación Rural, David Villar, ha apelado hoy a la colaboración interautonómica en la lucha contra la expansión del avispón asiático, o Vespa velutina, tras advertir de que Asturias captura anualmente más ejemplares de esta especie que el resto de comunidades vecinas conjuntamente.
Según Villar, la movilización de más de 7.000 voluntarios a través de la aplicación AvisAP ha contribuido a que las cifras de trampeo hayan aumentado en un 600% en el último año lo que ha permitido detectar y eliminar muchos más nidos que en 2019 lo que permitirá reducir la presencia de esa especie aunque acabar con ella será «muy complicado» dado que ha encontrado «un hábitat privilegiado» para desarrollarse.
El director general ha recordado además que Asturias destinará este año 700.000 euros a combatir tres especies invasoras -el plumero de la pampa, el visón americano y el avispón asiático-, una cantidad que duplica la del ejercicio anterior y que ha abogado por seguir incrementado en función de las disponibilidades presupuestarias.
Villar ha hecho estas afirmaciones tras hacer entrega al vicepresidente de la Federación Asturiana de Concejos (FACC) y coordinador de la comisión de Medio Ambiente del organismo, Sergio Hidalgo, de material por valor de 4.000 euros para seguir contribuyendo a la lucha de municipios, voluntarios y asociaciones contra la vespa velutina.
Así, ha agradecido el trabajo de los ayuntamientos y de las agrupaciones de voluntarios y de Protección Civil ante la magnífica respuesta que han dado al llamamiento realizado por el Principado que ha permitido incrementar el número de nidos detectados «porque hay mucha más gente vigilando».
El material de que dispondrán, con el que cuentan también los miembros de Bomberos de Asturias, incluye un insecticida específico para esta especie así como pértigas para llegar a los nidos, que en muchos casos se sitúan a cuatro o cinco metros de altura, de alta presión y trajes de protección con un capa exterior de más de un centímetro que pide que penetre el aguijón en caso de picadura, informa Efe.
