El actual escenario, con las cifras de contagio de nuevo desbocadas, genera «incertidumbre» entre los equipos directivos, que critican «la falta de planificación y de información» a dos semanas del comienzo del nuevo curso
26 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Los centros educativos de enseñanza primaria y secundaria han empezado a planificar la vuelta a las aulas, pero lo están haciendo con las instrucciones de hace casi mes y medio y a duras penas por «la falta de información y la incertidumbre» en la que siguen las direcciones de colegios e institutos a dos semanas del teórico regreso de los alumnos a clase. Las miradas las tienen puestas en la conferencia interterritorial que los Ministerios de Educación y Sanidad mantendrán con los consejeros de las comunidades autónomas, comenta Milagros Madiedo, presidenta de la Asociación de Directivos del Principado de Asturias (Adespas), quien considera que será difícil organizarse en una semana cuando el escenario es variable y a estas alturas los centros ya deberían estar preparados y con los medios adecuados para afrontar diferentes escenarios. «Había margen para organizarse, pero la queja general ahora es de falta de planificación», traslada la misma.
«La sensación es de mucha incertidumbre y poca información», comenta la presidenta de Adespas, que señala que la organización que pueden estar haciendo los centros es según las instrucciones de julio «cuando la situación era diferente». Según traslada, «los centros se han molestado en tomar medidas», como habilitar dos entradas para no acumular alumnado, organizar diferentes horas de entrada o diseñar circuitos para caminar por los centros, pero asegura que hay medidas planteadas por la Consejería de Educación «que son imposibles de aplicar» en muchos centros, como mantener la distancia de 1,5 metros entre alumnos en aulas en las que va a seguir habiendo 25 alumnos. «Habrá aulas en las que la distancia será de medio metro, como mucho, por lo que es difícil mantener la distancia de seguridad», reprocha Milagros Madiedo, que también ve difícil que en un espacio así todos los alumnos vayan a aguantar seis horas con la mascarilla puesta. «Algunas de las medidas que se han planteado son poco realistas», lamenta la misma, que considera que se tendrían que haber pensado otras posibilidades, siempre prevaleciendo la educación presencial, como utilizar los espacios públicos disponibles que haya en el entorno de los colegios para hacer grupos más pequeños.
Falta de planificación percibe también la representante de Adespas en el planteamiento de un escenario combinado con educación presencial y telemático porque «no estamos preparados para eso». Y es que la misma apunta que para impartir clases por turnos, «que podría ser una opción, tendríamos que tener ya los medios en el aula para que quienes tuvieran que seguir la clase en streaming pudieran hacerlo con seguridad y como si estuvieran en el aula, pero no los tenemos», manifiesta la misma, que entiende que si para el alumnado de secundaria ya es difícil esa modalidad, para los de primaria «la educación online es mucho más complicada».
Madiedo indica, por tanto, que si bien los centros han intentado planificarse con las instrucciones y los medios que tenían hasta ahora, han habilitado rutas y señalización y han colocado productos de higiene, «eso no es suficiente porque hay un problema de espacios que se podía haber solucionado con la utilización de centros municipales, y otro problema de que los medios no son suficientes, y esto no se puede superar sin invertir en material y en más personal», apostilla la presidenta de Adespas, que tampoco ve oportuno que tenga que se tenga que determinar un personal COVID en los centros de entre el profesorado para gestionar en el caso de que hubiera algún positivo. «No sé hasta que punto tenemos la obligación de hacer eso», señala la representante de las Asociaciones de Directores, que considera que es difícil que los profesores tengan que hacer un diagnóstico «cuando los catarros y las gripes son lo más normal del mundo, además de que muchos jóvenes pasan el coronavirus de forma asintomática».
«Los nenos no pueden estar en casa otra vez».
César Suárez, director del IES Montevil, es uno de los que ya está organizando la vuelta a las aulas porque entiende que «no está la cosa para dejarlo para el último día», así que estos días se afana en avanzar trabajo, elaborar horarios y preparar el plan de contingencia para su centro, con los circuitos para los pasillos y la organización de los grupos.
La incertidumbre de la que habla la presidenta de Adespas la reconoce el director del colegio público El Bosquín, de El Entrego, Samuel Sánchez, quien asegura que el centro está preparado en función de las nociones que se dieron hasta mediados de julio. «Ahora andamos a la espera de estas reuniones que tienen con la ministra, a la espera de lo que van a decidir, qué van a hacer y que no van a hacer para ponernos a ello», porque si algo tiene claro es que «los nenos no pueden estar en casa otra vez».
En concreto, le interesa saber hasta qué punto van a tener potestad las direcciones de los centros «para hacer cosas y tomar determinaciones sin vulnerar la ley», porque entiende que hay cosas que se podrían hacer en centros como el que él dirige. «Quizá nosotros seamos capaces de hacer grupos más reducidos, que los profesores especialistas sean todos tutores y no meter tantos nenos en un aula cuando no se permiten reuniones de más de 10 personas», plantea Samuel Sánchez, que considera fundamental que en el curso que va a comenzar se siga avanzando materia incluso en caso de volver a un confinamiento y a las clases telemáticas. «Pero en los alumnos de Primaria avanzar 9 materias es muy complicado porque son muy pequeños todavía, sobre todo desde Primero a Cuarto», y es ahí cuando considera que si los profesores de las especialidades, como puede ser educación física, se convierten en tutores «se pueda avanzar en aquellas materias, entre comillas, básicas. Así, los alumnos, si vuelve a suceder una situación crítica como la que tuvimos, no perderían materia», defiende el mismo, que ve más factible una clase online cuando el profesor tiene pocos alumnos. Y es que en su colegio, si bien hay clases que pueden considerarse privilegiadas por ser de 12 o 13 alumnos, también hay otras que rozan o superan la veintena.
Una lista de interinos potente y efectiva
«El problema es, yo como director ¿puedo hacer eso? Porque igual vulnero principios a los maestros», se cuestiona el director de El Bosquín, que lo que tiene claro es que las clases de los cursos de Infantil de forma «innegociable» deben ser presenciales «sí o sí, y si hay que hacer grupos de ocho nenos en infantil, pues que se hagan, que no hay mayor problema, que se contraten maestros de infantil y listo», dice de forma tajante. De igual modo, aboga por que la lista de interinos «sea potente y efectiva», de forma que la sustitución de un maestro en caso de ponerse enfermo sea lo más rápido posible. «Habrá que tener una contingencia de dos o tres maestros que puedan coger hacerse cargo de un grupo en un momento dado», señala el mismo.
Otro tema que asegura le genera mucha preocupación es que si la contratación de maestros es fundamental, también lo es abordar la limpieza de los centros. En este sentido, teme que la Consejería de Educación deje ese cargo a los ayuntamientos sin darles dinero para subsanar eso… «De todo esto tiene que hacerse cargo la Consejería: mandar más maestros para los grupos más pequeños; dejar a los especialistas que sean tutores y luego limpieza, limpieza tiene que haber», y pone como ejemplo que en un colegio como el suyo, que supera los 300 alumnos, tendría que disponerse de tres personas de limpieza por la mañana y luego por la tarde otras tres «para que desinfecten en condiciones». «Sin embargo, no hay nada preparado», lamenta el mismo.
Samuel Sánchez asegura que el deseo de directores y profesores con los que ha compartido conversación e intercambiado opiniones es que los alumnos deben volver a las aulas. Teniendo en cuenta eso y a la vista de la situación, el mismo plantea que quizá lo que tendrían que hacer desde el Gobierno de Asturias «sería volvernos una fase para atrás 15 días antes de que empiece el colegio para intentar empezarlo con todas las garantías posibles», y es que añade que si bien puede resultar complicada una medida así, «la gente tiene que entender que es innegociable que los nenos vayan a los colegios, que los padres puedan ir a trabajar y haya una conciliación», argumenta el director del colegio El Bosquín.