El Principado recoge en su plan de respuesta rápida tres niveles de incremento de casos de coronavirus, con la transmisión comunitaria descontrolada como situación más problemática
21 ago 2020 . Actualizado a las 14:20 h.La evolución de la pandemia en Asturias no está siendo tan mala como en otras comunidades autónomas, pero el Principado no quiere que un agravamiento de la situación le coja con el pie cambiado. Para ello, ha elaborado un plan de respuesta rápida contra el coronavirus compuesto por cinco líneas de actuación para aplicar en el supuesto de que la situación se recrudezca. Una de esas líneas recoge un plan de contingencia con medidas concretas que afectan al sistema sanitario que divide en tres niveles los posibles escenarios. El más favorable es el actual, con brotes aislados, y el más complicado es en el que se registra una transmisión comunitaria no controlada.
Concepción Saavedra, directora gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias, ha explicado en qué consisten los diferentes niveles que se recogen en ese plan de contingencia. El nivel 1, en el que estamos actualmente, es en el que se registran «brotes aislados controlados». En este caso, se aplican las medidas que ya están en marcha. Sería la «detección, control y seguimiento de brotes, aislamiento de casos positivos y sus contactos estrechos», ha precisado Saavedra.
El nivel 2, en el que se producen «brotes complejos o transmisión comunitaria esporádica», las medidas a aplicar son el refuerzo de las medidas de formación, higiene, prevención y también de distanciamiento social. Además, Saavedra ha añadido que «se realizaría la identificación de actividades priorizadas, de lo que es memorable o no dentro de la actividad sanitaria, el seguimiento especial de pacientes vulnerables, se regularía el acompañamiento, especialmente en el final de la vida». Asimismo, seguirían las consultas virtuales y la telemedicina. «Sería volver al plan de contingencia previo al que tenemos actualmente», ha precisado la responsable del SESPA.
El nivel 3 es el de la «transmisión comunitaria no controlada». «Sería volver al principio de la pandemia», ha asegurado Saavedra, que ha detallado medidas como «la suspensión de todo lo urgente y no demorable, volver al triaje, al doble.
Las cinco líneas del plan de respuesta rápida
El documento de respuesta rápida incluye el plan de contingencia, pero hay mucho más. Según ha precisado Saavedra, tiene dos objetivos claros: reducir el impacto de la pandemia mediante el fortalecimiento en la detección precoz y el seguimiento de casos, y preparar la capacidad del sistema sanitario asturiano para el supuesto de que llegue una segunda oleada. El documento contiene cinco líneas de actuación, cada una con unos objetivos concretos.
La primera de estas líneas es activar políticas de prevención y control. El objetivo es impulsar medidas de prevención e higiene en toda población; un plan de transparencia y comunicación; y el refuerzo de la campaña de vacucanacion frente a la gripe. La segunda es disponer de capacidad detección precoz. Para ello, se reforzarán los sistemas de vigilancia precoz, la búsqueda activa de casos y los estudios de cribado en los profesionales esenciales.
La tercera línea es garantizar la reserva estratégica de recursos, tanto de equipos de protección, de capacidad técnica diagnóstica, de tratamientos y de disponibilidad de camas. El cuarto punto es el de asegurar la disponibilidad de recursos humanos, para lo que se realizará formación continua y apoyo psicológico a profesionales. La quinta línea es la de los diferentes niveles que incluye el plan de contingencia.
Disponibilidad de material
Las previsiones del Principado son que los positivos asintomáticos o leves sigan haciendo cuarentena en sus domicilios y que aquellos de este grupo que no puedan hacerlo en sus viviendas recurran a equipamientos como la residencia juvenil Menéndez Pidal en Oviedo, que disponde de 58 habitaciones individuales.
Los siguientes niveles serían los de asintómaticos o leves con cierta dependencia y de pacientes que requieran atención más compleja para los que se cuenta con 175 camas -que podrían ampliarse a 235- en el CREDINE de Langreo, el Hospital Monte Naranco en Oviedo y los centros concertados Hospital Avilés, Cruz Roja y Jove en Gijón y Adaro en Langreo.
Para los casos que requieran hospitalización Asturias dispone en la red pública de 2.865 camas -541 dirigidas a pacientes COVID- y de otras 240 equipadas con respiradores en las ucis y estaría en disposición de disponer más de este tipo al contar con 397 respiradores invasivos y 170 no invasivos y de nueve más destinados a la población infantil. Además, se dispone de 14 dispositivos de autocovid con capacidad para procesar 6.400 muestras y seis de ocho áreas cuentan con equipos para la realización de PCR rápidas para los casos en que se requiera una cirugía urgente o ante ictus o ataques cardiacos.