Julia Fernández y Elias Barrero, la madre y el hermano de la víctima continúan buscando justicia
04 jun 2019 . Actualizado a las 11:43 h.15 años después del crimen que conmocionó a Asturias, el asesinato de la joven de 22 años Sheila Barrero en el puerto de Cerredo, en Degaña, el caso continúa sin culpable. La familia de Sheila continúa buscando justicia aunque parece que tras tantos años sin ver una solución han conseguido una esperanza: la Unidad Central Operativa (UCO) ha vuelto a abrir el caso utilizando la nueva tecnología para esclarecer unos hechos que quedaron empañados en 2004 por la falta de medios de los que disponen ahora. Elías Barrero y Julia Fernández, hermano y madre de la víctima han aparecido en el programa de Espejo Público para expresar sus sentimientos ante este cambio en la investigación y para rememorar el recuerdo de la asturiana por el que llevan luchando tanto tiempo para que no caiga en el olvido. «No entendemos qué pasa con la Fiscalía», ha afirmado emocionada Fernández.
Julia Fernández, la madre de Sheila Barrero no entiende la forma de actuar de las justicia: «No sabemos si es que no les interesa, si es que solo están para delitos menores, no entendemos qué pasa». Sin embargo ha elogiado la labor de la UCO y ha dicho que le parece «un desprecio de la Fiscalía hacia el trabajo de la Guardia Civil porque la UCO es un equipo que hace muy bien su trabajo». De hecho, ni siquiera ellos sabían en un comienzo que habían vuelto a abrir la investigación sobre el asesinato de su hija: «Nosotros no sabíamos que estaban haciendo las pruebas y fue una sorpresa cuando se levantó el secreto de sumario, también una alegría». Un caso que cambia radicalmente ya que según ha contado el supuesto autor «fue detenido en su momento pero luego puesto en libertad porque no había riesgo de fuga, ni riesgo social, ni de obstrucción de pruebas. Tenía los mismos cargos que si estuviera en prisión pero luego decidieron que no eran pruebas suficientes y sobreseyeron el caso». Tanto ella como su familia desean poder terminar cuanto antes con esta pesadilla que ya dura demasiado porque, «la vida sin Sheila es muy difícil, se sobrevive pero no se vive».
Declaraciones del hermano
Ha pasado mucho tiempo desde aquel 25 de enero de 2004 en torno a las «10 y media u 11 de la mañana aproximadamente», pero el hermano de Barrero, el primero que la encontró aquel fatídico día no ha olvidado ese momento: «Lo recuerdo como si fuera hoy». «Yo vivo en Villablino e íbamos todos los fines de semana a comer a casa de mis padres y pasar el día en Degaña», ha comenzado a explicando Elias y ha añadido que «cuando pasamos por aquí vimos un coche como el de mi hermana pero como había otro igual por la zona me parecía imposible que pudiera ser el de ella a esas horas. Pero cuando llegamos a casa mi madre me dijo que si mi hermana estaba en Villablino y le dije: no mamá, no». En ese momento es cuando cayó en la cuenta de que efectivamente, el coche aparcado en el puerto de Cerredo era el de Sheila: «Subí directamente tiro fijo y cuando llegué ya ví que era su coche». Sin embargo, ha puntualizado que el presunto asesino, por el que las nuevas y viejas pruebas apuntan a su autoría era desconocido para la familia: «A ese chico no lo conocíamos de nada, pero claro seis meses después vienen las pruebas de residuos de disparo y dicen que es fulanito que dio positivo y que coincidían con el casquillo que habían encontrado en el vehículo, en blanco y en botella».
Por lo que ha insistido a Fiscalía que «si hay métodos nuevos y te están ratificando aún más lo que ya había es que yo no sé a qué están esperando» ha afirmado sorprendido ante la paralización del caso a pesar de los avances de la UCO. «No sabemos por qué no actúa la Fiscalía porque yo entiendo que si tú tienes algún tipo de duda los que mejor te lo pueden explicar son los peritos que están siendo interrogados en el juzgado y es tu lugar de trabajo digo yo que tendrás que estar ahí por si te surgen dudas, para que te las soluciones los expertos».