Un informe de la UCO señala que «no hay ningún tipo de duda en cuanto a la implicación del exnovio en la comisión del crimen». La delegada del Gobierno en Asturias ratifica la información
03 jun 2019 . Actualizado a las 17:51 h.La Delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ha confirmado la existencia de un nuevo informe «muy concluyente» sobre el crimen de Sheila Barrero, la joven asturiana de 22 años asesinada en 2004 en el puerto de Cerredo, en el municipio asturiana de Degaña.
De esta forma, Losa ha confirmado en su totalidad la información que este domingo publicó El Confidencial, sobre la conclusión por parte de la Guardia Civil de la investigación, apuntando nuevamente al B.V. -su exnovio-, un hombre que ya estuvo imputado en su día cuando la causa se archivó. Ahora se habrían encontrado nuevas pruebas contra él con procedimientos científicos. «En esa información periodística no hay ningún dato erróneo», ha afirmado Losa en unas declaraciones captadas por TPA y recogidas por Europa Press.
Según la información de El Confidencial, la Guardia Civil sostiene que «no hay ningún tipo de duda en cuanto a la implicación del exnovio en la comisión del crimen de Sheila Barrero». Así de contundente es el último informe elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO), cuyo trabajo ha permitido analizar viejas pruebas con medios más sofisticados y que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias reabriese el caso el pasado mes de octubre.
A pesar de que el expediente de cerró en 2008 sin culpables, la Guardia Civil siguió investigando. Hace ocho meses consiguió presentar pruebas para reabrirlo, y a pesar del secreto de sumario, comienzan a conocerse detalles de los avances. Según publica el digital, la Guardia Civil no tiene dudas de la implicación del exnovio en el asesinato. Se trata de un vecino de Villablino que por aquel entonces tenía 19 años. Desde el principio había sido el principal sospechoso debido a que encontraron restos de pólvora en su mano. Él argumentó que era cazador y que había utilizado armas de fuego pocos días antes del asesinato, explicación que le sirvió para librarse al no poder demostrar los investigadores que no fuera así.
Pero ahora ha habido novedades. Las técnicas utlizadas por la UCO han cambiado y con los avances tecnológicos actuales su coartada no es válida. Los químicos han logrado aislar de las muestras recogidas en su día de la mano derecha del sospechoso una partícula que es igual a los residuos de disparo encontrados en el casquillo dentro del coche de Barrero.
Ese es el principal avance, pero hay más, siempre según El Confidencial. Los nuevos análisis también demuestran que la fibra encontrada encima de una bufanda que Barrero tenía en su coche son de una chaqueta azul de su exnovio. Además, los nuevos interrogatorios a posibles testigos evidencian contradicciones entre lo declarado en su día y en la actualidad. Estos nuevos testimonios también ponen en duda que los padres del exnovio estuvieran en casa el día del crimen, y esa había sido la coartada utilizada por el joven para asegurar que pasó la noche con ellos.
Según Losa, ese nuevo informe ya está en el Juzgado de Cangas del Narcea, que es el que lleva el caso. «Esperemos ahora que la Fiscalía se haga cargo del informe, lo valore y decida abrir o no el proceso judicial», ha apuntado la Delegada del Gobierno en Asturias. Ha explicado que la nueva investigación está en ese juzgado a disposición de todas las partes que están en el proceso, incluida la familia de Sheila Barrero, que también tiene acceso al mismo.
Los hechos
A Sheila Barrero la encontraron asesinada en el puerto de Cerredo (Degaña) en enero de 2004 en el interior de su coche con un balazo en la cabeza. La mataron de madrugada, cuando volvía de la localidad de Villablino, en León, donde trabajaba como camarera en un bar de copas todos los fines de semana, a su casa de Degaña. Fue un hermano de la víctima el que descubrió el cadáver de Sheila, al ir a buscarla tras la tardanza y divisar su coche en un aparcamiento junto a la carretera.
El suceso ocurrió en el alto de La Collada. El coche estaba en un área recreativa situada en la subida a Cerredo. Sheila murió de un disparo en la nuca. Los dos médicos forenses que examinaron el cadáver señalaron que el disparo se efectuó a poca distancia con una pistola del calibre 6,35. La hipótesis que se barajó fue que el disparo se efectuó desde el asiento trasero del coche de la víctima.
Los investigadores decidieron imputar en su día a B.V. Se le practicaron varias pruebas en busca de restos de pólvora, que resultaron positivas. No obstante, el joven alegó que había estado cazando en fechas previas. Pero el juzgado de Instrucción de Cangas del Narcea dictó el 22 de octubre de 2007 el sobreseimiento provisional por falta de pruebas.
La familia de la joven asesinada decidió recurrir el archivo apoyándose en los indicios que veían en el único imputado hasta el momento, el joven leonés con el que mantuvo una relación. Sin embargo, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias confirmó el 2008 el archivo al considerar que los indicios de criminalidad sobre B.V. a «lo más que llegan es a erigir sospechas» y «no se pueden apreciar motivos suficientes como para mantener una acusación contra el sospechoso».
A pesar de aquel archivo, la investigación fue reabierta recientemente. Ahora Delegación del Gobierno ha confirmado la conclusión de esa investigación y la existencia de un nuevo informe que apuntaría nuevamente al mismo hombre.