¿Puede Asturias montar granjas de nieve, de un invierno para otro?

Carolina García

ASTURIAS

Nieve en Pajares
Nieve en Pajares Alberto Morante

Candanchú introduce en España el «snow-farming», una técnica que permite abrir las instalaciones sin depender de nuevas y copiosas nevadas. Los expertos dudan que sea posible aplicarla en Pajares o Fuentes de Invierno

01 ene 1970 . Actualizado a las 01:00 h.

12.000 metros cúbicos de nieve bajo una gran mole de paja de unos ocho metros de altura han pasado todo el verano en Candanchú. Es la primera estación de esquí española en sumarse al snow-farming que lleva décadas funcionando en Europa. Se trata de guardar y almacenar grandes cantidades de nieve al final de temporada para conservarla durante el verano tapándola con unas lonas aislantes, serrín o paja, que ayudan a repeler el calor y permiten que la nieve se mantenga en buen estado, para distribuirla en la siguiente temporada. Esta técnica permite abrir sin tener que esperar a nuevas nevadas. En un otoño e invierno en el que el tiempo de momento no ha acompañado, y salvo episodios de algunas nevadas (a las que siguió días más tardes lluvia, niebla y altas temperaturas), surge la pregunta: ¿Cultivar nieve es la solución para abrir las estaciones sin tener que esperar una copiosa nevada en Asturias? 

Hace un año en estas fechas, los amantes del blanco llevaban semanas esquiando en Asturias. Las nevadas que cayeron a finales de noviembre y principios de diciembre permitieron la apertura de las Fuentes de Invierno y Valgrande-Pajares. Fue un invierno con intensas nevadas, sobre todo en febrero y marzo, que permitieron ampliar la temporada. El riesgo de aludes mantuvo cerrado durante días la carretera del Puerto de San Isidro de acceso a la estación asturiana Fuentes de Invierno y se llegaron a acumular en la zona paredes de hasta 10 metros de nieve.

La nevadona de octubre

Este año la nieve llegó más pronto, pero duró poco. Las intensas nevadas de octubre incluso en cotas bajas en Asturias dejaron importantes espesores en las estaciones, pero las altas temperaturas y las lluvias registradas durante las semanas siguientes se lo llevaron todo. Había optimismo entre los profesionales y los amantes del esquí e incluso Valgrande-Pajares había decidido adelantar la temporada de esquí al 3 de noviembre, coincidiendo con el Puente de todos los Santos. La temporada pintaba buena. Pero no pudo ser.

¿Podría haberse sumado al snow-farming las estaciones de Asturias? No. Por varios motivos. Lo explican los directores de los centros de esquí, Javier Martínez y Jorge Fernández. Entre otros, no se reúnen las condiciones de latitud donde esta técnica obtiene resultados, tampoco acompañan las temperaturas en verano ya que en Asturias, en la montaña, se pueden llegar a alcanzar hasta los 30 grados, hay que tener nieve suficiente al final de temporada para poder almacenarla y, aunque el año pasado sí hubo acumulaciones importantes, no es lo habitual, y además la morfología de la cordillera cantábrica tampoco ayuda. 

El resultado de Candanchú, pionera en España en aplicar esta técnica, se conocerá en apenas unos días. Prevé iniciar su temporada este miércoles, 26 de diciembre. Los estudios calculan que con el «cultivo» de nieve se puede llegar a conservar hasta tres cuartas partes de la cantidad acumulada durante el invierno anterior. En Europa es ya todo un clásico. En Finlandia son expertos. Su estación Ruka es una de las pioneras y ha sido la primera en abrir en todo el Hemisferio Norte este año antes. Arrancaron el 5 de octubre. ¿Cómo lo ha hecho? Repartiendo en dos de sus pistas la nieve cultivada durante el pasado verano. A Ruka le han seguido varias estaciones. Es el caso de Sochi (Rusia), Davos (Suiza), Le Clusaz (Francia), Ulricehamm (Suecia), Otepaa (Estonia), Ruhpolding (Alemania), Courchevel (Francia), entre otras. De hecho, Sochi decidió guardar parte de la nieve que recibió a lo largo del invierno de 2013 para garantizarse algunas instalaciones en los Juegos Olímpicos de 2014.