La semana política: Trump acerca al Gobierno y el PP

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El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, dialoga en el Congreso con el diputado y vicesecretario de economía del PP, Juan Bravo.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, dialoga en el Congreso con el diputado y vicesecretario de economía del PP, Juan Bravo. Eduardo Parra | EUROPAPRESS

El ministro Carlos Cuerpo y el popular Juan Bravo abren un canal de confianza

13 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente norteamericano, Donald Trump, y su errática política arancelaria han conseguido algo que parecía imposible en la política española. Que el Gobierno de Pedro Sánchez y el PP de Alberto Núñez Feijoo negocien en serio sobre la posibilidad de que los populares apoyen el decreto ley aprobado por el Ejecutivo para hacer frente a las consecuencias de los aranceles impuestos por Trump a la Unión Europea. No es habitual que el Gobierno facilite con antelación al primer partido de la oposición el contenido de un decreto. Y menos aún que desde el PP se califique como «acertada» la rápida reacción del Gobierno a los anuncios de Trump, ahora aplazados por 90 días tras el paso atrás dado por el líder estadounidense.

En la negociación política la relación personal tiene mucho más que ver de lo que se cree. Y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el vicesecretario de economía del PP, Juan Bravo parecen haber congeniado escapando del ruido habitual entre el Gobierno y la oposición y estableciendo una relación de confianza. La negociación sigue siendo muy complicada porque por medio se ha cruzado una vez más Junts, el partido de Carles Puigdemont, asegurando que ha conseguido que el Gobierno se comprometa a que a Cataluña se destine el 25 % de los 14.100 millones en ayudas aprobadas de momento por el Ejecutivo. Las protestas del PP no se hicieron esperar, acusando una vez más a Sánchez de utilizar el dinero público para garantizarse el apoyo de los independentistas. Pero Cuerpo y Bravo, que huyen de la polémica cortoplacista y la retransmisión en directo de las negociaciones, mantienen abierto un canal de comunicación. La decisión de Trump de aplazar la entrada en vigor de los aranceles impuestos a todos los países excepto a China da también un respiro a la Unión Europea, que aplaza también sus contramedidas a la espera de acontecimientos. Y también a las negociaciones entre el Gobierno y el PP, sin la urgencia de poner en marcha de inmediato las medidas de ayuda contra los aranceles.

El final es incierto, pero Cuerpo y Bravo parecen haber abierto una vía de comunicación entre el Ejecutivo y la oposición que hasta ahora parecía completamente cegada y que sin duda será beneficiosa para la política española en un momento de máxima incertidumbre internacional.

GASTO EN DEFENSA

Sumar lo asume. Si el PSOE necesitaba alguna prueba sobre la disposición de Sumar a romper la coalición por el aumento del gasto en defensa, el pasado martes tuvo la constatación de que los de Yolanda Díaz no están ni mucho menos por provocar un cisma en esta cuestión. El Consejo de Ministros aprobó sin el menor problema, salvo unas tímidas objeciones de los ministros de Sumar, un crédito de 2.084 millones de euros destinados a defensa. Se trata de dar cumplimiento a antiguos compromisos del 2024 y, por tanto, no contabilizan para elevar el gasto militar hasta el 2 % del PIB comprometido para antes del 2029, que era la fecha inicial asumida. Pero el episodio demuestra que Sumar ni tiene fuerza en estos momentos para plantar cara a Sánchez, ni está dispuesta a poner en riesgo su presencia en el Gobierno por mucho que sea el aumento del gasto en defensa que acometa el Ejecutivo.

Juan Carlos I

Malestar en la Zarzuela. Los últimos movimientos del rey emérito Juan Carlos I al presentar una demanda por las presuntas «expresiones injuriosas» del expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla en distintos medios de comunicación en los últimos tres años y después otra contra su examante Corinna Larsen por delitos contra el derecho al honor han causado estupor en la Casa Real, que se apresuró a señalar que estaba al margen de las maniobras legales del emérito. En Zarzuela creen que ambas demandas echarán al traste el terreno ganado en los últimos meses, cuando la situación de Juan Carlos I y sus visitas a España empezaban a normalizarse sin provocar protestas.