Miles de militares del régimen desertan a Irak y al Líbano ante el rápido avance de los rebeldes mientras los kurdos combaten a un Estado Islámico renacido en el desierto de Siria
07 dic 2024 . Actualizado a las 22:09 h.«Nuestras fuerzas han comenzado a poner en marcha la etapa final del cerco a la capital. Damasco nos aguarda». El líder del grupo islamista Hayat Tahrir al Sham, Mohamed al Jolani, expresó así este sábado que los rebeldes sirios están cerca de tomar Damasco ante el rápido colapso de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad. Con el avance relámpago de los opositores, el Estado Islámico (EI) se reactivó en el desierto sirio, mientras los kurdos se enfrentan a los yihadistas respaldados por Turquía en el norte y este del país.
La capital está al alcance de la mano de los rebeldes tras una semana y media de conquistas en las que tomaron el control de las ciudades de Alepo, Hama y Deraa. Desde esta última, cuna de las revueltas populares contra Al Asad en el 2011, las fuerzas opositoras lograron establecer un corredor que llega desde Quneitra, cerca de los Altos del Golán ocupados por Israel, hasta el desierto, y avanzaron hacia Damasco, llegando al suburbio de Daraya, a unos 10 kilómetros de la capital. La última en caer, fue Homs este sábado por la noche. Con esta conquista, el régimen se queda aislado en la capital. El oficial al mando de las operaciones rebeldes, Hasán Abdel Ghani, aseguró que en el transcurso de la tarde de ayer se enviaron «más refuerzos desde el norte y el sur a los ejes de la capital para apoyar nuestras operaciones en curso». Un último esfuerzo para poner fin a trece años de guerra civil y veinticuatro de dictadura.
En un mensaje difundido a través de los canales oficiales de Hayat Tahrir al Sham, el departamento de operaciones militares de los rebeldes informó que han conquistado «más de 40 puestos de control de las fuerzas del régimen criminal en el sur de Siria» y que uno de los objetivos prioritarios de la ofensiva es liberar la cárcel de Sadnaya, conocida entre los sirios por ser el centro penitenciario más duro del régimen, en el que han muerto y han sido torturadas miles de personas. «Hay quienes nos esperan desde hace años», aseguraron en el mensaje.
Doble frente kurdo
En el norte y este del país árabe, el Ejército Nacional Sirio (ENS) —financiado, adiestrado y armado por Turquía— intensificó su ofensiva contra las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), milicia kurda, en el nordeste de Alepo, concretamente en la localidad de Manbij. «Por segundo día consecutivo, las fuerzas de ocupación turcas y sus mercenarios intensificaron sus ataques contra Manbij y sus aldeas circundantes. Los vehículos aéreos no tripulados de la ocupación bombardearon repetidamente la zona, lanzando decenas de ataques aéreos», indicó el Consejo Militar de la ciudad en un comunicado.
Además, las FDS agregaron que «los mercenarios lanzaron cientos de proyectiles de artillería y misiles, proporcionando cobertura para los ataques terrestres conjuntos de los mercenarios turcos y los militantes de Hayat Tahrir al Sham».
Para los kurdos, hubo también complicaciones en el desierto central sirio, donde las células durmientes del Estado Islámico volvieron a activarse y emprendieron ataques contra Al Shadadi, al sur de la ciudad de Hasaka —allí se aglutinan las mayores cárceles de presos del grupo terrorista—, matando a cuatro miembros de las FDS. El comandante de la milicia, Mazlum Abdi aseguró que trabaja con la coalición internacional contra el EI para impedir su expansión en las zonas que dejaron libres las tropas del régimen de Al Asad. «Los esfuerzos conjuntos contra la organización se duplicarán en el próximo período», aseveró el oficial.
Un colapso acelerado
Las tropas del régimen de Al Asad, desde el inicio de la operación Disuasión de la Agresión lanzada por HTS, huyen en masa hacia donde pueden, acelerando la presión rebelde sobre territorio del Gobierno. Según varias fuentes de seguridad, tanto soldados como oficiales estarían intentando buscar resguardo en Irak y en el Líbano. El propio primer ministro iraquí, Muhamad Shia al Sudani, habría autorizado la entrada de unos 2.000 militares sirios a través del paso fronterizo de Al Qaim con autorización añadida de las autoridades kurdas de la zona. Igualmente, otras fuerzas, incluidas las rusas, buscaron refugio en las localidades costeras de Tartús y Latakia.
Este colapso tan acelerado tiene tres explicaciones. Con nueve de cada diez sirios en el umbral de la pobreza, según la ONU, los apoyos al régimen, más preocupado por su supervivencia que por la de su pueblo, se ha visto muy reducida. El descontento por los pagos miserables en el Ejército es la segunda pata. Y la tercera, es la estrategia de invitaciones para la deserción que los rebeldes parecen haber hecho funcionar en las zonas controladas por el Gobierno, cada vez con menos apoyos de Rusia e Irán, sus valedores.
Ante la situación, la comunidad internacional respondió de manera dispar. El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, invitó a «no intervenir» en la guerra porque «no es nuestra lucha». Mientras, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, llamó a «respetar la soberanía de Siria» y «al inmediato cese de las acciones bélicas y al comienzo del diálogo» entre el Gobierno y la oposición, idea que suscribieron Irán y Turquía.
La ONU dice que Rusia, Irán y Turquía quieren iniciar la transición política en Siria
Redacción / La Voz
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir O. Pedersen, afirmó este sábado que existe consenso entre Turquía, Rusia e Irán para poner fin a la guerra en el país árabe e iniciar un proceso político que sea «fundamentalmente diferente de lo que ha sucedido hasta ahora».
«He hecho un llamado a conversaciones políticas urgentes en Ginebra para implementar la resolución 2254 del Consejo de Seguridad. Me complace decir que los ministros y todos con quienes estoy hablando respaldan este llamamiento, y mi esperanza es que se pueda anunciar una fecha para ello muy pronto», dijo Pedersen desde Doha en palabras recogidas por Efe.
Contactos con Occidente
El enviado de Naciones Unidas afirmó que este sábado se reunió con los ministros de Exteriores de Irán y Rusia, aliados de Al Asad, y de Turquía, valedora de la oposición. Asimismo, dijo que mantuvo consultas con representantes de EE.UU., Francia, el Reino Unido, Alemania y la Unión Europea, y que estas reuniones continuarán este domingo, en un momento en el que la situación en Siria «cambia cada minuto».