Donald Trump rechaza las críticas de Kamala Harris: «No soy un nazi, soy lo opuesto a un nazi»

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Intervención de Trump ante un centenar de seguidores y la prensa en su club de Mar-a-Lago.
Intervención de Trump ante un centenar de seguidores y la prensa en su club de Mar-a-Lago. Marco Bello | REUTERS

Steve Bannon sale de prisión y se incorpora a la campaña

29 oct 2024 . Actualizado a las 23:00 h.

Donald Trump se dirigió este martes a un centenar de seguidores reunidos en Mar-a-Lago, su residencia y club social en el sur de Florida, para mitigar la polémica desatada el domingo en el Madison Square Garden de Nueva York a raíz de los comentarios racistas de uno de los invitados, el comediante Tony Hinchcliffe, contra los puertorriqueños. El expresidente destacó que ese acto electoral fue un «festival del amor» y que su rival demócrata ha apostado por una «campaña de odio».

«Nunca ha habido un evento tan hermoso. Fue como un festival de amor, un festival de amor absoluto», defendió ayer Trump. En su opinión, las críticas de los demócratas están fuera de lugar, especialmente aquellas que han tratado de relacionarle con los nazis. «Empezaron a decir: “Bueno, en 1939 los nazis usaron el Madison Square Garden”. ¿Te lo imaginas? Cómo es de terrible decir eso», dijo sin aclarar a qué se refería. «No soy un nazi, soy lo opuesto a un nazi», declaró ya el lunes en un mitin en Georgia, después de que Kamala Harris lo acusara de «invocar» a Hitler.

Antes del acto en Florida, el republicano señaló que no había oído los comentarios del comediante, al cual tampoco conoce, en declaraciones a la cadena ABC.

En su discurso en Mar-a-Lago, que tuvo lugar delante de una pantalla en la que podía leerse Trump will fix it (Trump lo arreglará) y que se promocionó como un encuentro con la prensa sin preguntas, el expresidente volvió a repetir que los demócratas habían «robado» las elecciones del 2020. Una afirmación que complementó con otros ataques contra sus rivales políticos. De Joe Biden afirmó que «está fuera desde hace mucho tiempo». De su sucesora, que «no está lista para ser presidenta».

Trump también entró en muchos de los temas que han guiado su campaña durante el último año. Sobre la economía, el exmandatario afirmó que se encuentra en peor estado que nunca debido a la que es, a su juicio, la «peor combinación de vicepresidenta y presidente» de la historia de Estados Unidos.

Medidas contra los migrantes

También afirmó que los demócratas y su política de «fronteras abiertas» como una de las decisiones «peores de la historia», ya que ha provocado una invasión de pandilleros y criminales. Apuntó que si vuelve a ser presidente impondrá la pena de muerte a cualquier migrante ilegal que acabe con la vida de un estadounidense. Y en una nueva promesa a sus seguidores afirmó que su administración confiscará los activos de bandas y carteles de droga y los utilizará para compensar a sus víctimas. Una promesa que incorporó a sus comentarios sobre la crisis migratoria.

Steve Bannon sale de prisión y se incorpora a la campaña

Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, salió este martes de prisión tras cumplir una condena de cuatro meses por desacato —al no presentarse a una citación de la comisión del Congreso que investigaba el asalto al Capitolio—, lo que le permite incorporarse a la campaña a siete días de la cita del 5N. Nada más salir, en rueda de prensa se definió como un «preso político de Kamala Harris».

Bannon, una de las figuras más influyentes de la ultraderecha estadounidense, ha seguido siendo un fiel trumpista, incluso durante sus meses en la prisión federal de Connecticut, y movilizando a las bases republicanas para devolver a Trump al despacho oval.

Tras trabajar en la campaña electoral del magnate en el 2016, se convirtió en su estratega jefe en la Casa Blanca durante siete meses.