Sánchez se mantiene prudente, mientras la UE condena el arresto de los dos bilbaínos en Venezuela

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Concentración en apoyo a Edmundo González, el 10 de septiembre en Madrid.
Concentración en apoyo a Edmundo González, el 10 de septiembre en Madrid. Fernando Sánchez | EUROPAPRESS

El Senado español y el Parlamento Europeo debaten, a iniciativa del PP, el reconocimiento de Edmundo González

16 sep 2024 . Actualizado a las 22:33 h.

La Comisión Europea se solidarizó este lunes con España por las detenciones de Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos en Venezuela. «Es lamentable que el régimen de Nicolás Maduro haya arrestado a ciudadanos europeos», dijo el portavoz de Exteriores del Ejecutivo comunitario, Peter Stano, en una rueda de prensa en la que también mencionó al checo Jan Darmovrzal, arrestado junto a los dos bilbaínos y a otros tres estadounidenses. Todos ellos fueron acusados por el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, de participar en un operativo de la CIA y el CNI para desestabilizar el país e incluso asesinar a Maduro.

El Gobierno español rechazó «rotundamente» las palabras de Cabello y pidió acceso a los detenidos. A partir de ahí, todo fue silencio. El Ministerio de Exteriores no ha facilitado más detalles —aparte de que está intensificando las «gestiones oportunas»— y se desconoce si los dos amigos siguen incomunicados o han podido recibir asistencia consular. Pedro Sánchez se comprometió este lunes a «defender la democracia en todos los lugares del mundo, también en Venezuela», pero no condenó los arrestos, en medio de una pugna desesperada para cerrar la crisis diplomática con sus vecinos venezolanos. Una pugna que difícilmente llegará a buen puerto, después de que el Congreso aprobase el miércoles pasado una petición para reconocer al opositor Edmundo González como presidente, por encima de Maduro, y de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, definiese al chavismo como una «dictadura».

Por si esos dos escollos no fuesen suficientes, este martes el Senado votará una moción idéntica a la aprobada el miércoles por los diputados y el Parlamento Europeo celebrará en Estrasburgo una sesión sobre la situación en Venezuela. Las tres maniobras —Congreso, Senado y Eurocámara— han sido impulsadas por el Partido Popular, porque la respuesta del Gobierno ante la «dictadura» chavista, según dijo este lunes la secretaria general de la formación, Cuca Gamarra, ha de ser «contundente». También pedía contundencia la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al tiempo que mostraba su apoyo a los dos bilbaínos.

Sánchez, pese a todo, escogió prorrogar el estilo discreto que intenta mantener desde el principio de la crisis. El mismo que le llevó a empequeñecer su encuentro oficial con Edmundo González a un paseo informal por los jardines de Moncloa, lejos de las cámaras. Este martes, los populares pretenden poner esa cautela entre la espada y la pared: su portavoz Alicia García preguntará en el Senado al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, si considera que Venezuela es una dictadura.

La República Checa no ha mantenido la misma prudencia. Este lunes envió a Caracas una nota para pedir explicaciones sobre la detención de Jan Darmovrzal. «Hemos solicitado información detallada sobre el caso y un contacto consular», dijo la portavoz de Exteriores, Mariana Wernerova, y añadió que sus diplomáticos «están en contacto con colegas de los ministerios de Exteriores de Estados Unidos y España».

Una zona «militarizada»

La cónsul de Venezuela en Bilbao, Glenna Cabello —hermana de Diosdado Cabello—, aseguró a Colpisa que la zona en la que se encontraban Basoa y Martínez «está militarizada». La diplomática recibió a los familiares de los dos hombres, de 35 y 32 años, el pasado lunes 9 de septiembre. Le transmitieron su preocupación, ella negó saber nada y les «aconsejó» que acudieran a la Ertzaintza. «No siempre los detenidos piden hablar con sus familias», alegó días después.

«Es surrealista», dice un amigo de José María Basoa

Iñigo Álvarez, amigo de José María Basoa —unos de los dos bilbaínos detenidos en Venezuela bajo la acusación de pertenecer al CNI— asegura que el arrestado es «una buena persona» y no entiende «cómo ha llegado a esta situación». «Me parece surrealista esto que está pasando», añade. Álvarez, que estudió el grado superior con Basoa, y que posteriormente lo contrató en su empresa Aize Klima, manifiesta que su amigo es también «buen trabajador» y «un tío normal». «Trabaja en mi empresa, estudió conmigo; es un buen trabajador y una buena persona. No entiendo cómo ha llegado a esta situación», reitera.

La compañía de transporte fluvial que el 2 de septiembre los llevó en lancha por el río Orinoco contó a El Mundo que los dos llevaban poco equipaje y estaban animados. «Dijeron que eran turistas españoles, pero nos quedó la preocupación cuando nos indicaron que iban a salir del país [Colombia] por Venezuela. La mayoría de turistas europeos nunca salen por esa zona, por los riesgos permanentes de orden público de grupos armados ilegales» a ambos lados de la frontera y por «el control de la guardia venezolana», relataron. Una vez los dos amigos vascos llegaron al poblado de Morganito, se fueron en un coche alquilado. Iban sin guía.

Aznar y Feijoo se reúnen con González y lo ratifican como presidente electo

Después de Mariano Rajoy y Felipe González, ayer fue el turno del expresidente José María Aznar de reunirse con el candidato opositor venezolano Edmundo González, exiliado en España desde el domingo 8 de septiembre. Aznar, igual que sus predecesores, aseguró que González es el presidente electo de Venezuela y advirtió que la comunidad internacional «no puede consentir el deterioro democrático en ese país». Hoy será su sucesor al frente del PP, Alberto Núñez Feijoo, quien se reúna con el diplomático, y el líder de Vox, el ultraderechista Santiago Abascal, también ha pedido un encuentro.