Suspenden otra vez el juicio contra Dominique Pelicot, el llamado monstruo de Aviñón, al alegar este una enfermedad
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El marido, que supuestamente drogó a su mujer para que decenas de hombres la violasen durante diez años, presentó un informe al juez. Este indicaba que padecía infección renal, un cálculo en la vesícula y problemas de próstata
16 sep 2024 . Actualizado a las 11:31 h.Dominique Pelicot, el marido que supuestamente durante casi diez años drogó a su mujer, Gisèle, para ofrecerla en estado inconsciente para que decenas de otros hombres la violaran, no ha declarado esta mañana. Tal y como informa Europa Press, el tribunal que juzga su caso ha acordado de nuevo suspender la vista, después de que el acusado se haya vuelto a ausentar por razones de salud.
El juez ha dado cuenta de un nuevo informe médico que alude a una infección renal, un cálculo en la vesícula y problemas de próstata, por lo que ha ordenado un nuevo examen que determina cuál es el estado de Pelicot y hasta qué punto es compatible con que siga estando presente en el juicio. El proceso se retomará el martes a primera hora, según la cadena BFM TV.
La abogada de este hombre de 71 años que se sienta en el banquillo con otros 50 más, Béatrice Zavarro, explicó en declaraciones a los medios que él la llamó a ella desde la cárcel para contarle el diagnóstico médico y precisar que no podría estar presente esta mañana en el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse (sureste de Francia). Preguntada ayer sobre si Dominique Pelicot acudiría a la audiencia, la respuesta de la abogada fue tajante: «Seguro que no. Está empezando ahora un tratamiento».
Contó que cuando anoche habló con él por teléfono «tenía una voz muy debilitada» y se quejó de que la administración penitenciaria haya tardado tanto en aplicarle un tratamiento, cuando se venía quejando de esa dolencia desde el viernes día 6.
El presidente del tribunal, Roger Arata, ya había decidido el pasado jueves anular la jornada del viernes por la ausencia del principal acusado, que se había ausentado desde el martes por la mañana.
Arata había convocado a todas las partes esta mañana para una nueva audiencia a partir de las 9.00 locales (7.00 GMT) en la que se debía decidir si el proceso continuaba normalmente si Dominique Pelicot estaba presente y en condiciones de permanecer en la sala, o en caso contrario decidir si es mejor una suspensión o un aplazamiento a más largo plazo.
Zavarro rechazó esta mañana, como lo ha hecho en los últimos días, la tesis de que las dolencias que alega su cliente sean simplemente una excusa para no declarar y no comparecer, repitió que quiere explicarse ante su exmujer (se divorció de Gisèle en agosto) y ante sus hijos, y que confía en que no sea necesario posponer el proceso sine die.
«Yo no quiero y nadie quiere un aplazamiento de este proceso» porque «están movilizadas un centenar de personas» afirmó en referencia a los acusados, las víctimas, los abogados y los expertos.
El juicio, que empezó el 2 de septiembre, debía prolongarse hasta unos días antes de Navidad.
Sin remordimientos
María Viñas
Al frente de la investigación ha estado estos últimos cuatro años el comisario Jérémie Bosse Platière, que declaró la semana pasada para describir cómo se destapó el caso. Dijo haber formado un grupo reducido, integrado por apenas cuatro agentes «lo suficientemente fuertes como para enfrentarse a las imágenes» encontradas en el ordenador de Dominique. Este nunca ha negado los hechos, ni siquiera ha mostrado el mínimo arrepentimiento ni tampoco remordimientos; en prisión llegó a sugerir, en conversación con un psicólogo, que la culpa de todo la tenía su mujer por negarse a acudir con él a locales de intercambio de parejas. «No quería acostarse conmigo», le dijo.
Dominique Pelicot se enfrenta a una pena de 20 años de prisión por violación agravada. «Es un manipulador sin empatía que supo esconder su monstruosidad», definió Jérémie Bosse Platière en una entrevista en el periódico argentino La Nación. Sobre la posibilidad de que, por sus problemas de salud, se le conceda la prisión domiciliaria en lugar de una pena de cárcel, el comisario dijo que su estado actual no lo justifica, mostrándose además convencido de que el juicio no se cancelará, que únicamente se aplazará.
Instrucciones para violar
El marido de Gisèle Pelicot daba instrucciones precisas a los hombres que invitaba a su casa para evitar que su esposa, a la que inducía un coma ligero con Temesta —lorazepan—, se despertase, lo que para los investigadores del caso es una clara evidencia de que los participantes en las agresiones sabían perfectamente que la estaban violando. Dominique les prohibía fumar y llegar oliendo a colonia, les obligaba a llevar las uñas cortas y a desvestirse en la cocina, mantenía el dormitorio a una temperatura agradable y les pedía que se calentasen las manos para que al tocarla no se espabilase, que hablasen en susurros y que, si se movía, se escapasen corriendo. «La visualización de los vídeos de los abusos revela la crudeza de lo sucedido, haciendo imposible que los perpetradores pudieran creer que se trataba de un juego o una situación consensuada», añadió Jérémie Bosse Platière al citado diario argentino.
Miles de personas salen a las calles en Francia para apoyar a Gisèle Pelicot y todas las víctimas de violación
Miles de personas se manifestaron este sábado en distintas ciudades de toda Francia para expresar su apoyo a las víctimas de violación y en particular a Gisèle Pelicot, cuando se cumplían diez días del juicio contra su marido por drogarla y dejar que otros 50 hombres la violaran mientras él grababa vídeos durante una década.
La concentración más importante ha tenido lugar en la plaza de la República de París, donde se han coreado consignas como «Todas somos Gisèle», «Te vemos como a un violador, te creemos como a una víctima» o «No estás sola».
Otras grandes ciudades como Marsella, Lyon o Rennes también han sido escenario de protestas. Según Fondation des Femmes (Fundación de Mujeres), uno de los movimientos convocantes de las manifestaciones, se organizaron encuentros en más de una treintena de localidades de todo el país, incluida Aviñón, donde se está desarrollando el juicio contra Dominique Pelicot y los 50 hombres acusados de violar a Gisèle.
En un artículo publicado el jueves en el diario Libération, el colectivo afirma que «nos equivocamos al llamar a este juicio el 'caso Mazan' o incluso el 'caso Pelicot'. Es ante todo el 'caso de los 72 violadores», puesto que «desgraciadamente, cada mujer podrá encontrar un rostro que le traiga un recuerdo traumático entre la multitud de hombres acusados en Mazan». Apela a los hombres a «levantarse con nosotras, a dejar de ser pasivos en el mejor de los casos, y cómplices en el peor». «"No todos los hombres", oímos una y otra vez después de cada feminicidio y violación, pero ¿cuándo veremos acciones concretas para cambiar las cosas más allá de estas palabras que esconden los hechos bajo la alfombra?», se pregunta. La asociación reclama además una ley integral contra la violencia sexual que termine con la «delirante» tasa desestimación de denuncias por violación en Francia que, indica, alcanzó el 94 por ciento en 2020.