La UE presenta un plan de paz con la solución de dos Estados por bandera

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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Josep Borrell (derecha), el lunes en Bruselas con el ministro de Exteriores palestino, Riyad al Maliki.
Josep Borrell (derecha), el lunes en Bruselas con el ministro de Exteriores palestino, Riyad al Maliki. Virginia Mayo / POOL | EFE

«Reconocer a Palestina es lo único que puede poner fin a la guerra», dice Borrell

22 ene 2024 . Actualizado a las 22:41 h.

Es el momento de concretar el plan de paz europeo para la guerra entre Israel y Hamás. Así lo expresó Josep Borrell, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, ayer en su llegada a Bruselas. Sin embargo, puntualizó que «tenemos que dejar de hablar de paz y empezar a hablar más concretamente sobre un proceso para la creación de dos Estados. La manera de nombrarlo es importante».

En eso —en la solución de dos Estados— se centraba la hoja de ruta que presentó, poco después, a los ministros de Exteriores de Israel, Palestina, Arabia Saudí, Egipto y Jordania. Desde el punto de vista de Borrell, no hay otra solución: «La manera de destruir a Hamás no es lo que está haciendo Benjamin Netanyahu, está sembrando un odio que durará generaciones». Lo único que puede terminar con el conflicto para siempre, sostuvo, es el reconocimiento de un Estado palestino y la normalización de relaciones entre Israel y el mundo árabe.

Conferencia de paz

Además de defender esa solución y asegurar que «no es realista» que israelíes y palestinos negocien la paz sin una fuerte mediación internacional, el decálogo de Borrell —según Efe— ponía el foco en celebrar «pronto» una conferencia preparatoria. Un encuentro entre ministros de Exteriores y líderes de organizaciones internacionales que tenga como objetivo desarrollar un plan de paz «respetando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU».

La propuesta se terminará (incluso si Israel o la Autoridad Palestina se niegan a participar) y se presentará ante ambas partes. En el caso de que no la acepten, se establecerán unas consecuencias.

«Debemos imponer la paz, y todo el mundo sabe que eso solo es posible sobre la base de dos Estados», aseveró el ministro de Exteriores jordano, en apoyo al planteamiento de Borrell. Los 27 diplomáticos europeos se reunieron con él y sus homólogos en Oriente Medio —por separado—, en una serie de conversaciones en las que la única oposición llegaba con el silencio de Israel.

Israel Katz, el nuevo titular de Exteriores israelí, se sacó de la manga dos propuestas —vídeos incluidos— que poco tenían que ver con el tema a tratar: la creación de una gran isla artificial frente a la Franja, donde podrían vivir los palestinos (aún más aislados que ahora), y la habilitación de una nueva ruta de comercio mundial a través de Israel. «Hemos visto dos vídeos muy interesantes —ironizó Borrell tras la reunión—, pero creo que el ministro habría aprovechado más su tiempo si se preocupase por la seguridad de su país y el elevado número de muertos en Gaza».

Cuando llegó el turno del jefe de la diplomacia palestina, Riyad al Maliki, pidió sanciones contra Netanyahu «y otros que destruyen las opciones de alcanzar la paz en Oriente Medio».

El más crítico entre los europeos fue el ministro de Exteriores de Irlanda, Michael Martin: «Las declaraciones de Netanyahu son inaceptables y no contribuyen de modo alguno a las perspectivas de paz». Su homóloga en Francia, Elina Valtonen, se sumó a él y el canciller letón, Krisjanis Karins, abogó por presionar a Israel económicamente. «La mayor capacidad de influencia de la UE siempre ha sido su cartera», argumentó.

El titular español, José Manuel Albares, reclamó un alto el fuego y la «materialización» inmediata del Estado palestino.