Les insta por carta a avanzar «en la agenda del reencuentro y la concordia»
22 nov 2023 . Actualizado a las 20:34 h.El nuevo Gobierno celebró este miércoles su primer Consejo de Ministros. Los responsables de cada cartera encontraron encima de su ordenador una carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que les pide que actúen con unidad y solvencia. Sánchez dice no ser «ajeno» al clima de crispación fomentado, según afirma, por la derecha y la ultraderecha en las calles, pero pide serenidad a sus ministros. Alude a «aquellos que no solo niegan la legitimidad de origen a este Ejecutivo, sino que buscan cuestionar su legitimidad de ejercicio». «A la crispación, responderemos con trabajo. Al ruido interesado, con diálogo y mano tendida. A la descalificación y el insulto, con una apelación sincera a la concordia y la convivencia que anhela la inmensa mayoría de la sociedad», afirma.
El jefe del Ejecutivo envía a sus ministros el mensaje de que forman un Gobierno de coalición. Pide por ello la máxima coordinación para operar con agilidad y eficacia. «Este Gobierno no se articula desde la mera conjunción entre las dos fuerzas políticas que lo conforman. Este Gobierno hace de esa unión su razón de ser, y actuará en consecuencia, desde su pluralidad interna», asegura.
El presidente conmina por ello a sus ministros a actuar «con unidad, solvencia y determinación en el afán compartido de contribuir al avance social, la convivencia, la estabilidad institucional y el diálogo entre diferentes». Las prioridades de este Gobierno deben ser el «robustecer aún más» el Estado del bienestar y «reducir la desigualdad con más recursos destinados a educación, sanidad y dependencia».
El objetivo concreto es «mejorar la vida de las españolas y los españoles», según expone Sánchez en la misiva. Lo que plantea es «dar a nuestros ciudadanos y ciudadanas un horizonte de seguridades y certezas, con más y mejor empleo, más y mejores servicios públicos, más viviendas asequibles, más sostenibilidad, más igualdad; así como más cohesión territorial, más convivencia y más Europa».
En la carta, Sánchez no hace alusión alguna a la ley de amnistía para otorgar el perdón a los encausados en el procés, pero plantea a sus ministros «avanzar en la agenda del reencuentro para garantizar la concordia en nuestro país». «Trabajaremos sin descanso para seguir fortaleciendo la convivencia en esta España abierta, diversa y plural», sostiene.
Entre las prioridades para esta nueva etapa está la de «culminar la modernización y transformación de nuestro tejido productivo en clave verde y digital para avanzar hacia el pleno empleo, de más calidad y mejorar el poder adquisitivo de la clase media y los trabajadores y trabajadoras».
Acto protocolario
El nuevo Gobierno de coalición PSOE-Sumar, que preside Pedro Sánchez, ha posado este miércoles en la escalinata del edificio principal del Palacio de la Moncloa para la tradicional foto familia antes de la primera reunión del Consejo de Ministros, en el que María Jesús Montero se estrena como vicepresidenta.
Veintidós ministros, 12 mujeres, de ellas 4 vicepresidentas, componen el nuevo Ejecutivo que, junto con Sánchez, han posado juntos, por primera en el complejo presidencial, ante la prensa para una breve sesión fotográfica, en la que se han podido ver sonrisas y gestos de complicidad y cariño entre algunos ministros.
El presidente del Gobierno se ha situado en el centro de la escalera, flanqueado por sus cuatro vicepresidentas a cada lado (Nadia Calviño, Yolanda Díaz, Teresa Ribera y María Jesús Montero) y los ministros José Manuel Albares y Félix Bolaños, también en la primera fila. El resto de ministros de este segundo Gobierno de coalición se ha ubicado en la segunda y tercera fila, según establece el protocolo en función de sus cargos y la antigüedad de sus departamentos.
Previamente, todos han cumplido con el habitual paseo por los jardines del Palacio de la Moncloa, al que han llegado uno a uno sonrientes con sus carteras en mano, salvo la titular de Defensa, Margarita Robles, que no la llevaba, y que han mostrado a la prensa mientras eran fotografiados. La vicepresidenta primera del Gobierno Nadia Calviño ha sido la primera en llegar y en posar de forma individual para los informadores gráficos y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha sido la última.
Uno a uno han accedido al interior del edificio para volver a salir poco después junto Pedro Sánchez para realizar el tradicional posado de familia de cada Ejecutivo. A diferencia del último, en esta ocasión no hay ningún miembro de Podemos, formación que ha quedado excluida del Consejo de Ministros, y hay nueve ministros nuevos, cinco de ellos de Sumar, coalición que lidera Yolanda Díaz.
En concreto se estrenan: Ernest Urtasun (Cultura), Pablo Bustinduy (Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030), Mónica García (Sanidad), Óscar Puente (Transportes y Movilidad Sostenible), Ángel Víctor Torres (Política Territorial y Memoria Democrática), Jordi Hereu (Industria y Turismo), Ana Redondo (Igualdad), Elma Saiz (Inclusión, Seguridad Social y Migraciones) y Sira Rego (Infancia y Juventud).
Tras la foto de rigor en la escalinata de Moncloa, Sánchez ha presidido el Consejo de Ministros, el primero de esta nueva legislatura, en el que María Jesús Montero se ha estrenado como vicepresidenta cuarta del Gobierno, ocupando el lugar que le corresponde, además del de ministra de Hacienda. Posteriormente, será el turno la ministra de Educación, Pilar Alegría, quien ejercerá por primera vez como portavoz del Gobierno con una rueda de prensa en la que informará de los acuerdos tratados en la reunión y que se someterá a las preguntas de los informadores.
El Gobierno afronta la legislatura con el reto de mantener unidos a sus socios
Ley de amnistía, financiación autonómica y desempleo son las prioridades
Gonzalo Bareño
Los ministros del Gobierno asumieron este martes sus cargos prometiendo guardar y hacer guardar la Constitución. El primer objetivo del Ejecutivo es, como el de todos los gobiernos en minoría, durar. Cumplir hasta el final el mandato de cuatro años que han recibido de las urnas. En un Gobierno como el que acaba de tomar posesión, que depende en cada votación del apoyo de todos los partidos que han respaldado a Pedro Sánchez en su investidura, el Ejecutivo tendrá que esmerarse en la negociación y el diálogo.
El panorama político que se abre es bastante complejo, con un Gobierno en minoría obligado a complacer constantemente a sus socios independentistas y nacionalistas y una oposición del PP que pretende hacerse fuerte en las autonomías, que gobierna de forma mayoritaria, y también con su mayoría absoluta en el Senado, con la que espera al menos ralentizar la puesta en marcha de las medidas que tome el Gobierno en el Congreso.
Uno de los primeros objetivos del Ejecutivo es por tanto desarrollar el pacto de Gobierno con ERC y Junts, que implica poner en marcha una ley de amnistía que borre todos los delitos cometidos en el procés, desde el año 2012 hasta la actualidad. Algo que provocará no pocos roces con la oposición, pero también con ERC y Junts en función de cómo apliquen los jueces esa ley.
Otro de los grandes retos de este Gobierno es mantener la unidad con todos sus socios. Al contrario de lo que sucedía en la legislatura anterior, cuando Sánchez disponía de un margen para la abstención de ERC forjando mayorías alternativas con Ciudadanos, ahora el Gobierno actúa sin red. Necesita el apoyo de todos sus socios todos los días y con un sí en las votaciones. No hay lugar para la abstención o el voto en contra.
Objetivos económicos
Pero, al margen de los objetivos políticos, que obligan al Gobierno a estar siempre en la cuerda floja hasta el momento de la votación —aunque aspira a conseguir la estabilidad—, al Ejecutivo le aguardan también importantes retos económicos. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró en la presentación de su nuevo equipo que este Ejecutivo será «continuista en el área económica».
Uno de los mayores retos tiene que ver con el reparto de los fondos europeos. El Plan de Recuperación y Resiliencia del Gobierno marcaba como objetivo movilizar hasta un total de 163.000 millones de euros entre el año 2021 y 2026 para transformar la economía española. Unas cantidades que obligan a un esfuerzo en el reparto eficiente del dinero procedente de la UE.
Otro de los grandes retos del Gobierno es negociar un nuevo modelo de financiación autonómica, con la dificultad añadida de que la mayoría de las comunidades están en manos de ejecutivos del PP. La reforma del modelo actual está pendiente desde el año 2014. El PSOE se ha comprometido además a condonar 15.000 millones de euros de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), lo que obligará a hacer unas quitas equivalentes en todas las comunidades.
En lo que afecta al paro, la prioridad de la legislatura es alcanzar el pleno empleo. Es decir, bajar del 11,84 % de desempleo en el tercer trimestre del 2023 hasta llegar a una tasa del 8%.