Hungría y Polonia revientan la declaración de la UE sobre migración
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Los dos países rechazan cualquier política común para afrontar la crisis
07 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El desbloqueo del pacto para afrontar la inmigración ilegal del miércoles parecía garantizar que este sería uno de los grandes logros incluidos en la declaración final de la cumbre europea de Granada. Pero Hungría y Polonia reventaron esa opción al presentar su veto a cualquier mención al reglamento de crisis migratorio acordado hace dos días en Bruselas.
No hizo falta esperar a la publicación de dicho documento para presagiar el fracaso de la apuesta de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que quería una «respuesta europea» comprometida y firme. A primera hora, el jefe de Gobierno húngaro, Viktor Orbán, anunció que no había «ninguna posibilidad de llegar a un compromiso o acuerdo en migración, es imposible». Criticó que la Unión Europea ha «violado» y «forzado» a Hungría y Polonia a aceptar los recientes acuerdos sobre el pacto de migración y asilo, puesto que fueron aprobados sin su visto bueno.
Líneas duras y durísimas
De la misma forma, su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, expresó que «ya sea en Francia, en los Países Bajos o en otros países, la causa de la falta de seguridad en las calles son los inmigrantes ilegales». Una posición que, contraria la línea propuesta por Meloni para impedir más llegadas a las costas italianas y permitir el reparto de migrantes entre los países del club europeo. Varsovia y Budapest se niegan tanto al reparto de inmigrantes como a pagar los costes de negarse a acogerlos (unos 20.000 euros por persona rechazada).
De todos modos, la Declaración de Granada sirve de «guía espiritual» para trazar los objetivos políticos de cara a la próxima legislatura europea, del 2024 al 2029. Por ello, el canciller alemán, Olaf Scholz, defendió la importancia de cerrar el pacto migratorio europeo, ya que será «vinculante» y no podrá ser vetado por países individuales, en referencia a Polonia y Hungría. Así señalo que el reglamento acordado «sienta las bases de una legislación que crea normas vinculantes para los Veintisiete que no podrán ser bloqueadas por países aislados». Ursula von der Leyen y Charles Michel, presidentes de la Comisión y el Consejo europeos respectivamente, consideran que «un tema crucial» es invertir» en los países de origen y tránsito, además de luchar contra las mafias de tráfico de persona. Los inmigrantes «son importantes, los necesitamos», dijo Von der Leyen.
Pactos bilaterales
Aunque Meloni no viera el éxito en la Declaración de Granada, su encuentros bilateral con el primer ministro británico, Rishi Sunak, sí dio fruto y acerca más la posibilidad de alcanzar el acuerdo comunitario, previo visto bueno del Parlamento Europeo y Bruselas.
Ambos dirigentes publicaron una misiva en el Corriere della Sera en la que indicaban que continuarían «trabajando juntos para detener los barcos [con migrantes a bordo] y pedir a todos que actúen con el mismo sentido de urgencia». Palabras suscritas en la cumbre por la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, que incidió en que acabar con la actividad de «delincuentes y traficantes de personas solo puede hacerlo Europa».
Meloni y Scholz se reunirán en noviembre para seguir discutiendo sobre las funciones de las oenegés en dicho marco.
Consenso para ampliar los miembros pero con incógnitas sobre el proceso
La Declaración de Granada sí que recogió que una de las prioridades del período entre el 2024 y el 2029 será acometer la ampliación de países miembros de la Unión Europea, aunque falta acordar cómo se procederá o cuándo se iniciará el proceso de integración.
El texto cita que los candidatos y la propia UE tienen deberes por hacer «los aspirantes a miembros deben intensificar sus esfuerzos de reforma, especialmente en el ámbito del Estado de derecho», reza el texto, a la par que señala que «paralelamente, la Unión necesita sentar las bases y las reformas internas necesarias. Fijaremos nuestras ambiciones a largo plazo y las formas de alcanzarlas. Abordaremos cuestiones clave relacionadas con nuestras prioridades y políticas, así como con nuestra capacidad de actuar».
Por ello, y debido a que el proceso será complejo, la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, insistió en que «es hora, ya es hora, de una conversación de la Unión Europea para decir: ¿Qué tenemos que hacer? Lo que funciona actualmente para los 27 [actuales miembros] no funcionará para 32, para 33 o 35. Tenemos que ser creíbles en este proceso».
Tras la cumbre de Granada, los países de los Balcanes, Ucrania y potencialmente Kosovo y Georgia, deberán esperar a las cumbres que tendrán lugar entre noviembre y diciembre en Bruselas. En ellas, según el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, «se debatirá más en profundidad» los mecanismos y reformas que puedan articular la adhesión.
Además, Metsola incidió en que los encuentros de la Comunidad Política Europea, como el del jueves, «no puede convertirse en un sustituto de la ampliación porque la ampliación es y sigue siendo la herramienta geopolítica más poderosa de la Unión Europea». Ahora tendrá que recibir informes del Europarlamento sobre si estos países cumplen o no los requisitos, pero tampoco tienen fecha.