El nuevo presidente del PP ha expuesto su «contrato con España», que incluye eliminación de algunos impuestos, rebaja de otros, reforma del Código Penal o cambio de la ley electoral. «Vamos a demostrar que estamos listos para volver a las instituciones», ha sentenciado
21 jul 2018 . Actualizado a las 18:02 h.«Me considero de centro derecha, liberal conservador y a mucha honra». Así se definía hace apenas dos días en una de sus últimas entrevistas Pablo Casado cuando aún era candidato a presidir su partido. El economista y abogado de 37 años nunca ha escondido su ideario y en los últimos días lo ha exacerbado. Hoy ha vuelto a evidenciar ese regreso a las esencias con guiños a la familia, la lealtad al rey, el rechazo a la eutanasia o al aborto (está a favor de volver a la ley de supuestos de 1985) y la exaltación de la unidad de España frente a tensiones independentistas como la catalana. El objetivo: reconquistar la mayoría absoluta para el PP.
En sus primeras palabras como presidente del PP (y por lo tanto también futuro candidato del partido en las próximas elecciones) ha querido exponer su «contrato con España». Un decálogo de propuestas que ya había avanzado durante la campaña.
1. Fortalecimiento institucional reforzando para eso la Constitución y el Código Penal. Se trata de «evitar cualquier desafío secesionista»y recuperar el delito de sedición impropia y de convocatoria ilegal de referéndum. Tal y como él mismo explicó en otras ocasiones, se trataría de «rearmarse legalmente contra la ruptura de España».
2. Regeneración política. Un cambio que para Casado pasa por la reforma de la ley electoral, para que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada en doble vuelta y para eliminar la «bisagra nacionalista». El diputado por Ávila ya había explicado en varias entrevistas que la ley electoral debería cambiar (sin modificar la Constitución) para incluir una «prima» de escaños para el partido vencedor. Una medida que impediría según sus palabras que los partidos nacionalistas decidan el «color de un gobierno».
3. Bajada del IRPF y del Impuesto de Sociedades. El nuevo presidente del PP ha mostrado durante la campaña en varias ocasiones que su programa económico pivota en primer lugar sobre una rebaja fiscal para particulares y empresas. Apuesta por bajar el IRPF y reducir el impuesto de sociedades para fomentar la inversión local y atraer de paso a empresas extranjeras. Su propuesta es reducirlo del 25% actual hasta el 10%. España se situaría así entre los países con el impuesto más bajo de toda Europa, cerca de Suiza (un 8,5%) o Irlanda (un 12,5%) pero lejos de otros países como Francia (más del 44%) .Casado va más allá y habla de suprimir otros impuestos «que no son justos» como los de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones.
4. Reforma de la administración. Recientemente Casado se había mostrado a favor de introducir por ejemplo una remuneración para funcionarios basada en objetivos. Hoy ha recordado que actualizar la administración es un proyecto pendiente de su partido, que tratará de conjugar la modernización y actualización del cuerpo de funcionarios con mantener sus derechos adquiridos.
5. Educación: libertad de elección de centro y evaluación de los conocimientos. Hace pocos días Casado criticaba en su visita a Valencia que el gobierno autonómico estaba «acabando con la concertada y por lo tanto, con la libertad de elección de los padres». En esta misma visita el líder popular insistía en que hay que apostar por «el bilingüismo (con el inglés), las matemáticas, la programación y asignaturas troncales que cohesionan España». Prometía entonces el todavía candidato que si llegaba a ser presidente del PP sería «muy firme contra las políticas de adoctrinamiento que están promoviendo desde las administraciones gobernadas por el PSOE o Podemos. Hoy ha insistido en esta idea.
6. Sostenibilidad del Estado del Bienestar. Casado habló esta mañana de una sanidad sin «confrontación partidista ni facturas en el cajón» y del mantenimiento de unas pensiones que sean excelentes pero también justas y sostenibles. El líder popular se mostraba hace pocos días en contra de financiar las pensiones con nuevos impuestos. Para Casado, la garantía para esas pensiones sostenibles es el empleo.
7. Políticas de familia, natalidad y conciliación. Aquí el nuevo líder popular, que no ha detallado propuestas concretas, también ha mencionado el problema que afecta a muchas provincias españolas: «la despoblación».
8. Afrontar los retos del cambio climático y nuevas políticas de energía. Casado ha nombrado específicamente un «pacto por el agua» que ha sido recibido con un «ahí, ahí» y aplausos desde el público.
9. Reforzar el papel de España a nivel internacional y fomentar el libre comercio posicionándose frente al aislacionismo.
10. Situar al país al frente de una «nueva revolución industrial». Casado quiere que España se ponga al nivel de otros países (ha mencionado a Francia, Estados Unidos o Israel) y se adapte a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías enganchando a los más jóvenes.
Este «contrato con España» se completaría con un particular «contrato con el PP». A los suyos les ha hablado de «refundar» el Partido Popular. El de Palencia ha recalcado en los últimos días que su proyecto pasaba por recuperar el «ADN» del partido. Para eso ha indicado que su intención es designar cuanto antes a los candidatos autonómicos y municipales para que tengan tiempo para prepararse para las elecciones del año que viene. Los primeros comicios a los que Pablo Casado llegará presidiendo el partido son los andaluces y podrían ser en pocos meses. Susana Díaz estaría pensando en adelantar las elecciones autonómicas a la vuelta del verano y el reto de Casado sería «coser» al partido antes de esa convocatoria. Especialmente importante en esta comunidad, posicionada claramente del lado de Soraya Sáenz de Santamaría. Solo hay que revisar la foto de final de campaña de ambas candidaturas. En la de la exvicepresidenta, comiendo pizza, aparecía uno de sus principales apoyos: Javier Arenas, el presidente del PP andaluz.
Casado también tiene intención de convocar cuanto antes una convención específica para debatir sobre principios, valores del partido y programas. De nuevo, la misma idea de rearmar al partido, de volver al origen. La esencia del PP, como se ha evidenciado esta mañana, está hoy más hacia la derecha.