Entramos en la farmacia más antigua de la comunidad, en las panaderías más longevas del país y en un despacho de azafranes del 1800. Estos establecimientos, junto a otro que vende ropa de cama, una joyería y una de las últimas sombrererías en activo, son centenarios. Todos ellos viven el presente abriendo la persiana con muy buena forma y la misma ilusión
NOELIA SILVOSA
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NIEVES D. AMIL
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RUBÉN NÓVOA