El lucense Jorge Prado lleva cinco años en un pueblo belga para crecer como piloto de motocrós. Su familia, que también dejó Galicia, le apoya en maratonianas jornadas de estudio y entrenamientos
Acumula dos temporadas para olvidar en McLaren y va camino de la tercera. Este verano cumplirá 36 años. Quiere ser campeón de nuevo. El tiempo se le agota