El piloto asturiano podría permanecer en McLaren si se produce su divorcio de Honda y consigue montar los motores de Renault
12 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En la siempre conservadora Fórmula 1 no es habitual ver una macroperación tan gigantesca como la que se está fraguando para preservar el futuro de Fernando Alonso en la categoría. Dos pilotos, dos motoristas y hasta cuatro equipos estarían involucrados en un movimiento a cuatro bandas más propio del baloncesto americano que de las carreras europeas, y en el que se buscará recuperar a uno de los mayores talentos de la historia para la causa de la Fórmula 1.
El primer paso sería la ruptura de McLaren con Honda. Los ingleses no aguantan más la situación del motorista nipón y estarán dispuestos a renunciar a los más de 100 millones que aporta Honda a la pareja tanto en inversión directa como en publicidad. McLaren pasaría a montar motores Renault y, además, a pagar por ellos. De recibir 100 millones por montar Honda a tener que abonar alrededor de 10 por los de la marca del rombo, que además son los segundo peores de la parrilla.
Para cuadrar el círculo McLaren tendría que asegurarse la renovación de Fernando Alonso. El asturiano es a día de hoy uno de los mayores activos dentro de la Fórmula 1 para atraer sponsors y tratar de paliar la millonaria sangría que para McLaren va a suponer la separación de Honda. Un divorcio que además se produce con el beneplácito de la FIA, fuera del plazo para este tipo de operaciones, que se cierra en mayo, y con el único objetivo de devolver al asturiano a las primeras posiciones de la parrilla sin perder a una empresa automovilística tan importante a nivel global como Honda.
Aunque la renovación de Alonso no está cerrada, su camino parece destinado a continuar con McLaren. Los demás equipos competitivos de la Fórmula 1 tienen sus puertas cerradas y un posible desembarco en la IndyCar, del que tanto se ha hablado, tendría dos grandes inconvenientes: el primero, que el límite salarial en la competición americana es de 4 millones de euros, muy lejos de los cerca de 35 que Alonso cobra actualmente en la Fórmula 1. El segundo, que para tener opciones de ganar la IndyCar hay que montar los motores del gran dominador de la competición americana, Honda. Y Alonso ya no quiere saber más de la marca japonesa, de quien borró todo rastro en las redes sociales la semana pasada. Además, se espera que McLaren-Renault pueda pelear por podios, y tal vez victorias, en 2018. Y para buscar la Triple Corona, el equipo inglés también prepara una estructura para participar en las 24 horas de Le Mans, en la que Alonso encajaría de maravilla. Eso sí, debido al agujero económico resultado en McLaren del divorcio con Honda, el equipo inglés estaría pidiendo a Alonso rebajar su caché, algo que el asturiano ve con dudas tras tres años de durísimo sacrificio.
Carlos Sainz, a Renault
Como se ha indicado, la permanencia de Honda en la categoría era una condición sine qua non para que la Fórmula 1 permitiese realizar esta operación fuera de plazo y a toda velocidad. Y eso se consigue a través del acuerdo por el cual Toro Rosso rompe su contrato de motorización con Renault y pasa a montar los propulsores de Honda. A cambio, Toro Rosso paga al constructor francés con una de sus piezas de deseo y piloto cotizado dentro del paddock, Carlos Sainz, quien podría debutar vestido de amarillo ya en la carrera de Malasia.
A priori, el movimiento de Toro Rosso podría parecer sin sentido, ya que sustituyen el segundo peor motor de la Fórmula 1 a cambio del peor y además pagan con su piloto estrella, pero hay que recordar que el equipo italiano no es más que un filial de Red Bull, y por lo tanto la escuadra matiz no tiene problemas en ceder a Toro Rosso para que Honda lo use como banco de pruebas a cambio de que, si los japoneses consiguen por fin dar con la tecla, sea Red Bull quien goce de sus beneficios en exclusividad. Una compleja operación a cuatro bandas en la que todos ganan y que podría cambiar el futuro de Fernando Alonso en la Fórmula 1.
Singapur, un oasis para Alonso
Toda esta operación se desarrolla en paralelo a la llegada del Gran Premio de Singapur, que se disputará este fin de semana y que debería ser la mejor carrera del año para Fernando Alonso. El trazado, lento y revirado, se adapta magníficamente a las virtudes del McLaren, mientras que camufla sus limitaciones. Además, esta carrera nocturna es de las que permite que el piloto tenga algo más de importancia, por lo que se espera que Alonso pueda estar en los puntos con cierta solvencia, como él mismo ha confirmado: «Singapur es un gran lugar para empezar esta recta final, ya que es uno de los circuitos del calendario que mejor se adapta a nuestro coche y nos otorga una oportunidad para conseguir un resultado más positivo».