Con apenas el 2 % de los votos, los socialistas tendrán que sufragar sus gastos electorales sin ayuda del Estado, mientras que los republicanos esperan alcanzar el 5 % de los sufragios para que la administración les devuelva el dinero de la campaña
El Gobierno del conservador encargó algunas encuestas a dedo y sin concurso entre el 2007 y el 2012, con un coste millonario y que fueron realizadas por empresas de dos de sus consejeros