La camarera de un bar situado frente a la casa de la acusada pone en entredicho la coartada de la coruñesa El testimonio de dos testigos puso ayer contra las cuerdas a la coruñesa Dolores Vázquez, acusada del asesinato de Rocío Wannikhof, durante el juicio que se desarrolla en la Audiencia de Málaga. La vidente Marisa Sevillano, a cuyo gabinete acudió la imputada meses antes del crimen, llegó a decir que Loli le dijo que Alicia Hornos, madre de la joven asesinada, «lloraría lágrimas de sangre». Un segundo testimonio, esta vez de una empleada de un restaurante, desmontó, además, la principal coartada de la acusada.
CONCHA MONTES. Colpisa